B¨¦lgica no se pone de acuerdo ni en su 'miss'

Justine de Jonckheere, una rubia de ojos negros, 18 a?os y 1,73 de altura, tiene revuelta a B¨¦lgica. La pol¨¦mica est¨¢ relacionada con las diferencias entre flamencos y valones. De Jonckheere, flamenca y neerland¨®fona de una peque?a localidad pr¨®xima a la francesa Lille, subi¨® al podio hace dos semanas flanqueada por cuatro damas de honor de las cuales tres eran tambi¨¦n flamencas, lo que llev¨® a la reina anterior, la valona franc¨®fona miss Henao, a suspirar: "Otra vez una flamenca...".

"Yo creo que el problema ling¨¹¨ªstico es un problema de ministros", ha declarado De Jonckheere a la web 7sur7, con palabras que de puro sentido com¨²n valen para otras latitudes. "La gente de la calle se entiende bien. B¨¦lgica debe seguir existiendo. Debe seguir unida".

Otras competidoras se quejan de que el t¨ªtulo estuviera concedido de antemano y de que todo el concurso no fue sino un parip¨¦ para mayor gloria de De Jonckheere. "Es solo envidia", responde De Jonckheere. "?C¨®mo puedo yo enga?ar si no conoc¨ªa a nadie del jurado?". Y ella que estudia primer curso de Derecho y habla tres lenguas (neerland¨¦s, franc¨¦s e ingl¨¦s) apunta: "Yo creo que si los telespectadores dudan entre dos chicas, tiene m¨¢s posibilidades de ganar la m¨¢s biling¨¹e". Ninguna de las misses franc¨®fonas hablaba el neerland¨¦s con la comodidad con que De Jonckheere maneja el franc¨¦s.

Los belgas llevan m¨¢s de 200 d¨ªas con un Gobierno en funciones pese a las elecciones del pasado junio. Este domingo varios miles de ciudadanos son esperados en una manifestaci¨®n en Bruselas convocada por tres universitarios que se dicen tan despolitizados como hastiados de que los pol¨ªticos est¨¦n m¨¢s pendientes de su ombligo que de las necesidades del pa¨ªs.