Jean-Michel Basquiat, una revelaci¨®n
Antes de llegar hasta ¨¦l hay que superar mucha ret¨®rica hueca porque se ha convertido en una leyenda, primero local y luego mundial. Tambi¨¦n es necesario hacer caso omiso de los alaridos de un pu?ado de marchantes oportunistas. De haberse presentado en la inauguraci¨®n de la reciente exposici¨®n, celebrada en el que habr¨ªa sido su 50? cumplea?os (muri¨® a los 28 a?os), lo m¨¢s seguro es que hubiera aparecido con varios d¨ªas de retraso.
No obstante, cuando uno se encuentra cara a cara con lo que hizo Jean-Michel Basquiat sufre una revelaci¨®n, como han podido comprobar los miles de parisienses que hicieron hasta una hora de cola a la intemperie para visitar la exposici¨®n del Museo de Arte Moderno de la ciudad. Los hab¨ªa de todas las edades, pero la mayor¨ªa eran j¨®venes.
Se conmemora el 50? aniversario del artista, muerto en 1988 a los 28 a?os
Afrontar su obra o verse asaltado por ella tiene poco que ver con la "alta cultura" o con los privilegios VIP. S¨ª guarda mucha relaci¨®n con las mentiras (visuales, verbales y ac¨²sticas) que hoy en d¨ªa se nos imponen a cada minuto. La revelaci¨®n es precisamente esta: contemplar todas esas mentiras desarticuladas y deshechas.
El legendario curr¨ªculo de Basquiat evoca parte de su experiencia existencial: un chico negro haitiano-puertorrique?o que vive en las calles de Nueva York, estampa su firma en las paredes y luego empieza a pintar cuadros que se exponen y se venden en todo el mundo a trav¨¦s de los marchantes, que se comportan como buitres; un chico que colabora durante un a?o con Warhol pintando de una forma atrevida y muy pura en los mismos lienzos; un chaval que durante una d¨¦cada produce miles de im¨¢genes y luego muere de sobredosis. Esta biograf¨ªa y las muchas fotos que tomaron de ¨¦l evocan parte de lo que vivi¨®, pero apenas nos dicen nada sobre el secreto de su arte o la forma que tiene de desenmascarar las mentiras que nos rodean.
Por lo general, cuando un hombre o una mujer quiere rebatir las falacias que le rodean, y con las que vive, lo hace con argumentos en busca de las verdades ocultas. James Baldwin o Angela Davies son ejemplos de un periodo anterior, pero ambos, al ser negros, lucharon contra algunas de esas mismas mentiras.
Basquiat eligi¨® una estrategia distinta. Intuy¨® que hoy las verdades vitales y ocultas no se pueden describir con ninguno de los idiomas que se utilizan constantemente para promover mentiras: ve¨ªa cualquier lengua oficial como un c¨®digo para transmitir mensajes falsos. Su estrategia como pintor era desacreditar y romper esos c¨®digos y dejar que entraran algunas verdades vibrantes, invisibles y clandestinas. Su t¨¢ctica como pintor tiene que ver con algunas formas del rap y tambi¨¦n guarda relaci¨®n, aunque de forma distinta, con los empe?os de Julian Assange y Wikileaks, en los que act¨²a a la manera de un saboteador. Como artista, Basquiat deletrea el mundo en un idioma que est¨¢ deliberadamente -ontol¨®gicamente- roto.
Para aclarar lo anterior, pensemos por un momento en los ciegos (Basquiat ten¨ªa una vista muy afilada, pero la comparaci¨®n puede sernos ¨²til). Observen a una persona ciega transitando por alg¨²n sitio p¨²blico: andando por la calle, cruzando la calle, subiendo por una escalera mec¨¢nica, viajando en un vag¨®n de metro, baj¨¢ndose al and¨¦n o subiendo unas escaleras. Los ciegos se mueven y sortean los obst¨¢culos haciendo preguntas y recibiendo respuestas con todos los sentidos excepto la vista. Y a veces, sobre todo si van dos juntos, se mueven y se abren camino con m¨¢s rapidez y eficacia que los que pueden ver.
