Los manifestantes en Bahr¨¦in dicen que no abandonar¨¢n las protestas en la capital
Miles de chi¨ªes se concentran en el centro de Manama para condenar la muerte de un segundo manifestante en los enfrentamientos. El r¨¦gimen bloquea el acceso a Internet
Las protestas en el mundo ¨¢rabe se han extendido a los pa¨ªses del golfo p¨¦rsico y despu¨¦s de Yemen, se han instalado en Bahrein, donde se suceden las manifestaciones masivas contra el r¨¦gimen del rey Hamad bin Isa al Jalifa, en el poder desde 1999. Miles de chi¨ªes se han concentrado hoy en el centro de Manama, capital del pais, para condenar la muerte del segundo manifestante en los enfrentamientos de esta semana.
El r¨¦gimen, controlado por la minor¨ªa sun¨ª, esta intentando frenar las protestas y ha bloqueado el acceso a Internet, seg¨²n confirma Nicholas Kristof, periodista del New York Times. "Es incre¨ªble que un pa¨ªs de bancos corte el acceso a Internet", afirma Kristof que se encuentra en Manama. "?Como van a trabajar las entidades financieras que son la principal base econ¨®mica del r¨¦gimen?" se preguntan los usuarios en la red. Un millar de manifestantes han pernoctado en la plaza de la Perla y, tras tomar el centro de la ciudad para exigir reformas econ¨®micas y pol¨ªticas, han asegurado que no abandonaran el lugar hasta que sus exigencias sean satisfechas.
El presidente de la Asociaci¨®n de la Juventud Bahrein para los Derechos Humanos, Mohamed al Maskati, ha asegurado a Efe que los organizadores continuar¨¢n su protesta, que ya ha llegado al tercer d¨ªa. Seg¨²n Al Maskati, la plaza ha sido rebautizada por los participantes con el nombre de la Liberaci¨®n, en referencia a la plaza de El Cairo donde miles de manifestantes se concentraron durante m¨¢s de dos semanas hasta la renuncia del presidente Hosni Mubarak, el pasado d¨ªa 11.
La polic¨ªa observa a los participantes sin actuar, seg¨²n ha asegurado a Efe el activista, que se encuentra en el lugar de la concentraci¨®n. Se espera que a lo largo del d¨ªa confluya m¨¢s gente en la plaza, especialmente tras la conclusi¨®n de la jornada laboral. Al Maskati ha comentado que el discurso ofrecido ayer por el rey, que lament¨® la muerte de dos manifestantes, y que inform¨® de que hab¨ªa comenzado una investigaci¨®n, no ha sido bien recibido. "A los participantes nonos importa si ha empezado una investigaci¨®n, lo que nos importa es que el rey no ha hecho ninguna menci¨®n a nuestras demandas", dijo Al Maskati.
Una monarqu¨ªa petrolera con una fachada democr¨¢tica
Los manifestantes piden reformas democr¨¢ticas y la dimisi¨®n del primer ministro Sheikh Khalifa bin Salman al-Khalifa, t¨ªo del rey. El principal bloque de oposici¨®n chi¨ªta Wefaq, que boicote¨® el parlamento para protestar por la represi¨®n por las fuerzas de seguridad sun¨ª, ha dicho que espera empezar las conversaciones con el gobierno el mi¨¦rcoles. "Apoyamos a la gente de aqu¨ª, no somos los encargados de adoptar decisiones", ha dicho Ibrahim Mattar, un parlamentario de Wefaq que se hab¨ªan unido al procesi¨®n para el funeral de las victimas. "Es la gente la que tiene que tomar de decisiones para el pa¨ªs", dijo Mattar, que ha agregado que su partido llamar¨ªa a la elecci¨®n directa del primer ministro.
Las protestas de ayer comenzaron frente al Hospital General de la localidad de Al Dih, donde se produjeron choques con las fuerzas de seguridad que emplearon gases lacrim¨®genos y dispararon balas de goma para dispersar a los manifestantes, que protestaban por la muerte el d¨ªa anterior de un joven. Esta revuelta popular comenz¨® el lunes y cuenta con una participaci¨®n sin precedentes en este pa¨ªs, un archipi¨¦lago con una superficie de tan solo 727 kil¨®metros cuadrados en el que viven poco m¨¢s de un mill¨®n de personas, la mitad de ellos extranjeros.
Aunque oficialmente Bahr¨¦in es una monarqu¨ªa parlamentaria, la democracia es solo aparente y el Gobierno gobierna al dictado de la familia real, cuyos miembros controlan realmente el poder. A pesar de la bonanza econ¨®mica del reino, sostenida por grandes reservas de petr¨®leo y gas y m¨¢s recientemente por el turismo de lujo y la banca internacional, la tensi¨®n entre la comunidad chi¨ª, que representa un 80% de la poblaci¨®n, y la sun¨ª impiden al pa¨ªs alcanzar una m¨ªnima estabilidad social.
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