"Esta vez s¨ª que nos espera un cambio hist¨®rico en el Pa¨ªs Vasco"
Fue el primer lehendakari, tras el refrendo del Estatuto de Gernika, y le correspondi¨® gobernar Euskadi durante los violentos a?os de plomo. Hoy contempla el futuro del Pa¨ªs Vasco m¨¢s esperanzado que nunca
Carlos Garaikoetxea (Pamplona, 1938) fue lehendakari en los a?os de plomo (1980-1984) y protagonista de un intento fallido de final dialogado del terrorismo de ETA, la Mesa por la Paz de 1983. Casi 30 a?os despu¨¦s, est¨¢ convencido de que "esta vez s¨ª que nos espera un cambio hist¨®rico". Eusko Alkartasuna (EA), el partido que fund¨® en 1986, colabora con la izquierda abertzale para que recupere la legalidad.
Pregunta. Batasuna ha rechazado la violencia de ETA en sus estatutos. ?Lo cree irreversible?
Respuesta. Quienes les han tratado durante meses, a nivel directivo y en pueblos y comarcas, han cre¨ªdo constatar que ese rechazo es firme y definitivo. Han verificado la autenticidad de este paso sin precedentes.
"Espero que no se impida que EA incluya en sus listas a independientes"
"Creo que es el fin de ETA, y que se puede producir en cuesti¨®n de meses"
P. El PP, asociaciones de v¨ªctimas y medios creen que es una t¨¢ctica para estar en las elecciones.
R. Comprendo esa desconfianza, habida cuenta de los antecedentes. Y comprendo especialmente a las v¨ªctimas. Pero estoy convencido de que esta vez s¨ª nos espera, muy probablemente, un cambio hist¨®rico en el Pa¨ªs Vasco, de consecuencias incalculables en todos los ¨®rdenes: convivencia, reconciliaci¨®n, impulso econ¨®mico por energ¨ªas malversadas por el conflicto...
P. ?No ha sido un error de Batasuna vincular la presentaci¨®n de Sortu a unas elecciones?
R. Admito que eso induce a la suspicacia de muchos, pero ?cu¨¢ndo vamos a tener un per¨ªodo dilatado sin perspectivas electorales? Creo que reducir un cambio de tal calado, tras medio siglo de estrategia y militancia muy especial, a una mera expectativa electoral es trivializar demasiado la trascendencia del paso que han dado.
P. Batasuna tiene un problema de credibilidad por su actitud ante otras treguas ?No cree que para paliarlo deb¨ªa emplazar a ETA al cese definitivo de las armas?
R. La izquierda abertzale ha llegado en sus mensajes hasta donde cree que es suficientemente expresivo, manifestando "sin ambages su rechazo a la violencia de ETA". A la vez, quiz¨¢ trata de no hurgar m¨¢s all¨¢ de lo aconsejable en un debate que a¨²n puede colear en la banda, para que termine sin disidencias. Pero adem¨¢s, en la declaraci¨®n de Gernika hace ese llamamiento con claridad e incluye, entre otras cosas, los principios Mitchell, la exigencia m¨¢s completa.
P. ?No cree que debe tambi¨¦n rechazar la violencia de ETA en el pasado para su total credibilidad?
R. Yo creo que cualquier expresi¨®n ser¨¢ insuficiente para muchos: si condenara su pasado, tendr¨ªa que maldecirlo; y si lo maldijera, se sospechar¨ªa de su sinceridad. Hay demasiadas heridas abiertas, gente poco interesada pol¨ªticamente en acelerar un final que no sea por puro aniquilamiento. Adem¨¢s, la ausencia de la izquierda abertzale de las instituciones facilita otras mayor¨ªas, como las del PSOE y PP.
P. Batasuna ha rechazado la violencia pero ETA sigue ah¨ª. ?No hay riesgo de involuci¨®n?
R. Quiero interpretar esa situaci¨®n en stand by de ETA, tras declarar esa tregua, como un per¨ªodo que se necesita para resolver esos llamados problemas "t¨¦cnicos", como la verificaci¨®n, la previsi¨®n de un desarme o la cuesti¨®n penitenciaria. Algunos de ellos est¨¢n necesitados de relaci¨®n directa o indirecta con el Gobierno. ?Por qu¨¦ esa actitud tan despectiva hacia los intermediadores, entre los que hay jefes de Estado y de Gobierno, premios Nobel, etc.? Alguien as¨ª siempre hace falta en estos casos. Y no es preciso violentar la legalidad para propiciar desde el poder un final del modo m¨¢s eficaz posible.
P. ?No hay riesgo de escisi¨®n?
R. ?Claro que el riesgo existe mientras ETA no diga "hemos terminado sin disidencia alguna"! Y repito que la izquierda abertzale es algo que seguramente tiene muy en cuenta en su hoja de ruta y en sus llamamientos a la banda, que sin duda tendr¨¢ debates inevitables, pero que espero que los secunde. Pero todos, y especialmente los gobernantes, pueden propiciar el mejor clima para ese buen final. ?Por qu¨¦ no actuar m¨¢s en la pol¨ªtica penitenciaria, pongo por caso?
P. El comunicado de enero dec¨ªa que no se retirar¨ªa hasta lograr sus metas pol¨ªticas. ?No es una injerencia en el terreno de Batasuna?
