Recoder admite que la 'zona 80' baja la contaminaci¨®n

La eliminaci¨®n de los 80 kil¨®metros por hora en los accesos a Barcelona se le est¨¢ atragantando a la Generalitat, que a¨²n no ha concretado el nuevo modelo. El Gobierno catal¨¢n admiti¨® ayer p¨²blicamente que la limitaci¨®n de velocidad -impulsada por el tripartito y denostada por CiU- reporta beneficios al medio ambiente. Pero la revisar¨¢, de todos modos, porque "ese es el compromiso pol¨ªtico que adquirimos con los ciudadanos", zanj¨® el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Llu¨ªs Recoder, responsable de las competencias de Medio Ambiente. Recoder aval¨® la posibilidad de circular a m¨¢s velocidad siempre que el tr¨¢fico sea fluido y las condiciones meteorol¨®gicas, favorables.

La llamada zona 80 y la velocidad variable -donde los l¨ªmites se regulan en funci¨®n de la densidad del tr¨¢fico- han reducido el 11% la emisi¨®n de contaminantes a la atm¨®sfera. El Gobierno defiende que los mayores beneficios se aprecian, con diferencia, en las dos v¨ªas donde impera la variable: la autov¨ªa de Castelldefels y la autopista del Garraf. La raz¨®n es que ese sistema ha permitido reducir las congestiones, que es el principal factor de contaminaci¨®n causado por el tr¨¢fico. Seg¨²n ese razonamiento, la zona 80 puede reconvertirse en ¨¢rea de velocidad variable sin demasiados perjuicios para el medio ambiente.

Reducci¨®n del 11%

Esa es, precisamente, la recomendaci¨®n que Recoder hizo ayer al Departamento de Interior: que aplique la velocidad variable y lo haga a su manera. El consejero dio su visto bueno para que Interior decida si (como es previsible) la velocidad m¨¢xima en las carreteras afectadas debe ser, en adelante, superior a los 80 por hora. Lo que Recoder hizo ayer fue, en suma, trasladar al Servicio Catal¨¢n de Tr¨¢fico la responsabilidad de fijar las nuevas reglas de juego. Antes, con el tripartito, las riendas las llevaba el extinto Departamento de Medio Ambiente, un ¨¢rea que, en el ejecutivo de CiU, parece haber perdido peso.

La limitaci¨®n de velocidad aporta el 1% de las 73 medidas impulsadas por el Ejecutivo de Jos¨¦ Montilla para mejorar la calidad del aire. Cuando se suprima y los coches puedan correr m¨¢s, la contaminaci¨®n empeorar¨¢ ese mismo porcentaje. "Los 80 han sido una medida eficaz. Pero hab¨ªa que racionalizarla porque, a ciertas horas del d¨ªa, la mejora que aporta no es sustancial", subray¨® la directora de calidad ambiental, Assumpta Farran. El Gobierno minimiz¨® los beneficios de esta medida para la salud de los catalanes ya que, aunque la reducci¨®n de emisiones es del 11%, "si lo trasladas a lo que la gente respira, se queda en el 5%", a?adi¨® Farran.

Recoder expres¨® su intenci¨®n de ganar por otras v¨ªas lo que va a perder con el incremento de velocidad. Para compensar el previsible aumento de contaminaci¨®n en los pr¨®ximos meses -los niveles ya est¨¢n por encima de los exigidos por la Uni¨®n Europea- su departamento "intensificar¨¢" la aplicaci¨®n de las otras 73 medidas sobre calidad del aire. Farran critic¨® que el tripartito dejase sin aplicar algunas de esas iniciativas. "Eso tambi¨¦n perjudica la contaminaci¨®n", sentenci¨®.

El consejero de Interior, Felip Puig, comparecer¨¢ el lunes para explicar los detalles del nuevo modelo, que deber¨¢ tener en cuenta diversos factores y ser¨¢, por ello, "dif¨ªcil" de gestionar, seg¨²n fuentes de Interior.Tr¨¢fico deber¨¢ tener en cuenta diversos par¨¢metros ambientales -adem¨¢s de los relacionados con la seguridad vial- para decidir, en cada momento, el l¨ªmite de velocidad de cada v¨ªa. Un ejemplo: los d¨ªas con anticicl¨®n favorecen la concentraci¨®n de part¨ªculas en suspensi¨®n y de ¨®xidos de nitr¨®geno, o sea, de contaminantes. Cuando la primera corona metropolitana re¨²na esas condiciones, el Servicio Meteorol¨®gico de Catalu?a "instar¨¢" a Tr¨¢fico a fijar los l¨ªmites "que juzgue oportunos", explic¨® Recoder. Aunque hay muchos d¨ªas de anticicl¨®n al a?o, es necesario que sean consecutivos para que se acumulen part¨ªculas en el aire. Eso ocurre solo "entre 15 y 20 d¨ªas al a?o", seg¨²n Farran.

Lo mismo ocurrir¨¢ si, por la raz¨®n que sea, se prev¨¦n niveles de contaminaci¨®n excepcionales. El viento y la lluvia, por el contrario, dispersan los contaminantes, de modo que, ambientalmente, no son motivo para reducir la velocidad. Otra cosa es que los gestores de Tr¨¢fico consideren que una lluvia intensa dificulta la visibilidad y supone un riesgo en la carretera. Interior tendr¨¢, en definitiva, la sart¨¦n por el mango.

La aplicaci¨®n del nuevo modelo, una suerte de velocidad variable para el ¨¢rea de Barcelona, genera otros inconvenientes. A la espera de conocer los detalles, el sistema se adivina retorcido. Tr¨¢fico deber¨¢ idear un m¨¦todo de trabajo ¨¢gil que le permita incorporar los nuevos par¨¢metros que, seg¨²n Recoder, deben tenerse en cuenta. "Es una complicaci¨®n para los gestores, pero no para el ciudadano", terci¨® Farran. La instalaci¨®n de pantallas luminosas que funcionan en las dos v¨ªas de velocidad variable (C-31 y C-32) es id¨®nea, porque los mensajes pueden cambiarse con facilidad.

Pero hay un problema: en pleno recorte presupuestario, la Generalitat dif¨ªcilmente puede plantearse la instalaci¨®n de estos dispositivos, que suponen una inversi¨®n millonaria. Se calcula que el gasto puede superar los dos millones de euros por carretera. Recoder admiti¨® esas dificultades e inst¨® a Interior a convertir la zona 80 en velocidad variable "donde sea t¨¦cnica y econ¨®micamente posible".

El Gobierno, en cualquier caso, necesita que el ciudadano visualice que algo ha cambiado cuando circula con su coche para salir o entrar a Barcelona. La idea es que los coches circular¨¢n m¨¢s deprisa (a 100 o 120 por hora, seg¨²n las v¨ªas) en horario nocturno y en momentos del d¨ªa de poca congesti¨®n. La medida no ser¨¢ inmediata: al contrario de lo que se hab¨ªa anunciado, no se podr¨¢ aplicar de forma inminente.

La iniciativa ha topado con la oposici¨®n de la comunidad cient¨ªfica, del Gobierno central y de las asociaciones de v¨ªctimas de accidentes de tr¨¢fico, a las que ayer se sumaron PSC e ICV, que acusaron a CiU de ser "prisionera" de una promesa electoral.