Una Historia para ellas
Cinco historiadoras de la Universidade de Santiago publican una obra en cuatro tomos sobre el papel de las mujeres desde la Prehistoria a la actualidad
Rodeado de las conselleiras de su Gobierno -solo falt¨® Beatriz Mato, responsable de Traballo- el presidente de la Xunta, Alberto N¨²?ez Feij¨®o celebr¨® por adelantado el D¨ªa Internacional de la Mujer Trabajadora presentando los tres primeros vol¨²menes de Historia das mulleres en Galicia, una obra conjunta de cinco historiadoras gallegas sobre el papel de la mujer desde la Prehistoria hasta la actualidad. Es la primera vez que estudiosos de la Historia emprenden una tarea semejante, la de contar el mundo desde la ¨®ptica de la mujer. "Presentamos a las mujeres no como v¨ªctimas sino como protagonistas de una evoluci¨®n", asegur¨® Ofelia Rey, catedr¨¢tica de Historia Moderna en la Universidade de Santiago y autora, junto a Serrana Rial, del tercer tomo de la serie, dedicado a la Edad Moderna.
Feij¨®o apela a la voluntad masculina para la emancipaci¨®n de las mujeres
Existen estudios anteriores sobre la historia de la mujer, pero nunca antes se hab¨ªa emprendido una obra de tanta envergadura centrada en el marco legal, el trabajo, la vida social o el acceso a la cultura desde el lado femenino. Junto a Ofelia Rey y Serrana Rial, participan en la obra las historiadoras Mar Llinares, responsable del tomo correspondiente a la Prehistoria y la Edad Antigua; Mar¨ªa del Carmen Pallares, autora del cap¨ªtulo dedicado a la Edad Media, y Herminia Pernas , encargada del ¨²ltimo volumen sobre la ¨¦poca contempor¨¢nea, que tardar¨¢ unos meses m¨¢s que el resto en llegar a los puntos de venta.
Nombres como los de Mar¨ªa Pita, Mar¨ªa Soli?a o Santa Liberata -de la que la leyenda dice que prefiri¨® morir crucifijada a casarse con el hombre impuesto por su familia- ocupan buena parte del tomo dedicado a la mujer moderna, pero tambi¨¦n aparece glosada la vida de aquellas que hoy solo forman parte de las estad¨ªsticas, como la mayor¨ªa de las labradoras.. El estamento de pertenencia defin¨ªa buena parte de los conflictos a los que las mujeres tendr¨ªan que hacer frente en su vida adulta. Moneda de cambio para evitar la fragmentaci¨®n de las herencias -por esta raz¨®n abundaban los matrimonios entre primos-, eran sobre todo las mujeres de clase acomodada las que resultaban clave en el porvenir del patrimonio familiar que, dividido, dejaba de ser poderoso. En Galicia, explican Rey y Rial en el tomo dedicado a la mujer en la ¨¦poca moderna, se practic¨® un reparto desigual de la herencia entre los hijos, al contrario que en Castilla, porque al ser peque?as las explotaciones agr¨ªcolas, una fragmentaci¨®n entre los descendientes supon¨ªa pr¨¢cticamente su desaparici¨®n.
Pero el reparto no siempre perjudicaba a las mujeres gallegas, condenadas a sacar adelante a sus familias en soledad debido a la emigraci¨®n de los hombres y la mayor mortalidad masculina. As¨ª, en zonas de costa como la pen¨ªnsula de O Morrazo, imperaba la "manda sucesoria matrilineal", que reservaba para ellas la mejor parte de la herencia. "Esta discriminaci¨®n positiva se basaba en la confianza en la capacidad de la mujer para mantener la casa y la familia, pero sobre todo, su arraigo a la tierra y su importancia como cuidadoras de los padres", explican las autoras. No solo el acceso a la herencia, sino tambi¨¦n a la educaci¨®n, med¨ªa el poder y el peso que pod¨ªa lograr una mujer fuera del c¨ªrculo familiar. Solo una, Mar¨ªa Antonia Pereira do Campo, dej¨® escrito en el siglo XVIII un relato autobiogr¨¢fico, cargado de misticismo, que le encomend¨® su confesor, con todo, contrario a que las mujeres escribiesen por estar su sexo "m¨¢s expuesto a los enga?os del demonio".
"La necesidad no ser¨ªa suficiente si no estuviera acompa?ada de voluntades que se sumaron a la lucha para que las mujeres pasaran de ser lo que les dejaban a ser lo que quisieran", remach¨® Feij¨®o para apelar al "reconocimiento de la voluntad masculina" en la batalla femenina por la igualdad. El presidente conden¨® el asesinato de una mujer en Madrid, presuntamente a manos de su pareja. "Todav¨ªa falta un largo camino por recorrer para superar las anomal¨ªas de desigualdad".
En todos los oficios
Mariscadoras, agricultoras, lavanderas, cocineras... Pero tambi¨¦n bomberas, jefas de obra o polic¨ªas. El recorrido por los oficios que la mujer ha desempe?ado a lo largo de los siglo XIX y XX protagoniza la exposici¨®n Muller no obxectivo, una selecci¨®n de 30 im¨¢genes, nueve hist¨®ricas y el resto actuales, sobre el trabajo femenino.
La muestra pretende dignificar y normalizar la presencia de la mujer en ¨¢mbitos laborales que no siempre han sido los m¨¢s habituales, as¨ª como acabar con los t¨®picos que la sit¨²an relegada al cuidado del hogar hasta bien entrado el siglo XX. En Galicia, la emigraci¨®n masculina las dej¨® a ellas al frente de las tierras y de la ecomon¨ªa familiar. Solas o no, las mujeres tambi¨¦n resultaron imprescindibles para las f¨¢bricas de salaz¨®n primero y de enlatado de conservas despu¨¦s.
Una frase de la fil¨®sofa francesa Simone de Beauvoir encabeza la exposici¨®n: "Mediante el trabajo fue como la mujer pudo franquear la distancia que la separa del hombre. El trabajo es lo ¨²nico que puede garantizarle una libertad completa", reza la cita. La muestra, que permanecer¨¢ hasta el 13 de marzo en la Igrexa da Universidade de Santiago, est¨¢ comisariada por Bel¨¦n Fortes y patrocinada por la Secretar¨ªa Xeral de Igualdade.
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