El impacto de Egipto sobre los emergentes

A pesar de lo inesperado y dram¨¢tico de la sublevaci¨®n en Egipto, el impacto sobre los mercados financieros ha sido limitado. Las Bolsas y los tipos de cambio apenas se han visto afectados aunque es cierto que el efecto ha sido relativamente m¨¢s severo en el Medio Oriente y en el Norte de ?frica y los flujos de capitales de corto plazo a los mercados emergentes s¨ª se han visto afectados.

El limitado, aunque asim¨¦trico, impacto podr¨ªa tener varias explicaciones. La primera es que ni T¨²nez ni Egipto son pa¨ªses sist¨¦micos dentro del mundo emergente, lo que reducir¨ªa sustancialmente la probabilidad de contagio. Esta explicaci¨®n parece poco cre¨ªble si se considera el tama?o de Egipto (la segunda econom¨ªa de ?frica despu¨¦s de Sud¨¢frica) y su influencia en el mundo ¨¢rabe. Adem¨¢s, ya hay pa¨ªses que se est¨¢n viendo afectados como Bahrein o Ir¨¢n, aunque la situaci¨®n siga estando relativamente controlada por sus respectivos Gobiernos. La segunda, mucho m¨¢s plausible, es que la sublevaci¨®n en Egipto coincide con un boom econ¨®mico del mundo mientras que el mundo desarrollado no termina de despegar. Los inversores, por tanto, son reacios a reducir su exposici¨®n a estas econom¨ªas, por lo que prefieren hacer o¨ªdos sordos a un posible contagio m¨¢s generalizado.

Las protestas pueden llevar a mejorar la gesti¨®n en pa¨ªses con graves problemas pol¨ªticos y socio-econ¨®micos

?Puede ese contagio producirse m¨¢s all¨¢ de los eventos aislados en otros pa¨ªses isl¨¢micos? La respuesta es claramente afirmativa, aunque la probabilidad de que ocurra es muy diferente entre las distintas econom¨ªas emergentes. Cuanto m¨¢s dictatorial y corrupto sea el r¨¦gimen, mayor sea la desigualdad de la renta y m¨¢s joven la poblaci¨®n, m¨¢s alta ser¨¢ la probabilidad de un evento como este. El hecho de ser un pa¨ªs isl¨¢mico no tiene por qu¨¦ ser clave en esta f¨®rmula explosiva, ampliando as¨ª el universo de posibilidades de contagio.

En cualquier caso, los efectos negativos de este posible contagio parecen m¨¢s de corto plazo que de largo. En el largo plazo cualquier econom¨ªa deber¨ªa beneficiarse de un cambio de r¨¦gimen si este es insostenible pol¨ªtica y socialmente.

En otras palabras, los acontecimientos recientes en el Medio Oriente podr¨ªan desembocar en una mejor gesti¨®n de algunos pa¨ªses emergentes con graves problemas pol¨ªticos y socio-econ¨®micos, como es el caso de Egipto y T¨²nez y seguramente otros.

Alicia Garc¨ªa-Herrero es economista jefe de Mercados Emergentes de BBVA Research.