"Pensaron que los hab¨ªan matado. Fue una noche horrible de culatazos"
El patr¨®n del 'Alakrana' identifica en la Audiencia a los piratas presos en Espa?a
Somos secuestrados, no secuestradores, hab¨ªan repetido ante la juez de la Audiencia Nacional ?ngela Murillo durante toda la ma?ana Abdu Willy y Raageggesey Adji Haman, los dos piratas capturados por la fragata Canarias tras abandonar el Alakrana en una barca con 2.500 d¨®lares y una navaja de Albacete, entre otras cosas. Tan v¨ªctimas como los marineros. Tan rehenes como los tripulantes del atunero vasco secuestrado en el ?ndico el 2 de octubre de 2009. "Cuando cumplieron su objetivo, nos tiraron como basura", lleg¨® a decir Adji Haman de los piratas que, despu¨¦s de secuestrarlos, seg¨²n dijo, les hab¨ªan "obligado" a llevar armas nada m¨¢s subir al atunero.
Por la tarde, el patr¨®n del Alakrana, Ricardo Blach, sentado en una silla entre la juez y los acusados, gir¨® la espalda y les se?al¨® como secuestradores, no compa?eros de cautiverio. "Parece que lo estoy viendo. Ten¨ªa unas medias verdes", dijo dirigi¨¦ndose a Raageggesey Adji Haman.
"La hab¨¦is cagado", dijo Blach a los militares tras la captura de los piratas
Los acusados se declararon v¨ªctimas de los secuestradores durante el juicio
Despu¨¦s, empez¨® el relato de la v¨ªctima de un secuestro. "Subieron al barco a tiros y nos pusieron a todos panza abajo. A m¨ª me dieron una paliza tremenda porque quer¨ªan cortar la red -que ten¨ªan echada en ese momento y les hab¨ªa impidi¨® huir de los piratas- y yo les intent¨¦ explicar que era m¨¢s r¨¢pido recogerla".
Inmediatamente despu¨¦s, los piratas, entonces un grupo de 13 que llegar¨ªa hasta 63 la v¨ªspera de la liberaci¨®n, pregunt¨® por la caja fuerte. "Vi c¨®mo se repart¨ªan el dinero. Unos 50.000 euros que tendr¨ªamos en ese momento", explic¨® Blach. Los secuestradores llevaron el Alakrana hasta el buque nodriza, donde el patr¨®n explic¨® que recogieron a Raageggesey Adji Haman, antes de fondear a apenas 2.000 metros de una playa somal¨ª, rodeados de otros cinco barcos secuestrados.
"Durante 18 d¨ªas no me dejaron ir al ba?o", confes¨® Blach. "Me hice pis no s¨¦ cuantas veces y me lo rebozaban por encima", hasta que uno de los secuestradores con el que hablaba m¨¢s "porque le gustaba el Real Madrid", relat¨®, le dijo que ol¨ªa mal y le dej¨® ducharse. "Casi no toqu¨¦ el agua. Enseguida me sacaron. Cuando fui a mi camarote, no ten¨ªa ni un calcet¨ªn. Me lo hab¨ªan quitado todo y tuve que volver a ponerme el mismo pijama sucio".
Blach ha descrito como uno de los peores momentos el d¨ªa en que los piratas se enteraron de la detenci¨®n de Abdu Willy y Raageggesey Adji Haman. "Al principio pensaron que les hab¨ªan matado. Fue una noche terrible de culatazos y malos tratos" a bordo del atunero, explic¨® Blach. Despu¨¦s, los piratas dejaron a los marineros llamar por primera vez a sus familias. "Yo llam¨¦ a la fragata Canarias en lugar de a mi mujer", confes¨® el patr¨®n. Los militares le dijeron que la detenci¨®n de Abdu Willy y Raageggesey ya era p¨²blica. "Pues la hab¨¦is cagado", cuenta Blach que les contest¨®.
