Turku, el aura n¨®rdica
Muestras sobre Alvar Aalto y Tom de Finlandia en la hist¨®rica ciudad
Es la Puerta de un archipi¨¦lago de m¨¢s de 15.000 islas; el 90%, privadas, y algunas, con un solo habitante o ninguno. Este a?o comparte con Tallin (Estonia) la capitalidad cultural europea. La finlandesa Turku se alza en un pasillo mar¨ªtimo entre Suecia y Finlandia muy concurrido, de siempre, por comerciantes. Turku significa, precisamente, mercado. Su memoria mar¨ªtima y comercial se refleja en el Forum Marinum (www.forum-marinum.fi) del puerto viejo, en el estuario del r¨ªo Aura; el nuevo puerto queda m¨¢s retirado, y en sus astilleros se han construido tres de los mayores cruceros del mundo.
Oficialmente, Turku se fund¨® en 1229 a orillas del Aura. Enseguida se levantaron, casi al tiempo, castillo y catedral. El castillo de Turku parece un adusto decorado en blanco y negro de Ingmar Bergman. Era el cuartel de los gobernadores suecos que rigieron el pa¨ªs hasta que Rusia les tom¨® el relevo en 1809; hasta tres a?os despu¨¦s, Turku fue la capital de Finlandia, con el nombre sueco de Abo. Todav¨ªa el sueco es lengua cooficial, y el precioso teatro Sueco, modernista, sigue usando ese idioma. Dentro del castillo hay una sala Bryggman, dedicada a Erik Bryggman (1891-1955), coet¨¢neo y colaborador de Alvar Aalto. Bryggman tiene en Turku edificios que son iconos del funcionalismo fin¨¦s, como la capilla del cementerio o la biblioteca de la Abo Akademi. Las l¨¢mparas del castillo son de la hija de Bryggman, Karyn.
La catedral es por fuera tan severa como el castillo; por dentro, las naves del g¨®tico alem¨¢n resultan m¨¢s llevaderas. Es luterana, culto que profesan el 80% de los vecinos. El obispo e hijo de Turku Mikael Agricola tradujo el Nuevo Testamento al fin¨¦s en la d¨¦cada de 1540, sentando (con eso y otras obras) las bases de la lengua vern¨¢cula, como hiciera su maestro Lutero con el alem¨¢n. En torno a la catedral se ha excavado el poblado medieval de los siglos IX-XI, anterior a los suecos; el complejo Aboa Vetus cubre las ruinas y las acompa?a de tiendas, restaurante y un museo de arte moderno, Ars Nova (www.aboavetusarsnova.fi). La catedral se quem¨® cuatro veces por siglo. Pero es que Turku ardi¨® treinta veces; la peor, en 1827: tres cuartas partes del casco urbano quedaron calcinadas. Del fuego se salv¨® un grupo de casas de madera un poco apartadas del centro, en la colina del monasterio, Luostarinm?ki; ahora son un delicioso parque tem¨¢tico, espejo de anta?o y museo de artesan¨ªa (www.turku.fi/museo).
Para los vecinos de Turku, un desastre tan grande como el incendio de 1827 fue que se llevaran a Helsinki, por ese motivo, la universidad, que hab¨ªa sido fundada en 1640 por la reina Cristina de Suecia. Ahora hay de nuevo tres universidades y un Polit¨¦cnico, con unos 35.000 estudiantes, la quinta parte del vecindario. Tiendas, locales y caf¨¦s bullen de gente joven en torno al Kauppatori o plaza del mercado y las calles que conducen al r¨ªo. Este se desliza manso, escoltado por jardines.
Para su reinado cultural en 2011, Turku ha dispuesto m¨¢s de cien eventos (www.turku2011.fi) y ha rescatado un viejo almac¨¦n industrial, el Logomo, como hub para actividades, venta de entradas, tiendas, caf¨¦... Son muchas las citas que llaman la atenci¨®n, como el proyecto SaunaLab, una exposici¨®n sobre Alvar Aalto y la madera en su arquitectura, y otra, Muy personal, sobre el dibujante de culto homoer¨®tico Tom de Finlandia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.