La muerte de otro opositor encona las protestas en Bahr¨¦in

La p¨¦rdida del miedo al poder absoluto de los gobernantes segu¨ªa generando enfrentamientos ayer en diversos pa¨ªses ¨¢rabes. Un nuevo muerto por arma de fuego, el segundo en dos d¨ªas, oblig¨® al rey Hamad a comparecer en televisi¨®n y prometer que se investigar¨ªa lo sucedido. En Yemen, los estudiantes de la Universidad de San¨¢ mantuvieron su desaf¨ªo al presidente Ali Abdal¨¢ Saleh por quinto d¨ªa consecutivo, mientras llegaban noticias de que tambi¨¦n se manten¨ªa la protesta en Taiz.

Miles de chi¨ªes se echaron a las calles de Manama, la capital de Bahr¨¦in, tras conocerse que hab¨ªa una segunda v¨ªctima mortal. "El pueblo quiere la ca¨ªda del r¨¦gimen", coreaban los manifestantes repitiendo un popular eslogan de Egipto y T¨²nez. Seg¨²n el Centro por los Derechos Humanos de Bahr¨¦in, Ali Fadhel al Matruk muri¨® cuando la polic¨ªa antidisturbios dispar¨® contra unas 2.000 personas que asist¨ªan al funeral de un manifestante muerto el d¨ªa anterior. Al menos 25 tuvieron que recibir asistencia hospitalaria.

La mayor¨ªa chi¨ª se rebela en Manama contra la minor¨ªa sun¨ª en el poder

Consciente de la explosiva situaci¨®n que lo ocurrido ha creado en el reino, Hamad Bin Isa al Khalifa se esforz¨® por tender puentes al expresar sus condolencias por "la muerte de dos de nuestros queridos hijos". Ambos eran chi¨ªes. "Vamos a pedir a los diputados que investiguen lo sucedido y sugieran las leyes necesarias para que no vuelva a repetirse", prometi¨®. De momento, el principal grupo de oposici¨®n, el chi¨ª Wefaq, anunci¨® que va a boicotear el Parlamento, donde ocupa 18 de los 40 esca?os de la C¨¢mara

Los chi¨ªes, la comunidad mayoritaria en ese estrat¨¦gico archipi¨¦lago que alberga la base de la V Flota estadounidense, llevan a?os quej¨¢ndose de discriminaci¨®n por parte de la minor¨ªa sun¨ª que gobierna el pa¨ªs. Inspirados en las recientes revueltas de Egipto y T¨²nez, convocaron el lunes su D¨ªa de la Ira. Aunque el monarca asegur¨® que las protestas pac¨ªficas estaban permitidas en el reino, el despliegue policial de ese d¨ªa parec¨ªa cuestionarlo. Al Yazira mostr¨® un v¨ªdeo en el que se ve¨ªa a los antidisturbios disparando contra los manifestantes sin aparente provocaci¨®n.

En las ¨²ltimas semanas, el rey Hamad ha intentado apaciguar los ¨¢nimos anunciando la distribuci¨®n de 1.000 dinares (unos 2.000 euros) a cada familia bahrein¨ª y destinando 160 millones de dinares extra para frenar el previsto recorte de subsidios. Pero, a diferencia de otras monarqu¨ªas petroleras de la zona, Bahr¨¦in dispone de poco dinero extra para hacer frente a los problemas sociales.

Tampoco las concesiones pol¨ªticas ofrecidas por el presidente Saleh han satisfecho a los universitarios yemen¨ªes. Aunque los partidos de oposici¨®n han cesado sus manifestaciones tras la promesa de que no va a presentarse a la reelecci¨®n y de abrir un di¨¢logo nacional, los estudiantes mantienen su desaf¨ªo y piensan seguir protestando a diario "hasta que el dictador se vaya". Su firmeza volvi¨® a chocar ayer con los supuestos lealistas, somatenes armados de palos y piedras, listos para impedir por la fuerza cualquier concentraci¨®n.

"Cobardes, colaboradores de los americanos. El pueblo quiere di¨¢logo", coreaban frente a la entrada de la Universidad de San¨¢ varias decenas de hombres armados de palos y carteles con la imagen de Saleh. Los reventadores hab¨ªan llegado media hora antes de la manifestaci¨®n convocada por los estudiantes y ocupado su espacio. Temerosos de la violencia, los j¨®venes se apresuraron a cambiar la cita a una antigua sede universitaria, situada a un par de kil¨®metros y desde donde pretend¨ªan marchar hasta el palacio presidencial.

Antes de que pudieran reunirse, los progubernamentales, trasladados con rapidez por varios veh¨ªculos con matr¨ªcula militar, les cerraban el paso. Los manifestantes quedaron divididos en dos grupos de varios centenares, cuyas pancartas con la palabra "vete" en ¨¢rabe, trataban de romper sus rivales. Al menos tres estudiantes resultaron heridos. De momento, los analistas no consideran que estas protestas hayan puesto a Saleh contra las cuerdas. Sin embargo, el presidente no se est¨¢ arriesgando. Adem¨¢s de movilizar a sus leales (o pagarles, como denuncian los opositores), est¨¢ tomando otras medidas menos visibles. Un residente de Taiz contactado por tel¨¦fono asegur¨® a EL PA?S que la polic¨ªa cerr¨® durante toda la ma?ana de ayer el acceso a la ciudad para evitar que personas de fuera se sumaran a los manifestantes que desde hace al menos dos d¨ªas intentan establecer una presencia permanente al estilo de los egipcios en la plaza de Tahrir.