Un ex banquero suizo entrega a Wikileaks los datos de 2.000 cuentas secretas
La filtraci¨®n afecta a multinacionales y m¨¢s de 40 pol¨ªticos de varios pa¨ªses
Ya no solo la diplomacia mundial est¨¢ pendiente de las revelaciones de Wikileaks. Rudolf M. Elmer, antiguo responsable de las operaciones del banco de negocios suizo Julius Baer en el para¨ªso fiscal de las islas Caim¨¢n, entreg¨® ayer en Londres al responsable de Wikileaks, Julian Assange, dos discos inform¨¢ticos con los datos de 2.000 cuentas secretas pertenecientes a unos 40 pol¨ªticos y "pilares de la sociedad" y hombres de negocios, "gente que ha hecho fortuna en las artes y en los conglomerados multinacionales en los dos lados del Atl¨¢ntico".
Ni Assange ni Wikileaks parecen conocer todav¨ªa el contenido de esos dos discos inform¨¢ticos y quieren procesar la informaci¨®n de forma muy cuidadosa antes de difundirla, probablemente dentro de unas dos semanas. Pero en una rueda de prensa en el Frontline Club de Londres, Assange y Elmer explicaron que contienen datos de operaciones secretas realizadas entre 1990 y 2009 con el fin de evadir el pago de impuestos. Los datos proceden de las cuentas de tres bancos, incluido Julius Baer, y afectan a varios pa¨ªses, como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Austria y algunos de Asia.
La informaci¨®n desvela operaciones de evasi¨®n fiscal en las islas Caim¨¢n
Elmer trabaj¨® durante casi 20 a?os para Julius Baer y era desde hac¨ªa ocho el responsable de sus operaciones en las islas Caim¨¢n cuando fue despedido en 2002. En 2005 pas¨® 30 d¨ªas en la c¨¢rcel por revelar secretos bancarios y el pr¨®ximo mi¨¦rcoles ha de comparecer ante un juez en Z¨²rich para responder de nuevas acusaciones de revelaci¨®n de secretos. ?l sostiene que los datos que ha revelado no est¨¢n bajo la jurisdicci¨®n de las autoridades suizas sino de las de las islas Caim¨¢n, un archipi¨¦lago caribe?o con un alt¨ªsimo nivel de vida gracias al turismo y a su industria financiera.
Al entregar estos documentos a Wikileaks, Elmer intenta llamar la atenci¨®n de la sociedad sobre lo que ¨¦l considera que es un sistema injusto dise?ado para permitir a los ricos el lavado de dinero y que lo ha hecho porque ni las universidades, ni los Gobiernos ni los medios suizos le han hecho caso cuando ha denunciado estas pr¨¢cticas. Explic¨® en concreto que en su d¨ªa escribi¨® al ministro alem¨¢n de Finanzas, Peer Steinbr¨¹ck, ofreci¨¦ndose a entregarle esos datos, pero que nunca obtuvo respuesta. O c¨®mo, despu¨¦s de sus primeras revelaciones, la industria intent¨® llegar a un acuerdo con ¨¦l a cambio de dinero.
Y no ha aceptado ning¨²n pacto porque, seg¨²n dice, "el hombre de la calle ha de saber c¨®mo funciona el sistema", un sistema que permite a los ricos y a las empresas eludir el pago de impuestos. "Estoy contra el sistema. S¨¦ c¨®mo funciona. He estado all¨ª y s¨¦ como funciona el d¨ªa a d¨ªa de este negocio", declar¨®. Es decir, qu¨¦ hay que hacer para hacer llegar dinero ilegal a las cuentas secretas de los para¨ªsos fiscales.
Elmer, que tiene su propia p¨¢gina de Internet para difundir documentos secretos, no quiso explicar ayer c¨®mo ha obtenido el material que hab¨ªa entregado a Wikileaks. Solo dijo que le ha llegado a trav¨¦s de varias fuentes, que quiere mantener esas fuentes en el anonimato y que est¨¢ dispuesto a aceptar ¨¦l "la responsabilidad de esto". Tuvo especial inter¨¦s en subrayar que su relaci¨®n no es con Julian Assange, sino con Wikileaks. "Voy a decirlo otra vez. Wikileaks", insisti¨®. Y, refiri¨¦ndose al sistema bancario suizo, dijo gr¨¢ficamente: "empec¨¦ estirando de la cola de un rat¨®n y se convirti¨® en un drag¨®n que escup¨ªa fuego".
Assange afirm¨® que no sabe si Elmer es la fuente de Wikileaks y que, debido a la forma en que trabajan, no tiene tampoco forma de saberlo. Admiti¨® que no conoc¨ªa el contenido de los discos inform¨¢ticos que le hab¨ªa entregado Elmer, pero que los datos que en el pasado hab¨ªa desvelado este sobre el banco Julius Baer hab¨ªan permitido conocer mejor c¨®mo se lleva a cabo la evasi¨®n fiscal, la ocultaci¨®n de ingresos procedentes de actividades criminales y "la protecci¨®n de activos de quienes est¨¢n a punto de perder el poder pol¨ªtico".
El fundador de Wikileaks, que est¨¢ en libertad provisional mientras se resuelve la petici¨®n de extradici¨®n planteada por Suecia tras las acusaciones de naturaleza sexual presentadas contra ¨¦l por dos mujeres, asegur¨® que una vez analizada la informaci¨®n est¨¢ dispuesto a hacer llegar parte de ella a las autoridades y mencion¨® espec¨ªficamente a la Oficina de Grandes Fraudes de Reino Unido.
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