Los forenses demuestran en el juicio que Mari Luz Cort¨¦s muri¨® ahogada en la r¨ªa
Mari Luz Cort¨¦s muri¨® ahogada. Los m¨¦dicos forenses encargados de la autopsia de la ni?a de cinco a?os, asesinada en 2008, comparecieron ayer en la Audiencia de Huelva, durante la sexta sesi¨®n del juicio, y atribuyeron la causa de la muerte a una "asfixia mec¨¢nica por sumersi¨®n". Las dudas sembradas poco despu¨¦s del fallecimiento de la peque?a por el forense contratado por la familia, el catedr¨¢tico Luis Frontela, que apuntaban a una muerte anterior al contacto con el medio acu¨¢tico (asfixia por confinamiento o sofocaci¨®n), quedaron ayer anuladas.
A pesar de la insistencia de las defensas, los tres forenses del Instituto de Medicina Legal de Huelva encargados de la autopsia -de m¨¢s de nueve horas-, revelaron la existencia de pruebas evidentes de una inhalaci¨®n de agua pre mortem. La clave se encuentra, explicaron a la sala, en la presencia de diatomeas (un alga microsc¨®pica acu¨¢tica) en la m¨¦dula espinal de la menor, lo que significa que Mari Luz respir¨® dentro del agua.
Adem¨¢s, precisaron, las diatomeas encontradas son t¨ªpicas de las marismas onubenses (r¨ªos Tinto y Odiel), con caracter¨ªsticas propias debido a la proximidad del mar. La conclusi¨®n cient¨ªfica descart¨®, a su vez, la hip¨®tesis de que la ni?a fuera arrojada a una alcantarilla, tal y como declar¨® Santiago del Valle, principal acusado del asesinato. El cuerpo no mostraba, de acuerdo con los t¨¦cnicos, ning¨²n signo de golpe severo (el que hubiera provocado su ca¨ªda) ni de haber sido arrastrado ni ara?ado (por los conductos y tuber¨ªas).
La data de la muerte, poco reveladora, se estableci¨® entre "cuatro semanas o m¨¢s" antes del hallazgo del cuerpo en la r¨ªa de Huelva, el 7 de marzo. El mal estado del cad¨¢ver impidi¨® m¨¢s precisi¨®n ya que hab¨ªa estado expuesto largo tiempo a un medio acu¨¢tico. El rostro apenas exist¨ªa porque, afirmaron, la ni?a estaba semisumergida boca abajo.
La autopsia, por otra parte, no revel¨® pruebas evidentes de agresi¨®n sexual. "Si hubo tocamientos, no podr¨ªa demostrarse", precisaron los doctores. Entre los signos de violencia manifiestos, destacaron varias contusiones superficiales producidas -al mismo tiempo ("no en d¨ªas diferentes")- en torno a la fecha de la muerte. El m¨¢s significativo de ellos es un hematoma de cinco cent¨ªmetros de di¨¢metro localizado en la parte posterior izquierda del cr¨¢neo de la ni?a. "Este golpe podr¨ªa haber provocado inconsciencia temporal en la menor", apunt¨® una doctora.
Estos datos cient¨ªficos corroborar¨ªan la versi¨®n de los hechos ofrecida por Santiago del Valle tras su detenci¨®n en Cuenca, en la que cont¨® que la ni?a se dio un golpe en la cabeza en las escaleras del portal y despu¨¦s la traslad¨® -"no s¨¦ si viva o muerta"- a las afueras de la ciudad en el coche de su hermana, Rosa, tambi¨¦n acusada por el asesinato. El cuerpo mostraba contusiones leves en la mu?eca, el codo y la rodilla derecha, compatibles con un forcejeo no muy violento.
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