Espada del Islam, hijo y sucesor del dictador
La familia ha acaparado el poder y los negocios del pa¨ªs
Muamar el Gadafi se pas¨® durante a?os recibiendo a jefes de Gobierno dentro de su tienda de beduino. Estaba, de alguna forma, simbolizando su concepto primitivo y f¨¦rreo de las cuestiones de Estado. M¨¢s all¨¢ de sus conocidas excentricidades, la vida pol¨ªtica del dictador libio ha girado siempre en torno al sentimiento de tribu y una confianza absoluta en el clan familiar.
Si en los primeros a?os de su r¨¦gimen se rode¨® de primos y cu?ados para afianzarse tras el golpe de Estado que le llev¨® al poder en 1969, pasado el tiempo y aumentada la familia, Gadafi fue depositando responsabilidades y negocios en sus ocho hijos con el fin de tener bien atados todos los cabos en el pa¨ªs norteafricano. En octubre de 2009, ante una asamblea de jefes tribales y notables, no tuvo problemas en nombrar sucesor a su hijo, Saif el Islam, el mismo que el domingo lanz¨® un mensaje televisado cargado de amenazas para aterrorizar a la poblaci¨®n que se manifestaba en las calles. Saif el Islam, que significa Espada del Islam, rompi¨® con su imagen de supuesto reformista, cultivada por el propio r¨¦gimen, y apel¨® al esp¨ªritu guerrero de su abuelo, que se enorgulleci¨® hasta su muerte de haber sido herido en el campo de batalla combatiendo contra el Ej¨¦rcito colonial italiano, cuando dijo que su familia luchar¨ªa "hasta que caiga el ¨²ltimo hombre".
Saif, arquitecto de 38 a?os, se impuso a su hermano Mutasim, militar de carrera
Al Saadi y An¨ªbal se han dedicado a derrochar dinero y hacer tropel¨ªas
Seg¨²n la organizaci¨®n Global Security, este arquitecto culto e inteligente de 38 a?os, que posee un estudio en Tr¨ªpoli y es due?o de un grupo de medios informativos que incluye televisiones por sat¨¦lite y peri¨®dicos, cuenta con el respaldo de su padre para sustituirle como "gu¨ªa de la revoluci¨®n". Con su doctorado en la London School of Economics, se ha convertido en el hijo predilecto del clan, pese a su falta de conocimientos militares, situ¨¢ndose en mejor posici¨®n que su hermano Mutasim, teniente coronel de 36 a?os que estaba en las apuestas a la sucesi¨®n y desempe?a el cargo de asesor de seguridad nacional.
El Islam apareci¨® en la escena internacional en el a?o 2000 cuando negoci¨® la liberaci¨®n de unos rehenes apresados por terroristas isl¨¢micos en Filipinas. Desde entonces ha desempe?ado funciones importantes en la gesti¨®n de conflictos, como el caso Lockerbie o el desmantelamiento del programa nuclear, que han permitido a Libia mejorar su imagen ante la comunidad internacional. A ese papel de mediador, que le dio cierto cr¨¦dito en algunos c¨ªrculos diplom¨¢ticos de Occidente, le acompa?¨® un talante reformista con sus cr¨ªticas a la vieja guardia y los comit¨¦s revolucionarios que impon¨ªan la ortodoxia pol¨ªtica. Sin embargo, aseguran algunos expertos, su apertura al exterior ha respondido mucho m¨¢s a los fines comerciales que a la concesi¨®n de derechos y libertades.
El Islam, como Mutasim o Jamis, otro de los hijos, que es un hombre fuerte de las Fuerzas Armadas, representan al orgulloso y autoritario Gadafi. Pero, como en las viejas par¨¢bolas, siempre hay ovejas descarriadas que, en este caso, ilustran otros rasgos distintivos de la extravagante personalidad del l¨ªder libio. El Gadafi derrochador se encuentra en Al Saadi, de 37 a?os, que nunca ha mostrado inter¨¦s por la pol¨ªtica pero decidi¨® invertir sus influencias en jugar al f¨²tbol. Su sue?o era convertirse en una estrella del calcio y lucirse en alg¨²n partido de la Liga de Campeones, pero se tuvo que conformar con vestir las camisetas del Perugia, Udinese y Sampdoria, disputando tan solo dos partidos a lo largo de tres Ligas italianas y enfrent¨¢ndose adem¨¢s a una sanci¨®n por dopaje. Saadi, sin embargo, no se desanim¨® y decidi¨® lanzarse al cine fundando una productora de pel¨ªculas del Oeste.
El Gadafi vividor se halla en An¨ªbal, de 34 a?os, propenso a la bronca y a saltarse las normas. En el verano de 2008 fue detenido en Ginebra por agredir a dos empleados del hotel en el que se alojaba con su esposa. Tras pasar dos noches en la c¨¢rcel y abonar una fianza de casi 300.000 euros, regres¨® a Libia y abri¨® una crisis diplom¨¢tica. Su padre respondi¨® reteniendo a dos hombres de negocios suizos y suspendiendo la venta de petr¨®leo al pa¨ªs europeo. En 2004, An¨ªbal hab¨ªa sido ya arrestado en Par¨ªs por saltarse varios sem¨¢foros en rojo por los Campos El¨ªseos.
Y el Gadafi antiimperialista, de ra¨ªz pan¨¢rabe, se esconde en su ¨²nica hija, Aisha, de 30 a?os. En julio de 2004, se hizo bastante popular al unirse al equipo jur¨ªdico que defendi¨® a Sadam Husein. En el conflicto diplom¨¢tico de su hermano An¨ªbal en Suiza, se person¨® en Ginebra para advertir a las autoridades helv¨¦ticas: "Aplicaremos la pol¨ªtica del ojo por ojo y diente por diente". En este caso, como tambi¨¦n hizo Espada del Islam, tom¨® del padre el tono amenazador.
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