Francia se fuma la censura del cigarro

Los diputados franceses han decidido devolver a ciertos iconos culturales los cigarrillos que una ley antitabaco muy restrictiva aprobada en 1991 les hab¨ªa robado, al menos a la hora de exhibirlos en determinados espacios p¨²blicos. La comisi¨®n de Asuntos Culturales de la Asamblea Nacional francesa aprob¨® ayer por mayor¨ªa modificar esta normativa y aligerarla para que las im¨¢genes culturales que se consideran patrimonio de todos los franceses puedan mantener sus pitillos de siempre.

Hasta ahora no ha sido as¨ª y ha habido casos tan sonados como sonrojantes. A Jean-Paul Sartre, fumador empedernido de Gitanes, se le escamote¨® un cigarro que manten¨ªa entre los dedos en la fotograf¨ªa que sirvi¨® de cartel -y de primera p¨¢gina del cat¨¢logo- de una exposici¨®n organizada por la Biblioteca Nacional francesa en 2005. El incidente dio paso a un titular ingenioso del peri¨®dico Lib¨¦ration de su tiempo: "El infierno es... el pitillo"; al escritor y ex ministro de Cultura Andr¨¦ Malraux tambi¨¦n se le elimin¨® el cigarro cosido en su boca que ten¨ªa en una c¨¦lebre fotograf¨ªa que le hizo Gis¨¨le Freund y que sirvi¨® de modelo para un sello de 1996. En los dos casos fueron funcionarios celosos de su cometido los que apartaron los cigarrillos de las c¨¦lebres bocas.

La norma de 1991 lleg¨® a suprimir de un cartel la c¨¦lebre pipa de Jacques Tati

Fotos de Malraux y de Sartre fumando fueron tambi¨¦n 'v¨ªctimas' de la tijera

El episodio m¨¢s moderno y m¨¢s llamativo -y que exasper¨® a buena parte de la sociedad francesa por rid¨ªculo y meapilas- ocurri¨® en abril de 2009. Los andenes del metro de Par¨ªs se llenaron de carteles que anunciaban un ciclo cinematogr¨¢fico de la Cinemateca Francesa dedicado al director y actor franc¨¦s Jacques Tati. Para ilustrarlo, los responsables eligieron la iconogr¨¢fica imagen de un sonriente Monsieur Hulot (uno de los personajes claves de Tati), sacada de un fotograma de la pel¨ªcula Mi t¨ªo (1958). Hulot, de perfil, montaba en su bicicleta, llevando en el asiento de atr¨¢s al peque?o G¨¦rard Arpel y fumaba su pipa. Pero la direcci¨®n de la RATP, empresa p¨²blica que gestiona los transportes p¨²blicos de Par¨ªs, sustituy¨® la pipa por un... ?molinete de juguete amarillo! Hubo chistes, risas e indignaci¨®n. A los responsables de la Cinemateca Francesa el trueque les pareci¨® simplemente un ultraje. "No podemos aceptar este tipo de censura en Francia", asegur¨® el presidente de la instituci¨®n, Constantin Costa-Gavras. "La pipa forma parte del personaje de Hulot, es una de sus se?as de identidad", a?adi¨®. El director, Serge Toubiana, dijo: "Es rid¨ªculo. Modificar im¨¢genes hist¨®ricas porque incumplen leyes es muy grave".

La ministra de Sanidad, Roselyn Bachelot, que en 1991 hab¨ªa votado a favor de la ley, reconoci¨® que si ¨¦sta se llevaba a sus ¨²ltimas consecuencias "se pod¨ªa rozar el rid¨ªculo". El diputado socialista Didier Malthus record¨® ayer en la Asamblea todos estos episodios y dijo que eran "caricaturescos". Y pidi¨® rebajar la ley Evin, llamada as¨ª por el diputado socialista Claude Evin, ministro de Sanidad en 1991 e impulsor de la normativa. "No son obras concebidas para incitar al consumo de tabaco. Y con esta aplicaci¨®n restrictiva de la ley son las obras de arte las que se ponen en riesgo".