R. El comunicado del 11 de enero conten¨ªa la ret¨®rica inevitable de quien no echa la persiana a 50 a?os de actividad sin una cierta autoreivindicaci¨®n de sus discursos. Pero me parece claro que declina sus reivindicaciones pol¨ªticas en la representaci¨®n popular. Si no, el proceso carecer¨ªa de sentido y el divorcio con la izquierda abertzale ser¨ªa definitivo y el fin de ETA.
P. ?No le parece un sue?o que ETA acepte retirarse sin lograr los objetivos pol¨ªticos por los que ha derramado tanta sangre?
R. No es tan incre¨ªble. La izquierda abertzale, que ha sido su brazo pol¨ªtico y su fuerza social, le ha dicho claramente que hay que pasar de las v¨ªas armadas a las c¨ªvicas, sin violencia. Y en ese esfuerzo de persuasi¨®n han colaborado formaciones como EA y otras, haciendo ver que una mayor¨ªa democr¨¢tica vale mil veces m¨¢s que la acci¨®n violenta, que ya est¨¢ deslegitimada y resulta pol¨ªticamente contraproducente, consideraciones ¨¦ticas aparte. Otros se han movido por pura estrategia tras muchos a?os de convivencia en HB en los a?os de plomo, como Aralar, aunque a veces nos quieran dar lecciones a los que jam¨¢s estuvimos en esas andanzas por principios.
P. Algunos partidos han pedido al Gobierno vasco la creaci¨®n de una mesa de partidos. ?No es absurdo cuando Batasuna lo que busca es su propia legalizaci¨®n?
R. No parece incompatible. El rigor de los procedimientos parlamentarios suele facilitarse muchas veces con mesas de trabajo previo o paralelo. As¨ª se hizo el Estatuto y tantas otras cosas. Lo que sucede es que en esas mesas solo est¨¢n las fuerzas dominantes. ?Cu¨¢ntas cosas tratan en mesas extraparlamentarias PP, PSOE o PNV?
P. ?Crear una mesa de partidos extraparlamentaria no es pagar un precio por el fin de ETA?
R. No. ETA puede coincidir en eso con otros que nada tienen que ver con ETA, como pasa con otras cosas, y eso no los convierte en c¨®mplices pol¨ªticos, se trate del credo socialista o la afici¨®n a la Real Sociedad, al Athletic de Bilbao o a Osasuna, valga la frivolidad.
P. ?Va EA a ayudar a Batasuna, con la inclusi¨®n en sus listas, caso de que Sortu no sea legal para las elecciones del 22 de mayo?
R. EA elabora hoy su programa y prepara sus listas electorales. Nadie ha impedido nunca, y espero que tampoco en el futuro, incluir a gente independiente intachable que sea capaz de compartir sus principios y programa con el partido y que no tenga ninguna causa de inelegibilidad.
P. ?No corre riesgos EA de que pueda ser declarada ilegal?
R. En absoluto. Conf¨ªo en el buen sentido de la mayor¨ªa de los jueces, casi tanto como en el de los dirigentes de EA.
P. La AVT anuncia una marcha contra la legalizaci¨®n de Sortu.
R. Todas las v¨ªctimas merecen comprensi¨®n y respeto, y son acreedoras de una petici¨®n de perd¨®n. Otra cosa es que alguien utilice pol¨ªticamente su dolor, o que est¨¦ en condiciones de ser juez objetivo y desapasionado de una situaci¨®n tan compleja.
P. ?No hay riesgo de que ETA utilice la actitud del PP, de algunos medios y de las asociaciones de v¨ªctimas como coartada para una involuci¨®n, como en la tregua de 2006?
R. Los pasos dados por la izquierda abertzale est¨¢n blindados ante esos posibles riesgos. Y, tambi¨¦n, lo espero de ETA.
P. ?Estamos realmente en el fin de ETA? ?A qu¨¦ plazo?
R. Creo que s¨ª, aunque las "cuestiones t¨¦cnicas" lleven su tiempo, quiz¨¢ meses. Pero sin v¨ªctimas ni vulneraciones de derechos humanos por parte de nadie.
P. ?Pens¨® usted en un fin de ETA como este? ?O imagin¨® otros?
R. Yo intente la primera y famosa Mesa por la Paz hace casi 30 a?os y fue un intento muy voluntarista que fracas¨®, como otros posteriores. Pero jam¨¢s pens¨¦ que andar¨ªamos as¨ª 30 a?os despu¨¦s. ?Cu¨¢nto sufrimiento habr¨ªamos evitado desde entonces! Tambi¨¦n ETA habr¨ªa negociado en mejores condiciones y dejado mejor huella hist¨®rica.
P ?No cree que ha sido b¨¢sica la presi¨®n policial para ese final?
R. Claro que cuenta, y la situaci¨®n internacional, y el terrorismo isl¨¢mico y sus consecuencias. Y como siempre, la experiencia.
P. ?Cree posible la reconciliaci¨®n en este pa¨ªs?
R. Claro que s¨ª. ?Yo he tenido muy cerca a Ian Paisley, el l¨ªder radical unionista, en el Parlamento Europeo, y despu¨¦s de verle gobernando con Gerry Adams en Irlanda del Norte c¨®mo no voy a creer en la reconciliaci¨®n en una sociedad culta, como es la vasca, si todos hacemos un esfuerzo generoso y somos capaces de pedir perd¨®n por nuestros errores.
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