Tambores cercanos

Festejan las fiestas patronales de sus respectivos pa¨ªses, pero tambi¨¦n han hecho suyos los redobles de la Marcha de San Sebasti¨¢n. Cada inmigrante que vive en la capital guipuzcoana se involucra a su manera en la fiesta patronal, el d¨ªa m¨¢s grande del a?o para los donostiarras.

Hay quienes se dejar¨¢n llevar esta medianoche por la marea blanquiazul que se agolpa como cada a?o en la plaza de la Constituci¨®n durante la izada para escuchar los barriles y los tambores al un¨ªsono en directo. Otros acompa?ar¨¢n ma?ana a sus hijos el d¨ªa de la Tamborrada infantil, que celebra su 50? aniversario, y hay quienes organizan cenas como marca la tradici¨®n. Tambi¨¦n est¨¢n los que se desmarcan de la fiesta porque argumentan que no hay ganas de celebraci¨®n tras una dura jornada de trabajo.

"Me gusta la cohesi¨®n de gente de distinta edad", dice una mexicana

Los que menos participan en alguna Tamborrada, como la del Club Atl¨¦tico de San Sebasti¨¢n, que cuenta con un donostiarra de origen africano, o la de la Asociaci¨®n Cultural Txirain del Antiguo, en que participa un alem¨¢n que lleva 22 a?os acudiendo a la v¨ªspera de San Sebasti¨¢n y esta vez podr¨¢ vestirse de cocinero.

Muchos inmigrantes -18.486 empadronados en la capital guipuzcoana, seg¨²n datos de Ikuspegi de 2010- coinciden en rese?ar alguna de sus fiestas nacionales como punto de partida a la hora de opinar sobre c¨®mo viven la Tamborrada. Para Judith, una ecuatoriana de 35 a?os, la celebraci¨®n se asemeja a la fiesta de la fundaci¨®n de Loja, su ciudad natal, al sur de Ecuador, que se celebra el 18 de noviembre. "Tambi¨¦n tenemos tambores y desfiles; all¨¢ les llamamos grupos de guerra, pero aqu¨ª es muy impactante verlo", asegura esta joven que trabaja en un locutorio y que este a?o acompa?ar¨¢ a su hija en la Tamborrada infantil.

Aide, de Tegucigalpa (Honduras), de 29 a?os, lleva tres a?os en San Sebasti¨¢n y trabaja en el servicio dom¨¦stico. No se pierde la izada y le gusta ir con sus amigas porque le recuerda a la fiesta de la Independencia de su pa¨ªs, que se celebra el 15 de septiembre. "Los colores tambi¨¦n son blancos y azules y todos van vestidos de soldados, pero aqu¨ª hay un sentimiento muy bonito", explica.

Para algunos, el "folclore" como dicen, contagia. Es el caso de Marisol y Manuela, dos hermanas de M¨¦xico DF que organizar¨¢n una cena en casa con amigos, ir¨¢n a la izada en el barrio del Antiguo y ma?ana acompa?ar¨¢n al marido de una de ellas, donostiarra, porque toca el barril en la hist¨®rica Pe?a Anastasio.

"Lo que m¨¢s me gusta de esta fiesta es la cohesi¨®n entre ni?os, j¨®venes y adultos, todos de diferentes edades, en torno a una fiesta. En M¨¦xico hay fiestas patronales, algunas igual de animadas, pero la v¨ªspera de san Sebasti¨¢n es especial, todo el mundo quiere que llegue el d¨ªa", cuenta Marisol, que el 31 de agosto desfila de abanderada con la ikurri?a en la sociedad gastron¨®mica Hamaikak Bat de la Parte Vieja.