Los egipcios vuelven a las calles para exigir a los militares el fin del r¨¦gimen

Millones de egipcios salieron ayer a la calle para advertir al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas que "ahora la soberan¨ªa reside en el pueblo" y que est¨¢n dispuestos a volver a ocupar la plaza de Tahrir si no se cumplen los objetivos de la revoluci¨®n que acab¨® el viernes de la semana pasada con Hosni Mubarak. Desde El Cairo a Alejandr¨ªa, pasando por otras muchas ciudades, los egipcios acudieron en masa a la celebraci¨®n del D¨ªa de la Victoria sobre la dictadura, pero insistieron a voz en grito en que "hay que desmantelar todo el r¨¦gimen".

Fue una aut¨¦ntica fiesta nacionalista, que comenz¨® nada m¨¢s terminar la plegaria del mediod¨ªa, oficiada por el prestigioso te¨®logo Yusef al Karadawi. Un impresionante silencio se adue?¨® de la plaza de la Liberaci¨®n, en la que no cab¨ªa un alfiler, cuando el anciano im¨¢n pidi¨® una oraci¨®n por los 365 egipcios muertos en la revuelta. Pero conforme pronunciaban el ¨²ltimo am¨¦n, un mar de banderas se alzaba en el coraz¨®n de El Cairo y ondeaba al son de ?viva Egipto! y ?abajo el r¨¦gimen!

La gente pide la libertad de los presos pol¨ªticos y el fin del estado de excepci¨®n

Las Fuerzas Armadas anuncian la detenci¨®n de tres odiados exministros

Si la alegr¨ªa era incontenible, la firmeza no lo era menos. Quienes durante 18 d¨ªas echaron un pulso al hombre que gobern¨® Egipto con pu?o de hierro durante 30 a?os, tienen muy claro que la revoluci¨®n est¨¢ inacabada y que no hay tiempo que perder. Las consignas son cada d¨ªa m¨¢s contundentes y ya no se conforman con la ca¨ªda de Mubarak, sino que exigen que "todos aquellos que formaron parte de la corrupci¨®n del r¨¦gimen sean llevados a los tribunales". "Descansad en paz porque vuestra lucha nos ha devuelto nuestros derechos", coreaban una y otra vez en la plaza, mientras muchos alzaban fotos de los muertos.

Tras las multitudinarias manifestaciones, la junta asegur¨® que no permitir¨¢ que contin¨²en las protestas en el pa¨ªs, informa Efe. "No permitiremos que contin¨²en las pr¨¢cticas ilegales que ponen en peligro la naci¨®n", asegur¨® en un comunicado recogido por la televisi¨®n el Consejo Supremo.

Ibrahim el Moalem, propietario y director del diario independiente Dar el Shoruk y uno de los miembros del comit¨¦ de 18 sabios creado hace dos semanas para asesorar al tambaleante r¨¦gimen sobre las demandas de los manifestantes, tambi¨¦n opina que los militares deben cumplir cuanto antes los compromisos adquiridos. "Es urgente la liberaci¨®n de los presos pol¨ªticos, el levantamiento del estado de excepci¨®n y el nombramiento de un Gobierno de tecn¨®cratas que ponga en marcha la transici¨®n", afirma.

El Moalem teme que el retraso en la actuaci¨®n del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas permita a muchos de los implicados en la corrupci¨®n de la dictadura "quemar los documentos que les incriminan y cambiarse de chaqueta para los nuevos tiempos". Aunque afirma que las decisiones adoptadas hasta ahora por el consejo "permiten albergar confianza en que impulsar¨¢ unas elecciones libres y democr¨¢ticas", expresa su preocupaci¨®n por el evidente par¨®n de los tres ¨²ltimos d¨ªas.

El consejo anunci¨® esta semana la formaci¨®n de un comit¨¦ para reformar en 10 d¨ªas la Constituci¨®n, la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum en dos meses y elecciones generales en seis meses. El Movimiento 6 de Abril y otros organizadores de las protestas consideran, sin embargo, que son ellos, junto a los dem¨¢s opositores, quienes deben decidir este ¨²ltimo punto y evaluar si hay tiempo para preparar la campa?a, mientras que la obligaci¨®n del Consejo Supremo es levantar ya el estado de excepci¨®n vigente desde 1981.

Para tratar de calmar los ¨¢nimos, horas antes de que la gente se echara a la calle, los militares anunciaron la detenci¨®n de los tres ministros m¨¢s odiados del ¨²ltimo Gobierno de Mubarak. El exministro del Interior, Habib el Adli, al que los manifestantes de Tahrir acusan de la tortura y los asesinatos cometidos por la polic¨ªa secreta, fue acusado de blanqueo de dinero; mientras que los extitulares de Turismo y Vivienda, Zoheir Garranah y Ahmad el Maghrabi, fueron detenidos por desv¨ªo de fondos p¨²blicos. Los tres han pasado a disposici¨®n judicial. Junto a ellos fue detenido el magnate del acero Ahmed Ezz, secretario de organizaci¨®n del gobernante Partido Nacional Democr¨¢tico.

La mayor¨ªa de quienes ayer acudieron a la plaza de la Liberaci¨®n eran familias completas. Muchas con ni?os peque?os, algunas con renqueantes abuelos apoyados en bastones. Unos se iban y otros ven¨ªan. "Nunca imagin¨¦ que los egipcios fu¨¦semos capaces de llevar a cabo una revoluci¨®n, pero ahora no dejar¨¦ que nos la roben", se?ala Said Caymoani, un ingeniero de 60 a?os. Su hijo, de 25 a?os, le vaticin¨® hace dos que la juventud egipcia se levantar¨ªa contra la dictadura. "No le cre¨ª. Tuve que venir con ¨¦l a la plaza de Tahrir para comprender que se hab¨ªa iniciado un proceso imparable", dice.

Cuando el alto mando militar anunci¨® durante las revueltas que no disparar¨ªa contra los manifestantes, se estableci¨® una especie de alianza entre los egipcios y los militares. Con la Marcha de la Victoria, los organizadores de las protestas han comprobado que siguen teniendo capacidad de convocatoria y recurrir¨¢n a ella si el Consejo no cumple la misi¨®n que le ha encomendado el pueblo egipcio.