Saliendo de la Gran Recesi¨®n
Ensimismados por nuestros problemas como europeos perif¨¦ricos fuertemente endeudados y como espa?oles crecientemente empobrecidos, no nos fijamos de modo suficiente en las transformaciones que se est¨¢n produciendo a nuestro alrededor y que conviene subrayar. La primera de ellas, que el planeta sale poco a poco de una Gran Recesi¨®n muy larga y profunda, pero que no es infinita.
A distintos ritmos, con diferentes br¨ªos y desequilibrios sin resolver, las diferentes zonas del mundo vuelven al crecimiento. Lo que sucede es que Europa es uno de los eslabones m¨¢s d¨¦biles de este arranque de ciclo y ello nos ciega y nos transmite una incertidumbre a?adida. Lo acaba de subrayar el Banco Mundial en el reciente informe Perspectivas econ¨®micas mundiales para 2011. De ¨¦l se desprenden al menos tres tendencias. La primera es la debilidad de la recuperaci¨®n: las econom¨ªas mundiales en su conjunto crecer¨¢n menos este a?o que el anterior (el 3,3% del PIB frente al 3,9%), debido sobre todo a la retirada de los est¨ªmulos keynesianos que han sido la panacea para pasar de la depresi¨®n y el estancamiento al aumento de la producci¨®n y los servicios; cuando las medidas p¨²blicas de apoyo desaparecen emerge en toda su desnudez la debilidad de la inversi¨®n privada. Durante parte de 2007, 2008 y 2009 se sufri¨® una recesi¨®n tremenda, que fue paliada por los planes estatales de est¨ªmulo; limitados estos y agotado el margen de maniobra de muchos Gobiernos, proseguir¨¢ un tiempo la zona del crecimiento d¨¦bil y en picos de sierra.
La crisis surgi¨® de los problemas financieros. Mil d¨ªas despu¨¦s, all¨ª siguen
Los emergentes crecen a un ritmo cuatro veces mayor que los pa¨ªses ricos
La segunda tendencia se observa al desagregar los porcentajes totales: las econom¨ªas avanzadas crecen por debajo de la media y son los pa¨ªses en desarrollo los que aportar¨¢n casi la mitad del crecimiento mundial. En 2010, la zona de Asia Oriental y el Pac¨ªfico creci¨® al 9,3% y encabez¨® la recuperaci¨®n mundial. En general, los emergentes est¨¢n creciendo a un ritmo cuatro veces superior a los pa¨ªses m¨¢s avanzados. La tercera tendencia es la divisi¨®n europea entre los pa¨ªses del centro y los de la periferia; los primeros, tipo Alemania, empiezan a adquirir la velocidad de crucero mientras que los ¨²ltimos a¨²n se encuentran bajo el shock del endeudamiento p¨²blico y privado. Lo sucedido la primera semana del a?o (Bolsas de valores al alza, mercados de deuda relajados, recuperaci¨®n del euro...) no se puede considerar definitivo.
Las dos grandes inc¨®gnitas que se ciernen sobre la econom¨ªa mundial son las siguientes: si no contin¨²a existiendo el riesgo de una salida de la crisis en forma de "W", de modo que pueda haber una reca¨ªda basada en los problemas sin arreglar o en otros que aparecen en el horizonte (la inflaci¨®n de materias primas); la segunda, las huellas a largo plazo que deja la Gran Recesi¨®n y que solo se corregir¨¢n a largo plazo (desempleo masivo, empobrecimiento de las clases medias, ausencia de impulso en la lucha contra el cambio clim¨¢tico, endeudamiento...). El economista jefe del Banco Mundial, al presentar el informe, declar¨®: "Los persistentes problemas del sector financiero de algunos pa¨ªses desarrollados contin¨²an siendo una amenaza para el crecimiento y requieren medidas urgentes". Es decir, que la Gran Recesi¨®n comenz¨® con las dificultades provocadas por las hipotecas de alto riesgo y los productos t¨®xicos que se empaquetaban, se revend¨ªan y se sacaban del balance, y puede avanzar con los mismos asuntos, de los que desconocemos su dimensi¨®n real.
Entre esos pa¨ªses desarrollados que tienen problemas financieros sin resolver est¨¢ Espa?a. No era incierto que su sistema financiero era al principio de la crisis uno de los m¨¢s potentes y mejor regulados, pero la prolongaci¨®n de la burbuja inmobiliaria lo ha debilitado y vuelto m¨¢s vulnerable. Completar la reestructuraci¨®n bancaria, clarificar la aut¨¦ntica situaci¨®n de bancos y cajas de ahorros, inyectar m¨¢s dinero p¨²blico para reforzar su capital, nuevos test de esfuerzo, e informaci¨®n individualizada sobre el riesgo y exposici¨®n inmobiliaria (como la pasada semana hizo Banesto al presentar sus resultados del a?o pasado) son las exigencias precisas para reducir la incertidumbre y devolver la credibilidad perdida. Cumplir los objetivos de d¨¦ficit p¨²blico y poner en marcha las reformas estructurales pendientes (energ¨¦tica, pensiones, laboral...) son condiciones necesarias, pero no suficientes. La prioridad, mil y pico d¨ªas despu¨¦s del inicio de los problemas, sigue siendo la financiera.
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