Pol¨ªticas anticorrupci¨®n
Todos los partidos pol¨ªticos que aspiran a gobernar y gobiernan en Espa?a, sea a nivel estatal, auton¨®mico o local, han tenido o tienen entre sus afiliados alguna persona implicada en casos de corrupci¨®n. Lo han padecido y padecen el PSOE, el PP, Converg¨¨ncia i Uni¨®, el Partido Nacionalista Vasco o Izquierda Unida, entre otros muchos. No es el ¨²nico ¨¢mbito.
La corrupci¨®n se ha ido extendiendo por otros espacios de la sociedad y de otras instituciones. Un vocal del Consejo General del Poder Judicial; otrora jueces, notarios, despachos de abogados, polic¨ªas, empresarios, incluso en Galicia se dice que hay dos curas ladrones que se han llevado las joyas de la virgen de un pueblo. Ning¨²n colectivo escapa; siempre se extiende a alguno de sus miembros como una aut¨¦ntica enfermedad frente a la que aparentemente no hay remedio que la cure.
Y no parece que haya remedio que la cure por cuanto grupos e instituciones cuando se ven afectados por estas manifestaciones delictivas se empe?an en presentarlas como algo aislado (o incluso como un montaje de jueces, fiscales o polic¨ªa). Cuando la corrupci¨®n afecta a sus adversarios se rasgan las vestiduras y vociferan para que el partido rival se mezcle, ante la opini¨®n p¨²blica, con los delincuentes presuntos o confesos.
En Sevilla, la pasada semana, el conocido caso Mercasevilla ha pasado de ser una cuesti¨®n circunscrita al ¨¢mbito municipal a afectar a la Consejer¨ªa de Empleo de la Junta. La ¨²ltima l¨ªnea de investigaci¨®n recae sobre los ERE (Expediente de Regulaci¨®n de Empleo) gestionados por esta consejer¨ªa desde el 2001 para empresas en crisis.
Al parecer, alguien se ha aprovechado de estos expedientes para obtener beneficios il¨ªcitos, bien incluyendo nombres fantasma o cobrando informes inexistentes. Con esta informaci¨®n, y m¨¢s despu¨¦s de las declaraciones del ex director general de Empleo Javier Guerrero, hablando de "fondo de reptiles", no cabe limitarse a plantear el tema como algo de cuatro sinverg¨¹enzas, como ha hecho el portavoz socialista en el Parlamento de Andaluc¨ªa, o tratar de justificarse con la expulsi¨®n de este ex alto cargo. Tampoco, como hace el PP (el mismo PP que jalea a Camps, Fabra o al alcalde de Alhaur¨ªn, por cierto) tirar por elevaci¨®n y realizar manifestaciones que carecen de pies y cabeza, haciendo responsables de todos los males al actual alcalde de Sevilla, que es como si el PSOE le pegara a Arenas en la espalda las etiquetas impagadas de los trajes del presidente valenciano, ¨ªntimo suyo.
Es el problema de siempre. El intento, de unos y otros, de disfrazar y diluir responsabilidades y provocar el desgaste pol¨ªtico del adversario de forma zafia al tiempo que se muestra condescendencia sin l¨ªmite con los m¨¢s afines.
Un error que favorece que los ciudadanos se acostumbren a vivir con estas anormalidades hasta el punto que las consideren una perversi¨®n indeseada, pero inevitable del sistema. Y un error, sobre todo, porque anima a indeseables a hacer lo que no se debe en la confianza de que su grupo les apoyar¨¢, con raz¨®n o sin ella, en atenci¨®n a un mal entendido sentido de la autoprotecci¨®n.
En esta ocasi¨®n, y en esta l¨ªnea de investigaci¨®n, la Junta lo tiene f¨¢cil. En los ERE intervienen la Direcci¨®n General de Trabajo, sindicatos, representantes de los trabajadores, empresas de seguros y el dinero se ingresa y se retira. No exige mucho esfuerzo saber de unos y de otros. Tampoco conocer por qu¨¦ las facultades del director general de Trabajo o los criterios de concesi¨®n no se publicaron el BOJA. Ni si existi¨®, o no, conformidad de los representantes de los trabajadores a los ERE que puedan tacharse de irregulares y por qu¨¦ en este caso el error de su conformidad. De actuar as¨ª, dejando a un lado juicios paralelos e interesados, se avanzar¨ªa en la limpieza de la vida p¨²blica, mirando todos con objetividad y honestidad, unos a Mercasevilla y otros, como no, a Alhaur¨ªn o Valencia, observando los ciudadanos que los partidos se rigen por un denominador com¨²n frente a estos manejos deshonestos.
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