C¨®mo convencer a los mercados
Zapatero pec¨® de optimismo y Salgado acert¨® al asumir un plan contra la crisis
?C¨®mo forman sus expectativas los mercados? ?Qu¨¦ estiman los agentes financieros? ?Se puede alterar el curso de los acontecimientos econ¨®micos? Daniel Beunza, profesor de la London School of Economics y experto en comunicaci¨®n financiera, sostiene que s¨ª. Que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero se equivoc¨® estrepitosamente en julio de 2008 cuando dijo: "El pesimismo no crea empleo". El presidente del Gobierno envi¨® el mensaje equivocado. "Durante todo 2009, el mensaje que recib¨ªan los inversores internacionales desde Espa?a era que no hab¨ªa crisis, que no hab¨ªa necesidad de reformas", explic¨® Beunza en una presentaci¨®n en Valencia con ocasi¨®n del certamen Forinvest de servicios financieros, "todo fue despotricar contra el Financial Times".
Beunza: "No analizo lo que hizo el chef, sino c¨®mo present¨® el plato"
"Pero los inversores internacionales residentes en Londres, muchos de ellos espa?oles, comprobaban que el presupuesto del Estado en 2008 se modific¨® apenas dos meses despu¨¦s de aprobado, y que estimaba un aumento irreal de la recaudaci¨®n con un crecimiento previsto del 3% en 2010 cuando la econom¨ªa espa?ola estaba plana".
Solo faltaba la crisis griega. El Financial Times volv¨ªa a la carga. Espa?a era uno de los Pigs (Portugal, Irlanda, Grecia y Espa?a), un pa¨ªs perif¨¦rico, similar a Grecia y con un d¨¦ficit elevad¨ªsimo. Un tri¨¢ngulo capaz de desatar la peor tormenta financiera.
Beunza pas¨® por encima de la bondad de las decisiones del Gobierno: "No analizo lo que hizo el chef, sino c¨®mo present¨® el plato". Y concluy¨® que, a ojos de los mercados, las cosas empezaron a cambiar cuando Elena Salgado, vicepresidenta econ¨®mica, y Jos¨¦ Manuel Campa, secretario de Estado de Econom¨ªa, visitaron la sede del Financial Times en Londres en febrero de 2010. "El contacto personal es muy importante, a partir de ah¨ª puedes llamar por tel¨¦fono y corregir datos err¨®neos".
Otra iniciativa acertada fue "la reuni¨®n con inversores espa?oles de la City para pedirles consejo sobre c¨®mo bajar el riesgo pa¨ªs". Los inversores pidieron "transparencia", un itinerario de reformas con plazos concretos, "una hoja de ruta, y una reforma de la estructura financiera del Estado, de las comunidades aut¨®nomas".
Las decisiones de los inversores siempre entremezclan realidad y ficci¨®n. Zapatero habr¨ªa actuado como Alan Schwartz, vicepresidente del banco de inversi¨®n Bear Stearns. El banco perdi¨® 3.000 millones de d¨®lares en una operaci¨®n fallida en 2008. La informaci¨®n se difundi¨® un lunes. El martes, Schwartz declar¨® en una entrevista con CNBC: "No hay ning¨²n problema de liquidez". El jueves, grandes inversores retiraron 14.000 millones de d¨®lares del banco. El viernes, Bear Stearns no pudo abrir sus puertas.
Salgado habr¨ªa estimulado otra forma de abordar el problema. "La comunicaci¨®n financiera no tiene nada que ver con los mensajes a los consumidores o los votantes".
Beunza ilustr¨® c¨®mo act¨²an los mercados con otro ejemplo. En diciembre de 1998, las acciones de Amazon val¨ªan 200 d¨®lares. El mismo d¨ªa, un analista recomend¨® comprar y augur¨® que subir¨ªan a 400. Identific¨® Amazon con una empresa de Internet, similar a la firma Dell que vende tel¨¦fonos online y tom¨® en consideraci¨®n los ingresos que declaraba la firma.
Otro, sin embargo, recomend¨® vender y augur¨® que las acciones caer¨ªan hasta los 50 d¨®lares. Identific¨® Amazon con una librer¨ªa, similar a la firma Barnes & Noble, una de las grandes librer¨ªas estadounidenses, y tom¨® en consideraci¨®n las p¨¦rdidas.
Entonces, la cotizaci¨®n de Amazon alcanz¨® los 400 d¨®lares. Ahora est¨¢ por ver si los mercados son capaces de apreciar "la competitividad subyacente" que revela la econom¨ªa espa?ola si se excluyen de los gr¨¢ficos los datos relativos a la construcci¨®n.
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