El sufrimiento no desaparecer¨¢ pronto
Si hay una verdad econ¨®mica que espero que la gente comprenda este a?o es la siguiente: aunque es posible que por fin hayamos dejado de cavar, seguimos estando cerca del fondo de un hoyo que es muy profundo.
?Por qu¨¦ tengo que recalcar esto? Porque me he dado cuenta de que muchas personas est¨¢n reaccionando de forma exagerada ante las buenas noticias econ¨®micas. Concretamente, lo que me inquieta es el riesgo de caer en el optimismo de la autonegaci¨®n; es decir, me preocupa que los responsables pol¨ªticos se fijen en unos pocos indicadores econ¨®micos favorables, decidan que ya no tienen que fomentar la recuperaci¨®n y tomen medidas que nos devuelvan directamente al fondo del agujero.
Es posible que hayamos dejado de cavar, pero seguimos cerca del fondo de un hoyo muy profundo
Son los puestos de trabajo, no las cifras del PIB, lo que importa a las familias estadounidenses
Subir los tipos de inter¨¦s este a?o, con el paro por las nubes y la inflaci¨®n por los suelos, ser¨ªa una locura
As¨ª que, en relaci¨®n con esas buenas noticias: diversos indicadores econ¨®micos, que van desde unas ventas navide?as relativamente buenas hasta las nuevas peticiones de prestaciones por desempleo (que finalmente han bajado de las 400.000 semanales), indican que la gran reducci¨®n de gastos posterior a la burbuja podr¨ªa estar finalmente terminando.
Pero no es como para presumir de que "EE UU va bien". La construcci¨®n no da muestras de estar volviendo a los niveles de la ¨¦poca de la burbuja, ni tampoco hay indicios de que las familias abrumadas por las deudas est¨¦n recuperando la vieja costumbre de gastar todo lo que ganan. Pero todo lo que necesit¨¢bamos para que hubiese una peque?a recuperaci¨®n econ¨®mica era que la construcci¨®n dejase de caer y que el ahorro dejase de aumentar; y parece que eso est¨¢ sucediendo. Las previsiones se han estado corrigiendo al alza; este ejercicio parece posible alcanzar un crecimiento de nada menos que el 4%.
?Hurra! Pero, una vez m¨¢s, no es para tanto. Son los puestos de trabajo, no las cifras del PIB, lo que importa a las familias estadounidenses. Y cuando uno parte de una tasa de paro de casi el 10%, la aritm¨¦tica de la creaci¨®n de empleo -la cantidad de crecimiento que se necesita para volver a un panorama laboral aceptable- es desalentadora.
Ante todo, tenemos que crecer alrededor de un 2,5% al a?o solamente para seguir el ritmo del aumento de la productividad y de la poblaci¨®n, y as¨ª evitar que el paro siga subiendo. Esa es la raz¨®n por la que el ¨²ltimo a?o y medio ha sido t¨¦cnicamente una recuperaci¨®n, pero daba la impresi¨®n de ser una recesi¨®n: el PIB estaba creciendo, pero no lo bastante deprisa como para reducir el desempleo.
Una tasa de crecimiento superior al 2,5% reducir¨¢ el paro a medida que pase el tiempo. Pero las mejoras no son directamente proporcionales: por diversos motivos, hist¨®ricamente han hecho falta unos dos puntos adicionales de crecimiento en el transcurso de un a?o para recortar un punto la citada tasa de paro.
Ahora, hagan las cuentas. Imaginen que la econom¨ªa de EE UU creciese un 4% al a?o a partir de ahora y siguiese haci¨¦ndolo durante los pr¨®ximos a?os. La mayor¨ªa de la gente lo considerar¨ªa un comportamiento excelente, incluso una expansi¨®n econ¨®mica; sin duda, supera casi todos los pron¨®sticos que he visto.
Pero los n¨²meros dicen que, incluso con un crecimiento as¨ª, la tasa de paro rondar¨ªa el 9% a finales de este a?o y seguir¨ªa superando el 8% a finales de 2012. No alcanzar¨ªamos algo parecido al pleno empleo hasta la ¨²ltima parte del primer mandato presidencial de Sarah Palin.
Hablando en serio, lo que tenemos por delante durante los pr¨®ximos a?os, aun con un crecimiento bastante bueno, son unas tasas de desempleo que hace no mucho se habr¨ªan considerado catastr¨®ficas (porque lo son).
Tras esas fr¨ªas estad¨ªsticas se oculta un inmenso panorama de sufrimiento y sue?os rotos. Y los n¨²meros dicen que el sufrimiento va a continuar hasta donde alcanza la vista.
?Y qu¨¦ se puede hacer para acelerar este proceso de curaci¨®n excesivamente lento? Un sistema pol¨ªtico racional habr¨ªa creado hace mucho una versi¨®n para el siglo XXI de la Administraci¨®n para la Mejora del Trabajo (pondr¨ªamos a los parados a trabajar haciendo aquello que hay que hacer: reparar y mejorar nuestras desgastadas infraestructuras).
Sin embargo, en el sistema pol¨ªtico que tenemos, la senadora electa Kelly Ayotte, que pronunci¨® el discurso republicano semanal el d¨ªa de A?o Nuevo, declaraba que "la primera tarea consiste en poner fin al derrochador gasto de Washington".
Siendo realistas, lo mejor que podemos esperar de la pol¨ªtica fiscal es que Washington no socave activamente la recuperaci¨®n. Hay que tener un cuidado especial con los idus de marzo: por esas fechas, el Gobierno federal probablemente habr¨¢ alcanzado su l¨ªmite de endeudamiento y el Partido Republicano tratar¨¢ de obligar al presidente Barack Obama a realizar unos recortes perjudiciales para la econom¨ªa.
Tambi¨¦n me preocupa la pol¨ªtica monetaria. Hace tres meses, la Reserva Federal anunci¨® un nuevo plan para fomentar el crecimiento del empleo comprando bonos a largo plazo; en aquel momento, muchos observadores cre¨ªan que la compra inicial de 600.000 millones de d¨®lares era solo el comienzo de la historia. Pero ahora parece el final, en parte porque los republicanos est¨¢n tratando de intimidar a la Reserva para que se eche atr¨¢s, pero tambi¨¦n porque la racha de noticias econ¨®micas ligeramente mejores brinda una excusa para no hacer nada.
Existe incluso una posibilidad considerable de que la Reserva suba los tipos de inter¨¦s este a?o (o, al menos, eso es lo que el mercado de futuros parece creer). Con el paro por las nubes y la inflaci¨®n por los suelos, el hacerlo ser¨ªa una locura, pero eso no significa que no vaya a suceder.
As¨ª que, volviendo a mi argumento inicial: independientemente de las ¨²ltimas noticias econ¨®micas, seguimos cerca del fondo de un hoyo muy profundo. Solamente podemos esperar que haya suficientes responsables pol¨ªticos que comprendan este hecho. -
Paul Krugman es profesor de Econom¨ªa en Princeton y premio Nobel de Econom¨ªa 2008 ? 2011 New York Times Service Traducci¨®n de News Clips.
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