Tres veces las ayudas del Gobierno central
La Junta multiplic¨® por tres las ayudas a prejubilaciones que concedi¨® el Gobierno central durante la ¨²ltima d¨¦cada. Estas subvenciones a los expedientes de regulaci¨®n de empleo del Ministerio de Trabajo aclaran la dimensi¨®n de la inversi¨®n que la Junta realiz¨® para lograr la paz social. Mientras que el Gobierno central invirti¨® 234 millones, el Ejecutivo auton¨®mico dispuso de 647 millones, casi tres veces m¨¢s. El pasado a?o, en plena crisis, el Estado destin¨® 16 millones y la Junta unos 52 millones. "Como a todo el mundo, a m¨ª tambi¨¦n me ha sorprendido la cifra de la Junta", afirma un alto cargo del Ministerio de Trabajo que pide el anonimato.
La principal diferencia entre las ayudas concedidas por ambas Administraciones es el control sobre las mismas. La Ley General de Subvenciones de 2003 aclaraba que cada subvenci¨®n que concede el Estado debe ir acompa?ada de una solicitud, una instrucci¨®n y una resoluci¨®n previa al pago y la justificaci¨®n del mismo. Sin embargo, el seguimiento a las ayudas a empresas sin que mediara ERE fue en numerosas ocasiones inexistente en las subvenciones concedidas por la Consejer¨ªa de Empleo. La estipulaci¨®n del convenio marco de 2001 entre el Instituto de Fomento de Andaluc¨ªa (IFA) y Empleo para regular las ayudas, fijaba el seguimiento del gasto, como una opci¨®n, sin un f¨¦rreo control: "Composici¨®n, en su caso, de la comisi¨®n de seguimiento de la asistencia t¨¦cnica encargada". Estas comisiones de control a veces brillaron por su ausencia y fueron la puerta abierta para el descontrol.
"Las ayudas son inversiones no creativas y un lubricante para situaciones extremas. Pero los procesos de negociaci¨®n han tenido una perversi¨®n por los acuerdos con los sindicatos bajo la frase: 'Si usted no tiene dinero, se lo pide al Gobierno", explican fuentes conocedoras del sistema de ayudas. Estas mismas fuentes piden el anonimato para no ser perjudicadas, porque en el sector de los expedientes de regulaci¨®n de empleo, los actores son pocos, muy pocos. Pero los ceros de las cifras son muy abundantes. "Existen mediadores de seguros que viven el resto de su vida de ciertos seguros. Si aciertas, te retiras", ejemplifica una fuente. Los porcentajes de beneficios perduran mientras las p¨®lizas de las prejubilaciones son abonadas durante a?os.
La literatura negra de las subvenciones siempre ha tenido grandes hitos como las defraudaciones por los cultivos y la producci¨®n agraria y esc¨¢ndalos como el del lino. La investigaci¨®n derivada del caso Mercasevilla ha dejado al descubierto unos beneficios millonarios que aprovecharon personas bien conocedoras de las grietas del sistema.
El Gobierno central empez¨® a conceder ayudas hace unos 25 a?os. Hoy la mayor¨ªa de Gobiernos auton¨®micos las ponen en pr¨¢ctica con m¨¢s o menos ¨¦xito. El Ejecutivo gallego invirti¨® en 2008 ocho millones en ayudas a la formaci¨®n en el textil y la automoci¨®n para evitar una ola de ERE en el sector industrial. Fue una iniciativa muy criticada porque se tom¨® a pocos meses de las elecciones auton¨®micas. Tras esos acuerdos, se pact¨® una medida para completar el 30% de los salarios en los ERE con aportaciones p¨²blicas. Nunca se puso en pr¨¢ctica.
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