Los documentos salvados desvelan la represi¨®n del r¨¦gimen egipcio
La polic¨ªa secreta se afana estos d¨ªas en destruir todo tipo de pruebas
La polic¨ªa pol¨ªtica egipcia se afana estos d¨ªas en destruir documentos. Pero grupos de manifestantes lograron el s¨¢bado salvar unos cuantos, irrumpiendo en una sede cairota de la Seguridad del Estado. Los documentos demuestran que el r¨¦gimen de Hosni Mubarak manipulaba a su antojo la judicatura, la prensa y los procesos electorales, y que manten¨ªa encarcelados a miles de ciudadanos sin acusarles de ning¨²n delito: en 2003 hab¨ªa 9.413 personas en mazmorras secretas, alguna de ellas desde hac¨ªa 14 a?os.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas pidi¨® inmediatamente en su p¨¢gina de Facebook que los documentos fueran entregados a los militares, porque su difusi¨®n pod¨ªa poner en peligro la seguridad nacional o la vida de ciertos individuos. Los documentos, sin embargo, ya circulaban por Internet, exceptuando los que se refer¨ªan a cuestiones relacionadas con la defensa del pa¨ªs.
Los papeles muestran que en 2003 hab¨ªa 9.413 personas en c¨¢rceles secretas
Eran documentos inconexos, que solo permit¨ªan entrever la degradaci¨®n profunda del Estado egipcio. Cuando los manifestantes entraron en la sede de la polic¨ªa pol¨ªtica en Seis de Octubre, un suburbio de El Cairo, la mayor parte de los archivos hab¨ªan sido ya triturados o quemados. El propio edificio estaba en llamas y, significativamente, la polic¨ªa no permiti¨® el acceso a los bomberos.
Un documento del 14 de octubre de 2003 revelaba, por ejemplo, que en ese momento hab¨ªa 9.413 personas encarceladas clandestinamente, y que al menos una de ellas llevaba 14 a?os en esa situaci¨®n. En un documento del 21 de diciembre de 2005 se ordenaba a un juez que condenara a una persona relacionada con movimientos de oposici¨®n. Una orden del 28 de octubre de 2010 prohib¨ªa a la prensa que informara sobre 24 jueces que hab¨ªan sido expedientados por aceptar sobornos de los acusados.
En otro memor¨¢ndum se relataba que el gran muft¨ª de Egipto, Ali Gomaa, uno de los juristas m¨¢s respetados por los sun¨ªes de todo el mundo, pod¨ªa ser objeto de chantaje porque ten¨ªa "muchas esposas secretas".
Algunos de los textos revelaban c¨®mo se ganaba un esca?o en el Parlamento. Hosam Badrawi, ¨²ltimo secretario general del Partido Nacional Democr¨¢tico de Mubarak y considerado uno de los dirigentes m¨¢s reformistas, se present¨® por el distrito de El Cairo donde ten¨ªa su sede la radiotelevisi¨®n p¨²blica; todos los empleados del organismo, casi 60.000, fueron censados en ese distrito y recibieron la orden de votar por Badrawi, quien obtuvo una resonante victoria frente a otros candidatos oficialistas.
Los papeles rescatados sacaban a la luz varias de las maniobras de Mubarak para abortar el proceso revolucionario iniciado el 25 de enero. El 28 de enero, la Seguridad del Estado orden¨® a las televisiones p¨²blicas que anunciaran que todos los presos hab¨ªan escapado y que recomendaran a los ciudadanos que se armaran y vigilaran sus casas d¨ªa y noche para evitar asaltos; el objetivo era atemorizar a la gente y evitar que acudiera a las manifestaciones. Mientras tanto, la propia polic¨ªa pol¨ªtica se ocupaba de efectuar asaltos y robos.
Otra maniobra: un alto mando militar se dirigi¨® el 2 de febrero a Amr Musa, secretario general de la Liga ?rabe y actual candidato a la presidencia egipcia en las elecciones previstas en septiembre, para pedirle que formara un consejo de sabios y que compareciera en la plaza de Tahrir para afirmar que "el 95% de las demandas del pueblo" hab¨ªan sido ya atendidas, con el fin de desmovilizar a la multitud. Musa form¨®, efectivamente, un consejo de sabios e intent¨® asumir la funci¨®n de negociador entre Mubarak y los manifestantes; estos ¨²ltimos, sin embargo, no le hicieron ning¨²n caso.
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