"El lago de los cisnes' es la historia de un hombre lobo"
Con cara de no haber dormido en tres d¨ªas y sonrisa del que se sabe vencedor, Darren Aronofsky (Nueva York, 1969) afrontaba su encuentro con la prensa en la pasada Mostra de Venecia con una tranquilidad pasmosa, quiz¨¢s compar¨¢ndola con la que ¨¦l sufri¨® en el mismo certamen a cuenta de La fuente de la vida: la pel¨ªcula se hab¨ªa ganado un aplauso (literalmente) en su pase para la cr¨ªtica y al realizador no le result¨® pl¨¢cida la belicosidad de los plumillas. Sin embargo, con Cisne negro, la cosa ha sido muy distinta. Los acreditados aplaudieron con ganas, la rueda de prensa fue como la seda y en la promoci¨®n los ¨¢nimos estaban en lo m¨¢s alto. "S¨ª, me acuerdo de todo lo que pas¨® con La fuente de la vida, lo tengo muy presente", reconoc¨ªa Aronofsky con retranca nada m¨¢s sentarse a la mesa.
"La protagonista es alguien en constante conexi¨®n con el dolor"
Pregunta. Hay momentos en esta pel¨ªcula en que parece que Roman Polanski le haya robado la c¨¢mara...
Respuesta. [Sonr¨ªe] Polanski, s¨ª por supuesto, gracias por decirlo. La verdad es que soy un grand¨ªsimo fan de Polanski, habr¨¦ visto mil veces Repulsi¨®n o El quim¨¦rico inquilino...
P. ?Esas eran sus referencias para El cisne negro?
R. S¨ª, por supuesto, pero tambi¨¦n La mosca, de David Cronenberg, por todo el concepto de la transformaci¨®n. Para m¨ª^, El lago de los cisnes es en cierto modo como la historia de un hombre lobo. Ella es un cisne de d¨ªa pero de noche se convierte en algo totalmente distinto, mitad cisne, mitad mujer. Me excitaba esa idea, la idea de hacer una pel¨ªcula sobre una mujer-cisne, tomando la maravillosa flor que es Natalie Portman y transform¨¢ndola en esta criatura...
P. ?De d¨®nde surge la semilla de este proyecto?
R. Bueno, yo quer¨ªa hacer algo con la obra El doble, de Dostoievski, donde el protagonista ve que alguien empieza a tomar el control de su vida y a sustituirle. Al mismo tiempo, y porque mi hermana es bailarina, me atra¨ªa mucho la idea de hacer algo ambientado en el mundo del ballet, con la idea de que nadie hab¨ªa hecho nada realmente... c¨®mo dir¨ªa yo... algo con las luces encendidas, de corte realista, sobre ese universo tan espec¨ªfico. Cuando me plante¨¦ aquello me di de bruces con El lago de los cisnes, el cisne blanco, el cisne negro, y empec¨¦ a pensar: 'Bueno, aqu¨ª tambi¨¦n hay un doble'.
P. Cisne negro es su pel¨ªcula m¨¢s f¨ªsica hasta la fecha.
R. S¨ª. Me interesa much¨ªsimo ese concepto, absolutamente presente en el ballet, por el cual se intenta alcanzar la perfecci¨®n a trav¨¦s del cuerpo, del f¨ªsico.
P. ?Considera usted esta pel¨ªcula la otra cara de la moneda de El luchador?
R. Sue?o con el momento en que alg¨²n cine se atreva a programar una doble sesi¨®n con El luchador y Cisne negro. Para m¨ª las similitudes son evidentes: dos personas que est¨¢n en constante conexi¨®n con el dolor, que usan sus cuerpos para entretener y que al final acaban cediendo a su parte m¨¢s at¨¢vica. Una se mueve en la parte m¨¢s alta de la sociedad y el otro en la parte m¨¢s baja.
P. Viendo sus pel¨ªculas se dir¨ªa que le gusta explorar los l¨ªmites.
R. Cada pel¨ªcula es distinta: en estos momentos vivo en una etapa bastante equilibrada de mi vida y creo que se nota en lo que hago. Cuando hice Pi o R¨¦quiem por un sue?o estaba muy conectado con el car¨¢cter de mis personajes as¨ª que algo de eso que comentas est¨¢ ah¨ª.
P. ?ltimamente, lo de dirigir en Hollywood parece que est¨¢ m¨¢s dif¨ªcil que nunca.
R. Todos los trabajos son duros, preg¨²ntale si no a un maestro de escuela. En todas partes hay dureza hay. ?Sabes cual es el oficio m¨¢s duro del mundo? El de periodista que cubre festivales de cine. T¨ªo, eso s¨ª que es duro.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.