Ropa de lujo para todos los bolsillos
El exclusivo 'outlet' Las Rozas Village aumenta sus ventas un 24% en 2010 a pesar de la crisis - Muchos turistas lo marcan como visita imprescindible
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Una multitud aguarda haciendo cola sobre una alfombra roja a la intemperie. Un portero maneja la fila. Si se van cinco entran cinco. Aunque es s¨¢bado, del interior del local no sale m¨²sica ni gente a fumarse un cigarrillo. A trav¨¦s del cristal se ve a la multitud removiendo ropa. Todo por un polo de una conocida firma con descuentos de hasta el 80%. Los outlets (centros comerciales con ropa en oferta todo el a?o) est¨¢n de moda y, en tiempos de crisis, hasta el lujo se permite hacer cola.
"Esto est¨¢ bien, pero solo para fondo de armario", parece excusarse Elena, una joven madre que empuja un carrito de beb¨¦ lleno de volantes y lazos por el centro comercial Las Rozas Village. Sin embargo, no solo se venden vaqueros o camisetas; las firmas internacionales m¨¢s exclusivas hacen su agosto con art¨ªculos de otras temporadas o productos que no han tenido salida en el mercado. Las cifras no admiten excusas: en los dos ¨²ltimos a?os el outlet ha incrementado su volumen de ventas en casi un 40%, un 24% solo en los primeros nueve meses de 2010.
El a?o pasado m¨¢s de tres millones de personas visitaron el centro comercial
La mayor¨ªa de los clientes extranjeros son brasile?os, chinos y rusos
Todo un hito con la que est¨¢ cayendo, que incluso asombra a los propios trabajadores del centro comercial. Uno de los dependientes de Polo Ralph Lauren, Jos¨¦ Lucas Rodr¨ªguez, de 31 a?os, reconoce que es la primera vez que se pone seguridad en la puerta de la tienda "como si fuera un Pach¨¢". Desde la apertura del outlet en 2000 nadie recuerda una afluencia de gente como las pasadas navidades y estas rebajas. En total, m¨¢s tres millones de visitantes en 2010.
?Por qu¨¦ este incremento? O los ricos tambi¨¦n se aprietan el cintur¨®n o el lujo se pone al alcance de todos. Es dif¨ªcil saberlo, pero la realidad es que el despliegue de los outlets ha coincidido con los tiempos de crisis. Las relajadas y silenciosas ma?anas de compras, que durante la semana marcan el ritmo habitual en Las Rozas, se convierten en una locura los fines de semana. Aquel vestido que no consigui¨® venderse por centenares de euros en la tienda aqu¨ª vuela en solo unas horas. Una etiqueta de firma y un descuento del 60% le ganan la batalla hasta al gusto.
Como en las jornadas de caza, el ¨¦xito no siempre est¨¢ asegurado. "Hay que tener suerte, un d¨ªa sales con 10 cosas y otro d¨ªa sin nada", dice Eduardo Gonz¨¢lez, de 25 a?os, que hoy se va con una mueca de descontento y las manos vac¨ªas. Entre los marquistas y los cazadores de gangas tambi¨¦n se ve un buen n¨²mero de extranjeros. Los turistas suponen el 40% del total de visitantes, y la mitad de ellos son extranjeros. Principalmente, brasile?os, chinos y rusos.
Mientras una pandilla de asi¨¢ticos remueve prendas en la estanter¨ªa de vaqueros de Dolce & Gabbana, un hombre rodeado de bolsas espera a su mujer sentado en un banco frente al local. Ella vuelve con otro paquete y explica que cuando planificaron su viaje a Espa?a desde Rusia pusieron el outlet como imprescindible del circuito. "Tendremos que comprar otra maleta", dice en ingl¨¦s mirando su bot¨ªn.
Aunque tras el recorrido hay quien asegura "que todo es m¨¢s barato en Andorra", en el aparcamiento del outlet los hermanos Bustos presumen de conocerse al dedillo todos los secretos del centro comercial, que tiene un centenar de tiendas. "Venimos todo lo que deja el bolsillo", dicen riendo antes de colarse en el village.
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Sobre la firma
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