Los ciegos reciben la informaci¨®n y las perspectivas que les ofrecen los sonidos, el aire, sus bocanadas y temperaturas, el roce de sus bastones, los pies y las manos. Para ellos, cada sentido tiene su propio lenguaje con el que reconoce y define lo que existe. Sin embargo, lo que distingue a los ciegos de los que pueden ver es que los primeros aceptan que una gran parte de lo que existe es indescriptible: familiar, reconstituyente, odioso o adorable, esencial, pero, no obstante, indescriptible por ser invisible.
Como pintor, al enfrentarse al mundo al que se tuvo que enfrentar, Basquiat era profundamente consciente, al igual que un ciego, de que una gran parte de lo real es indescriptible. Para ¨¦l, su ansiado objetivo, la labor sagrada de pintar, consist¨ªa en sintonizar con lo invisible, de forma parecida a como un diagrama anat¨®mico sintoniza con el funcionamiento invisible de un cuerpo vivo. ?Y por qu¨¦ quer¨ªa hacerlo? Porque no se puede mentir sobre algo invisible.
Uno de sus autorretratos es una especie de diagrama de montaje para hacer que encajen una camisa, un par de brazos, dos r¨®tulas, una calavera y unas botas. El espacio para ¨¦l est¨¢ muy presente; pero ¨¦l, dentro de ese espacio, es invisible, y por tanto no puede ser capturado por ninguna mentira oficial ni ning¨²n clich¨¦.
Su cuadro titulado Dog and boy in a Johnnypump [Perro y ni?o en una boca de incendio] es una pantalla de salpicaduras que expresan la excitaci¨®n, la furia y la diversi¨®n de un ni?o y un perro en un bochornoso d¨ªa de verano en Brooklyn empap¨¢ndose con chorros de agua fr¨ªa de una boca de incendio. Aunque ni el perro ni el ni?o son identificables o descriptibles. Eso no significa que se muestren evasivos: solo significa que son libres y que ninguna mentira los puede definir.
?C¨®mo pon¨ªa en pr¨¢ctica su estrategia? ?C¨®mo proced¨ªa en el plano visual o gr¨¢fico? Invent¨® su propio alfabeto visual, que estaba formado no por 26 signos, sino por centenares de ellos. Inclu¨ªan el alfabeto romano, n¨²meros, signos geom¨¦tricos, emblemas de pintadas, logos, s¨ªmbolos de mapas, pictogramas, esquemas, diagramas y dibujos, y con todos ellos deletreaba el mundo. A menudo los signos se reafirman entre s¨ª. As¨ª, las cuatro letras del alfabeto romano NOSE se encuentran junto a un dibujo de una protuberancia con dos agujeros. Y las tres letras PAW
se encuentran en el reverso de una mano izquierda.
Con este alfabeto de hip-hop, vivo, divertido, furioso y extremadamente diverso deletrea lo que ha visto suceder a su alrededor o en su interior. A todo le da un nombre que no pertenece a ning¨²n idioma oficial y es impronunciable en ellos. Y los acontecimientos responden a su nombre; hay un reconocimiento mutuo por ambas partes, todo ello visual y gr¨¢fico. Pero, al mismo tiempo, los acontecimientos en s¨ª -diferenciados de sus nombres -permanecen invisibles. Por tanto, no puede atraparlos ninguna mentira ni ning¨²n idioma oficial: son libres. De hecho, son una demostraci¨®n ejemplar de la libertad, una instigaci¨®n a la libertad.
En conclusi¨®n, cada figura o animal u objeto pintado e imaginado por Jean-Michel Basquiat ha pedido prestada a la muerte una camiseta para volverse inabarcable (imposible de arrestar), invisible y libre. De ah¨ª, la euforia.
Las siete letras MANDIES [hombre muere, en ingl¨¦s] (repetidas en muchos de sus ¨²ltimos cuadros) aparecen en varios lienzos junto a la garra de un cuervo. De ah¨ª, tambi¨¦n, la inmensa soledad de Basquiat.
John Berger es escritor y cr¨ªtico e historiador de arte. Traducci¨®n de News Clips.
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