"En M¨¦xico no vamos a permitir que se pierda Monterrey"
El ingeniero Zambrano ha salido al rescate de Monterrey. L¨ªder de la universidad privada m¨¢s prestigiosa de M¨¦xico -el TEC- y de Cemex, una de las mayores compa?¨ªas cementeras del mundo, Lorenzo H. Zambrano Trevi?o, de 66 a?os, ha puesto entre sus principales objetivos salvar a su ciudad, la capital del Estado de Nuevo Le¨®n, de las garras de los criminales. Al principio con sorpresa e incredulidad y ahora con aut¨¦ntico p¨¢nico, los regiomontanos observan c¨®mo el prestigio de su ciudad -la joya empresarial de M¨¦xico- sucumbe bajo la violencia. El ingeniero Zambrano ha puesto a algunos de los m¨¢s brillantes profesionales a analizar el problema, a buscar soluciones y a vertebrar organizaciones civiles que exijan de los pol¨ªticos honestidad, transparencia y, sobre todo, resultados. El rescate de Monterrey no se antoja f¨¢cil, pero s¨ª imprescindible para el futuro de M¨¦xico.
"Tenemos que rehacer la polic¨ªa completamente. Lo que hay no sirve"
"Queremos eficacia. Estamos hartos de corrupci¨®n y de ineficiencia"
"Ya no es tiempo de planes, lo que necesitamos es gente muy decidida"
"Hay que involucrarse. No podemos decir: es la guerra de Calder¨®n"
Pregunta. ?Por qu¨¦ decidi¨® implicarse en el rescate de Monterrey?
Respuesta. Por el cari?o y el apego que le tengo a Monterrey; yo soy de aqu¨ª y es aqu¨ª donde he realizado mis sue?os. La violencia empez¨® a desatarse en 2008, pero al principio vivimos una etapa de negaci¨®n. Pensamos que ser¨ªa pasajera, que se trataba de acomodos menores entre mafias. Ya hab¨ªamos escuchado que hab¨ªa narcotraficantes viviendo aqu¨ª, pero en su momento no exigimos que esa gente se fuera de la ciudad. Si le soy muy sincero, en Monterrey nos volvimos un poco arrogantes. Descuidamos cosas muy importantes: una polic¨ªa capaz, ¨®rganos ciudadanos que fiscalizaran la acci¨®n pol¨ªtica, que exigieran a nuestros gobernantes transparencia y eficacia.
P. ?Cu¨¢l es la primera medida?
R. Tenemos que rehacer la polic¨ªa completamente. Hay que asumir que lo que hay no sirve. Tenemos soluciones para corto plazo que implican apoyarnos en Instituciones Mexicanas como el Ejercito y la Marina, que han demostrado su compromiso y eficacia -est¨¢n llegando refuerzos de la Federaci¨®n y unos 300 efectivos del Ej¨¦rcito van a funcionar como polic¨ªas estatales-, pero el reto m¨¢s dif¨ªcil es a medio y largo plazo. Tenemos que crear una academia para formar polic¨ªas que est¨¦n orgullosos de su profesi¨®n, que la sociedad civil los vea como protectores y no como asaltantes. Lo siguiente es involucrar a la ciudadan¨ªa. Que observe, que se coordine, que participe a trav¨¦s de las organizaciones y redes sociales. Que pase informaci¨®n de lo que est¨¢ viendo y le parezca sospechoso, que se involucre, que denuncie -y para ello, claro est¨¢, necesitamos autoridades confiables-. Tenemos que formar ciudadanos. Est¨¢bamos dormidos, pero ahora estamos ocupados. Y yo le aseguro que Monterrey puede movilizarse muy r¨¢pidamente.
P. Usted dice "tenemos"... Eso no sucede en otras zonas del pa¨ªs, donde se ve la lucha entre el Gobierno y el crimen organizado como una guerra ajena.
