El 'Titanic' de S¨¢lvora
La R¨ªa de Arousa conmemora el 90? aniversario del naufragio del 'Santa Isabel'
Aunque la fama de peligrosa se la lleve la Costa da Morte, uno de los naufragios m¨¢s recordados del litoral gallego tuvo lugar algo m¨¢s al sur, en la bocana de la R¨ªa de Arousa. En 1921, el buque Santa Isabel, un vapor correo, se fue a pique a poco m¨¢s de 100 metros de la isla de S¨¢lvora, todav¨ªa habitada. El valor de los vecinos de la isla que Cabanillas elev¨® a tierra sagrada qued¨® grabado a fuego en la memoria de la comarca del Barbanza. Este a?o se cumple el 90? aniversario del hundimiento, y Xos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez Pazos sacar¨¢ la segunda edici¨®n del libro sobre la tragedia que public¨® en el 1998, S¨¢lvora: Memoria dun Naufraxio. Se trata de una edici¨®n actualizada con nuevas fotograf¨ªas que estar¨¢ en las librer¨ªas en unos d¨ªas.
Los vecinos de la isla recibieron varios homenajes tras el naufragio
Se reabri¨® un antiguo cementerio para dar sepultura a los fallecidos
A la 1.50 de la madrugada el barco encall¨® en unas rocas pr¨®ximas a S¨¢lvora y se fue a pique. Los vecinos de la isla, y muy especialmente tres j¨®venes que luego se convertir¨ªan en hero¨ªnas, prestaron auxilio a los viajeros y lograron salvar a unas 56 personas. La haza?a les vali¨® varias medallas al m¨¦rito as¨ª como el reconocimiento de Muy noble, muy leal y muy hospitalaria a la villa de Ribeira, concedido por el rey Alfonso XII.
El buque hab¨ªa pasado por varios puertos del Cant¨¢brico recogiendo emigrantes que se dirig¨ªan a Am¨¦rica. Su destino era C¨¢diz, de donde part¨ªan barcos m¨¢s grandes hacia el otro lado del Atl¨¢ntico. Era la madrugada del 2 de enero del reci¨¦n estrenado 1921, cuando el Santa Isabel choc¨® contra las rocas al intentar maniobrar para acceder a la R¨ªa de Arousa. En los bajos de la embarcaci¨®n se abrieron varias brechas y en poco tiempo el Santa Isabel desapareci¨® bajo el agua. Aunque desde el buque intentaron pedir auxilio por radio, fue imposible que en tierra comprendiesen lo que intentaban transmitir. Se qudaron sin electricidad y fue imposible enviar un mensaje pidiendo auxilio. "Estamos encima de las rocas de S¨¢l...". Ese fue el ¨²ltimo mensaje que emiti¨® por radio el Santa Isabel. Los telegrafistas de Finisterre Radio no se imaginaron lo que estaba sucediendo y no pudieron avisar para poner en marcha un equipo de salvamento.
Fue el farero de la isla quien escuch¨® los gritos de los que viajaban en el buque. Cuando se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo corri¨® hasta las casas, a dos kil¨®metros del faro, para avisar a los vecinos. De S¨¢lvora partieron tres embarcaciones; una hacia Ribeira para avisar del naufragio, y las otras dos se dirigieron al lugar donde se hund¨ªa el Santa Isabel para rescatar a los supervivientes. Aunque los h¨¦roes acostumbren a ser hombres, en S¨¢lvora hubo tres mujeres que desde esa noche formar¨ªan parte del entramado m¨ªtico que subyace tras el imaginario social gallego. Cipriana Oujo, de 25 a?os; Josefa Parada, de 16; y Mar¨ªa Fern¨¢ndez, de 14, tripulaban una de las dos embarcaciones que se enfrentaron al oleaje para rescatar supervivientes del naufragio. Fern¨¢ndez Pazos calcula que tras realizar varios viajes, estas tres j¨®venes rescataron a entre 15 y 20 personas. Aun as¨ª, 213 personas, entre pasajeros y tripulantes, fallecieron en el Santa Isabel. No se recuperaron los cuerpos de todas las v¨ªctimas. El Ayuntamiento de Ribeira tuvo que reabrir un antiguo cementerio para dar cabida a los muertos en el naufragio.
El segundo oficial del Santa Isabel, el ferrolano Luis Cebreiro, tambi¨¦n qued¨® en la memoria de la comarca por salvar vidas aquella noche. Retuvo a varios botes salvavidas hasta que amaneci¨®, lo que permiti¨® que con la luz del d¨ªa fuese m¨¢s f¨¢cil evitar las rocas. Adem¨¢s, se neg¨® a subir en un bote porque era muy corpulento -lo llamaban El Toneladas- y tem¨ªa hundirlo. Nad¨® durante dos horas hasta S¨¢lvora agarrado a una de las embarcaciones. Cebreiro result¨® ser el marinero m¨¢s condecorado de la historia. "No s¨¦ si era gafe o si fue casualidad que estuviera presente en muchos naufragios", cuenta Fern¨¢ndez. Las tres mujeres recibieron la Cruz de Tercera Clase con Distintivo Negro y Blanco del Consejo de Estado. Una cuarta tambi¨¦n fue premiada por su trabajo en tierra, Cipriana Crujeiras, que ofreci¨® a los n¨¢ufragos rescatados comida y ropa seca. Varias ciudades como Vigo o Vilagarc¨ªa homenajearon a las j¨®venes.
Pero tambi¨¦n hubo una leyenda negra que acusaba a los vecinos de S¨¢lvora de haberse quedado con las pertenencias de las v¨ªctimas. De las tres hero¨ªnas poco m¨¢s se supo y se dice que evitaban hablar de lo que hab¨ªa sucedido aquella noche. De hecho, Fern¨¢ndez Pazos explica que en el Ayuntamiento de Ribeira apenas hay documentaci¨®n sobre el naufragio. "Los vecinos decidieron correr un tupido velo ante los rumores que los acusaban de raqueiros", explica. A pesar de que el rumor se mantuvo, el autor del libro pudo constatar que esto no fue cierto tras revisar una carpeta con documentaci¨®n que guardaba el segundo oficial del Santa Isabel, Luis Cebreiro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.