Miles de belgas imploran a sus pol¨ªticos que formen gobierno de una vez
El pa¨ªs lleva m¨¢s de siete meses sin Ejecutivo
Alrededor de 30.000 belgas, seg¨²n la polic¨ªa, se han manifestado esta tarde en el centro de Bruselas para expresar su hast¨ªo con una clase pol¨ªtica incapaz de ponerse de acuerdo en la formaci¨®n de un Gobierno m¨¢s de siete meses despu¨¦s de las elecciones de junio. La marcha, pac¨ªfica y con el buen ¨¢nimo que son consustanciales a los belgas, ha sido una expresi¨®n de impotencia popular ante una clase pol¨ªtica un¨¢nimemente calificada de incompetente. Por la buenas, entre los manifestantes hab¨ªan quienes propon¨ªan salidas anticonstitucionales: disoluci¨®n de partidos y que el rey asuma el poder.
Las urnas produjeron el pasado 13 de junio una relaci¨®n de fuerza entre partidos flamencos y franc¨®fonos que convirti¨® a la secesionista Nueva Alianza Flamenca (N-VA) en la clave de un arco que por ahora resulta imposible de cerrar. Repetidos intentos para llegar a un acuerdo a lo largo de este tiempo han resultado bald¨ªos y los belgas menos politizados (los que no juegan con la l¨®gica partidista), hartos de esperar un acuerdo se han echado a la calle.
En la manifestaci¨®n de hoy se repet¨ªan las pancartas contra la incompetencia de una clase pol¨ªtica ombliguista, a la que no parece acuciar las urgencias de la crisis financiera. "Si hubiera un impuesto sobre la incompetencia, el Estado se autofinanciar¨ªa", se le¨ªa en un cartel.
Philippe Geluck, reputado ilustrador y creador de Le Chat, un personaje que cada fin de semana derrocha surrealismo en el diario Le Soir , ha participado en la marcha. "La gente est¨¢ harta y cree que los pol¨ªticos no se ocupan de ella. Nuestros pol¨ªticos son unos incapaces", dice el artista. "Somos nosotros quienes debemos proponer soluciones. Yo pedir¨ªa que se cree una comisi¨®n internacional de sabios, por ejemplo con siete premios Nobel, que estudie el problema de B¨¦lgica y plantee una soluci¨®n".
Christel enarbola una pancarta que se hace eco del superventas del escritor franc¨¦s St¨¦phane Hessel. "?Indignaos. Reaccionad!" ha escrito quien diagn¨®stico as¨ª la situaci¨®n: "El pa¨ªs est¨¢ dirigido por pol¨ªticos incompetentes que s¨®lo piensan en ellos". Ella y Geluck, como miles otros, se duelen de una clase pol¨ªtica esclerotizada, hereditaria en los cargos y que ocupa puestos ministeriales durante d¨¦cadas.
Entre las pancartas hay una en la que "la naci¨®n implora al rey que retome el poder con diez ministros de su elecci¨®n" y otra dice "Si a la disoluci¨®n de partidos. Si a un rey que gobierne".
La marcha, convocada espont¨¢neamente por universitarios flamencos y alg¨²n val¨®n a trav¨¦s de Facebook, iba encabezada por una pancarta escrita en ingl¨¦s: "Shame (Verg¨¹enza)". Al final, los convocantes leyeron un mismo texto en cuatro lenguas (las tres oficiales belgas: neerland¨¦s, franc¨¦s y alem¨¢n, m¨¢s ingl¨¦s), en el que tras reiterar con pasi¨®n la palabra talism¨¢n, en cada alocuci¨®n en las cuatro lenguas, expresaban su deseo de que los pol¨ªticos tengan en cuenta el sentir popular y "trabajen juntos sabiendo que es m¨¢s fuerte lo que nos une que lo que nos separa". Por encima de la euforia del momento y del buen ¨¢nimo, asomaba el realismo. "?Christel, cree usted que lo har¨¢n?". "No".
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