Obama brinda con Silicon Valley

El presidente es consciente de que el aliento de la competencia se siente cada vez m¨¢s cerca y de que si Estados Unidos no est¨¢ alerta, otros no solo les pisar¨¢n los talones, sino que los adelantar¨¢n. "Esta es la naci¨®n de Edison y los hermanos Wright, de Google y de Facebook; la innovaci¨®n no es para nosotros solo un medio de cambiar nuestra vida, es nuestra forma de vivir". Esas palabras las dijo Barack Obama en el pasado discurso de la Uni¨®n. Entonces pronunci¨® hasta siete veces la palabra Internet -no la mencion¨® en sus otros dos anteriores discursos-. Esta semana, el mandatario ha viajado hasta el Oeste del pa¨ªs para cenar -y brindar- con el futuro, los hombres que poseen la Red y que han cambiado la forma de comunicarse de al menos 500 millones de personas e incluso posibilitan revoluciones.

Obama es consciente, teme y lo dice, que China e India ya forman m¨¢s t¨¦cnicos y cient¨ªficos que EE UU. Sabe que los hogares de Corea del Sur tienen acceso m¨¢s r¨¢pido a Internet que la primera potencia mundial. Y admite que China alberga la mayor instalaci¨®n privada de investigaci¨®n solar y el ordenador m¨¢s r¨¢pido del mundo. El presidente sabe que el tren de la tecnolog¨ªa no se puede perder. El precio ser¨ªa muy alto. No m¨¢s Edisons, ni Wrights, ni Jobs ni Zuckerbergs.

Yendo a California, al Silicon Valley que concentra las grandes de la inform¨¢tica, el presidente viajaba a territorio amigo para estrechar la mano y conversar con los l¨ªderes indiscutibles en la escena internacional en el mercado tecnol¨®gico.

En el Este, en Washington, Obama pelea cada d¨ªa a cara de perro por apa?ar acuerdos para sacar adelante su presupuesto. En el Oeste, el presidente pidi¨® a Steve Jobs (Apple), Mark Zuckerberg (Facebook), Eric Schmidt (Google) y Dick Costolo (Twitter), entre otros, "ideas" para consolidar la posici¨®n de dominio comercial de EE UU. El objetivo es duplicar las exportaciones en cinco a?os y lograr la creaci¨®n de millones de puestos de trabajo. La ausencia de un representante de Microsoft fue muy comentada.

El encuentro de Obama con los amos de la Red fue a puerta cerrada. La Casa Blanca autoriz¨® algunas fotograf¨ªas oficiales tomadas por Pete Souza. Los empresarios y el presidente cenaron en la casa del inversor John Doerr, en el barrio residencial de Woodside, a las afueras de San Francisco. La prensa no logr¨® robar una sola imagen de Jobs, el fundador de Apple, alejado de la escena laboral desde que el pasado mes de febrero anunciara una baja indefinida por nuevos problemas de salud, tras su c¨¢ncer de p¨¢ncreas de 2004 y su trasplante de h¨ªgado en 2009.