No pienses en Rueda
There is no alternative. En la sala de mandos del Partido Popular de Galicia bordan banderas con el grito de guerra de Margaret Thatcher. No hay alternativa. Un prestigioso e independiente medio de comunicaci¨®n bendijo el segundo aniversario de la victoria electoral del 1 de marzo con un sondeo en el que el PP ampl¨ªa su mayor¨ªa absoluta. Le atribuyen una estimaci¨®n de voto del 47%, el PSdeG retrocede cinco puntos, con una p¨¦rdida m¨ªnima de tres diputados, y los nacionalistas se estancan mansamente en 12 esca?os. Hasta aqu¨ª, la publicidad.
El manual dice que no hay que conceder demasiada importancia a las encuestas (especialmente si son malas), aunque deber¨ªa insistir sobre todo en lo perjudicial que resulta para la salud electoral emborracharse con semejantes ¨¦xitos y en lo mortal que puede resultar conducir el Gobierno bajo los efectos de la euforia demosc¨®pica. Si en Monte P¨ªo tienen dudas, siempre pueden pedir consejo al ex presidente P¨¦rez Touri?o, a quien narcotizaron varios a?os con una opi¨¢cea serie de bar¨®metros electorales. Sin salir de casa, en la calle G¨¦nova guardan copia de ilusionantes sondeos que vaticinaban prodigios en las urnas que acabaron con dram¨¢ticos saltos al vac¨ªo desde el balc¨®n en la noche electoral.
PSdeG y BNG no ganar¨¢n aventando esc¨¢ndalos. El ruido medi¨¢tico es lo que m¨¢s interesa al PP
Una vez que logr¨® desembarazarse de sus mejores (y m¨¢s inc¨®modos) colaboradores parlamentarios, Pachi V¨¢zquez se apunt¨® a todo cuanto duelo dial¨¦ctico le sali¨® al paso. El l¨ªder del PSdeG no es Wyatt Earp y deber¨ªa convencerse de que de OK Corral se sale bien pocas veces. De momento, la granizada de intempestivas declaraciones solo sirvi¨® para que el Partido Socialista se tuviese que enrocar dando confusas explicaciones y para que Alfonso Rueda nos ofreciese una delicada ca¨ªda de p¨¢rpados como testimonio de su inocencia virginal. No es insolencia recordar que, en Galicia, fue el Partido Popular quien, a partir de su derrota en 2005, convirti¨® el esc¨¢ndalo en materia pol¨ªtica, pero los actos de memoria no justifican instalarse en el error.
A pesar de que en la Galicia que fabula nuestra nov¨ªsima derecha reina un Gobierno transparente y respetuoso con la ley y de que hace ya dos a?os que vivimos en un estado de caciquismo cero, abundan imputaciones por prevaricaciones varias, abusos de poder y usos partidistas de recursos p¨²blicos, junto a honorables operaciones de transfuguismo, que salpican la reputaci¨®n de muchos de los 315 feij¨®os que se ofrecen para ocupar alcald¨ªas. Es dif¨ªcil no ceder a la tentaci¨®n de embarcarse en una campa?a de esc¨¢ndalos. Por eso George Lakoff predica en el desierto de los progresistas gallegos: "Cuando quieras contraatacar no uses su lenguaje, en ¨¦l va un marco impl¨ªcito, y seguro que no es lo que t¨² quieres". No uses su lenguaje, ni emplees su pol¨ªtica del esc¨¢ndalo. No pienses en Rueda.
Con un acusado declive de la credibilidad de la clase pol¨ªtica, los esc¨¢ndalos y altercados verbales solamente contribuyen a extender la creencia de que las diferencias ideol¨®gicas no cuentan y que tal para cal, maragota e media. Nadie est¨¢ m¨¢s interesado que el PPdeG en el ruido medi¨¢tico, en el cruce de descalificaciones y en ensordecer el debate pol¨ªtico con la cr¨®nica amarilla. Pocos son los logros de Gobierno de los que van a poder sentirse orgullosos Feij¨®o y Rueda, su ¨²nica alternativa es demostrar que no hay alternativa.
La posici¨®n de ventaja del Partido Popular reside en que puede ganar elecciones sin sumar tan siquiera un voto m¨¢s, les vale con fidelizar a sus electores. La campa?a electoral formateada en el esc¨¢ndalo persigue un ¨²nico objetivo: desactivar a los electores de las fuerzas antagonistas, excluir a los ciudadanos m¨¢s cr¨ªticos o disconformes con el debate pol¨ªtico. Al BNG y, sobre todo, al PSdeG, con una parte considerable de sus apoyos afiliados transitoriamente al Partido de la Abstenci¨®n, solo les ser¨¢ ¨²til una campa?a que les permita reforzar y movilizar a sus antiguos electores; para ello precisan de pol¨ªticas y actitudes que ayuden a vencer el des¨¢nimo y contribuyan a recuperar la totalidad de fuerzas que hicieron posible el cambio en 2005.
Descuenten lo que hay de inocencia neogandhiana en el consejo, todos sabemos que no se puede ir por la vida ofreciendo eternamente la otra mejilla, pero buena parte del ¨¦xito de socialistas y nacionalistas el 22-M residir¨¢ en su capacidad para convertir en programa pol¨ªtico un verso de Lois Pereiro: "Facer que o desexo siga sendo ¨²til". No ganar¨¢n aventando esc¨¢ndalos. Es mejor intentar convencer a los ciudadanos de que su deseo de cambio pol¨ªtico sigue siendo ¨²til. Si BNG y PSdeG solo piensan en Rueda, efectivamente, no habr¨¢ alternativa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.