Galicia no es m¨¢s fuerte
A mi juicio, la econom¨ªa gallega nunca ha contado con un "plus de resistencia". Una expresi¨®n que lleva impl¨ªcita la idea de una mayor fuerza o solidez estructural. Es verdad que desde 2006 se consigui¨® algo inaudito desde que contamos con estad¨ªsticas regionales oficiales: crecer sistem¨¢ticamente por encima de la econom¨ªa espa?ola. No mucho; s¨®lo unas d¨¦cimas. Pero lo suficiente para alimentar la convergencia en renta con la media espa?ola y la confianza en que era posible avanzar puestos en el ranking auton¨®mico y reducir nuestra dependencia de los recursos p¨²blicos generados en otros territorios. Lo que ocurre es que ese mejor comportamiento no se ha debido tanto a factores de oferta o de estructura, como a las fuerzas de la demanda, y por tanto coyunturales, que han estado jugando a nuestro favor.
Antes del estallido de la crisis, en 2006 y 2007, la explicaci¨®n al mejor comportamiento se encontraba en el importante volumen de obra p¨²blica en ejecuci¨®n y el buen comportamiento exportador de algunos sectores y empresas (automoci¨®n, confecci¨®n, naval, alimentario...) que facilitaron un fuerte impulso industrial. Cuando las cosas empiezan a torcerse, en 2008, y en el peor a?o de la crisis, 2009, un factor adicional rema a favor de Galicia. El ajuste en el sector residencial va a ser menor en t¨¦rminos comparativos: a una menor hipertrofia le corresponde una ca¨ªda m¨¢s suave. La moratoria de los 500 metros nos vino bien en este sentido.
Llega 2010 y, con ello, el Xacobeo. Desde el celebrado en 1993 y por diferentes motivos, el Xacobeo supone un choque de demanda positivo para la econom¨ªa gallega. Las estimaciones disponibles sit¨²an ese impacto positivo en m¨¢s de medio punto porcentual en la tasa de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB). Las expectativa era que ese impulso, sumado a la inercia del pasado (acabamos 2009 con un crecimiento del PIB seis d¨¦cimas superior al espa?ol) nos llevase a que 2010 fuese un a?o de crecimiento positivo para Galicia y que el diferencial en la tasa de crecimiento con el conjunto de Espa?a llegase al +1%.. Por su parte, en el mercado de trabajo, la tasa de paro de Galicia podr¨ªa mantenerse en el entorno del 15%, cinco puntos por debajo de la espa?ola.
Sin conocer todav¨ªa los datos para el conjunto de 2010, podemos adelantar que las cosas han empeorado y las perspectivas para 2011 son menos favorables. Es verdad que cerraremos el a?o con un crecimiento del PIB positivo y una tasa de paro inferior al 16%, lo que nos va a llevar a estar entre las mejores Comunidades Aut¨®nomas en ambos indicadores. Pero los diferenciales con la media se van a situar en el entorno del medio punto porcentual en el PIB y de los cuatro puntos en la tasa de paro. El ajuste en la construcci¨®n de vivienda se ha completado en el resto de Espa?a y los indicadores de actividad industrial muestran cifras alentadoras en otros territorios, como Catalu?a. A no ser que el efecto del Xacobeo pueda extenderse, siquiera parcialmente, al 2011, s¨®lo la ejecuci¨®n de obra p¨²blica y algunos sectores y empresas pujantes nos ayudan en t¨¦rminos comparados. Va a ser dif¨ªcil que Galicia crezca en 2011 m¨¢s que Espa?a. Y no va a ser f¨¢cil mantener el diferencial en la tasa de paro por encima de los cuatro puntos.
Es evidente que la capacidad de la Xunta de Galicia para alterar este escenario es limitada. Pero no despreciable. En este sentido, hay que valorar positivamente los esfuerzos desde Facenda en ofrecer un marco de planificaci¨®n estrat¨¦gica, que deber¨ªa aprobarse definitivamente en breve. En el otro lado de la balanza, cuesta encontrar un soporte intelectual robusto e integrado a una parte de las actuaciones desde el departamento de Econom¨ªa e Industria: subvenciones a la renovaci¨®n de ventanas, a la adquisici¨®n de veh¨ªculos, a la compra de muebles... ?Estamos seguros de que es la mejor forma de invertir los escasos recursos disponibles?
Santiago Lago es profesor de Econom¨ªa Aplicada en la Universidade de Vigo.
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