R. En Monterrey tenemos que lograr lo que se ha dado en llamar el "consenso M¨¦xico". Queremos transparencia, eficacia. Estamos hartos de corrupci¨®n y de ineficiencia en el Gobierno. Nos descuidamos y se metieron los insectos hasta la cocina. Y eso no lo podemos tolerar en el siglo XXI. Hemos dedicado muchos esfuerzos, muchos recursos, toda la vida, al Tecnol¨®gico de Monterrey y a Cemex y a la ciudad de Monterrey y no vamos a permitir que todo ese trabajo se pierda por la ineptitud. Tenemos una elevada poblaci¨®n estudiantil y est¨¢bamos consiguiendo crear un centro regional de salud atrayendo a los mejores doctores de la Rep¨²blica. Pero todo eso se est¨¢ perdiendo porque ahora todo el mundo anda con miedo por la calle. Y no, no vamos a permitir que el crimen domine Monterrey. ?La diferencia con otras ciudades? Sinceramente, hemos sido un poquito m¨¢s efectivos para hacer que las cosas sucedan. Siempre hemos sido muy respetuosos con la autoridad, pero muy firmes. Nunca dimos la lata con cosas peque?as, pero ahora s¨ª hemos exigido que se nos tome en serio.
P. ?Y cu¨¢l ha sido la respuesta?
R. La respuesta ha sido positiva porque nuestro llamado es de sentido com¨²n. A la autoridad le hemos recordado dos cosas. Una: que el futuro de sus carreras pol¨ªticas depende de los resultados que se den aqu¨ª y ahora. Y dos: si estamos en guerra -y estamos-, ya no necesitamos planes que no se ejecutan, lo que necesitamos es gente decidida a actuar. Y eso no se estaba logrando. Le cuento un an¨¦cdota: un ex responsable policial nos dijo en confianza: yo hac¨ªa lo suficiente para que no me despidieran, pero no tanto como para que los narcos me quisieran matar... Esa actitud de tibieza, tolerada hasta ahora, ya no sirve. Hace falta pasar a la acci¨®n. Se lo hemos recordado al gobernador, que es una persona joven y con aspiraciones en la pol¨ªtica y lo ha entendido r¨¢pidamente: su futuro depende de la soluci¨®n de Monterrey. La prueba es que hace solo unos d¨ªas ha cambiado a todo el Gabinete de Seguridad.
P. Usted fue muy duro con algunos empresarios de Monterrey que, en cuanto empezaron a sonar los tiros, se pusieron a salvo en EE UU. ?Cree indispensable que la sociedad civil se implique en la lucha del presidente Felipe Calder¨®n contra la inseguridad?
R. Es fundamental. Ni como sector privado ni como ciudadanos podemos decir: es la guerra de Calder¨®n. El Gobierno es el que elegimos y hay que exigirle cuentas y por eso hay que quedarse. Y s¨ª, a m¨ª me dio mucha rabia que a la primera dificultad algunos empresarios eligieran la soluci¨®n f¨¢cil: me voy. Me dio coraje que tiraran la toalla, que no se quedaran a defender lo que hab¨ªan construido sus padres y sus abuelos. Pero es que, adem¨¢s, estaban poniendo de moda irse. Ya no se iban por miedo, sino por moda. Entonces decid¨ª exhibirlos. Les dije p¨²blicamente: si te quieres ir, vete, pero no te vas como h¨¦roe, te vas porque no quisiste enfrentar un problema dif¨ªcil. Como dijo Carlos Slim, y tiene toda la raz¨®n, se fueron dejando su negocio a la deriva. Algunos que se fueron con 10 van a regresar con mucho menos...
P. Hablando de Calder¨®n. ?Fue razonable su decisi¨®n de declarar la guerra al narcotr¨¢fico?
R. ?l dice y con raz¨®n que se encontr¨® un paciente que cuando lo abri¨® estaba invadido de c¨¢ncer. Ten¨ªa dos opciones: cerrarlo o combatirlo. Y no ten¨ªa otra opci¨®n. Yo creo que la ¨²nica cr¨ªtica que se puede hacer es si pudiera haber sido o no m¨¢s efectivo. Pero ten¨ªa que hacerlo con lo ¨²nico que ten¨ªa a mano: el Ej¨¦rcito y la Marina. Cualquier presidente serio hubiera hecho lo mismo. La alternativa era entregar la mitad del territorio a los narcos como sucedi¨® en Colombia.
P. ?El futuro de M¨¦xico depende en gran parte de lo que suceda aqu¨ª? No es lo mismo perder Ciudad Ju¨¢rez que Monterrey...
R. De acuerdo... De acuerdo... Si perdemos Monterrey, ya lo dem¨¢s est¨¢ perdido. Pero estamos luchando por salir adelante. Las organizaciones civiles de Nuevo Le¨®n son fuertes, son activas, muy libres, muy independientes. Y nuestros sindicatos pesan. Y las clases medias. Y las empresas grandes tambi¨¦n pesan... Saldremos adelante. No permitiremos que se pierda Monterrey.
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