Nerviosos por la captura de sus dos compinches, los piratas, que pasaban la mayor parte del d¨ªa drog¨¢ndose y pele¨¢ndose -"se ataban entre ellos bajo el sol"- subieron a la tripulaci¨®n a cubierta. "Empezaron a tiros con las ametralladoras, los bazokas. Parec¨ªa una peli de vaqueros. Las balas rebotaban y nos pod¨ªa haber tocado alguna a cualquiera", relat¨® Blach. "A los que lloraban, los m¨¢s d¨¦biles, les hicieron llamar a casa. Mientras, los piratas se re¨ªan. Yo le dije a la tripulaci¨®n: 'No llor¨¦is, no les deis ese gusto a estos desgraciados".
Tambi¨¦n re¨ªan los piratas cuando le llevaron a la sala de m¨¢quinas, donde el jefe yac¨ªa en el suelo. "Ellos pensaban que estaba muerto y yo tambi¨¦n lo pens¨¦. Pero empez¨® a mover los ojos, estaba inconsciente...", relat¨® Blach.
Para aumentar la presi¨®n, los piratas simularon que se llevaban a los tres marineros m¨¢s d¨¦biles para matarlos. "Los metieron en un bote y a nosotros nos llevaron a la sala de m¨¢quinas. Yo pens¨¦ que era un parip¨¦ porque si no, nos hubieran dejado verlos marcharse, para darnos m¨¢s miedo. Pero ten¨ªa dudas", explic¨® el patr¨®n del Alakrana.
Otro de los momentos m¨¢s dolorosos para Blach, jubilado tras el cautiverio, fue la visita a otro buque secuestrado, el Ariana, donde vio c¨®mo un pirata de 16 a?os le anunci¨® que iba a violar a una de las rehenes, una ni?a de 14 a?os. "Luego volvi¨® todo satisfecho. Fue horrible".
Blach ha declarado que el negociador de los piratas usaba el tel¨¦fono del barco, "pero no s¨¦ con qui¨¦n negociaba, ni qu¨¦ dec¨ªa, porque hablaba en somal¨ª o en ingl¨¦s". Tampoco vio, asegur¨®, que los secuestradores se repartieran dinero del rescate. Ya en los pasillos, comentaba que le hab¨ªa costado mucho, pero los piratas ya no le quitan el sue?o.
Abdu Willy no sabe en qu¨¦ a?o naci¨®
Cabdullahi Cabduwilly, alias Abdu Willy, el pirata que fue sometido a cuatro pruebas oseom¨¦tricas hasta concluir que era mayor de edad cuando fue capturado, en octubre de 2009, declar¨® ayer en la Audiencia Nacional que el d¨ªa de su detenci¨®n ten¨ªa "diecis¨¦is a?os, a punto de cumplir diecisiete". Sin embargo, cuando, acto seguido, le preguntaron en qu¨¦ a?o naci¨®, dijo: "No s¨¦". Y al hacerle ver la juez ?ngela Murillo que era imposible que supiera su edad sin saber su fecha de nacimiento, Abdu Willy asegur¨® que se la hab¨ªa dicho su padre.
Vestidos ambos con jers¨¦is de rayas, tanto Abdu Willy como Raageggesey Adji Haman negaron ayer en la Audiencia Nacional sus declaraciones en comisar¨ªa. Por ejemplo, que los piratas les hubiesen dado "como regalo" los 2.500 d¨®lares hallados en su barca o que las armas que les entregaron a bordo del Alakrana estuvieran cargadas.
Raageggesey neg¨® haber golpeado al engrasador del atunero, Gaizka Iturbe, como este declar¨® el pasado viernes ante la Audiencia. "Dios sabe que es verdad", asegur¨®. El acusado tambi¨¦n declar¨® que una vez preso en Espa?a, mientras el Alakrana segu¨ªa secuestrado, la polic¨ªa le oblig¨® a hablar por tel¨¦fono con un tal Elyas, jefe de los piratas. "Le ped¨ª que no hiciera da?o y dejara libres a los espa?oles", afirm¨® durante el juicio.
No parec¨ªan nerviosos. De hecho, Abdu Willy estaba tan relajado durante el interrogatorio del fiscal que la juez tuvo que reprenderle para que dejara de escurrirse en la silla y se sentara bien.
El fiscal pide 220 a?os de c¨¢rcel para los piratas y 100.000 euros de indemnizaci¨®n para cada marinero secuestrado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.