"Al Qaeda no tiene c¨¦lulas operativas en Espa?a"
El m¨¢ximo experto en yihadismo de la polic¨ªa afirma que los intereses espa?oles son objetivo prioritario en el extranjero
La matanza de Atocha en 2004 supuso un mazazo para los servicios de informaci¨®n espa?oles: 191 muertos en el mayor atentado terrorista que ha sufrido Espa?a y que no se supo prevenir. ?Se pod¨ªa haber evitado? "Hemos revisado todo lo sucedido, las distintas l¨ªneas de investigaci¨®n sobre yihadistas que hab¨ªa abiertas antes del atentado, para ver si se nos hab¨ªa escapado algo, pero no lo hemos encontrado", asegura J. S., uno de los mayores expertos en terrorismo islamista en Espa?a, analista de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional que particip¨® en la investigaci¨®n y cuya identidad prefiere no desvelar por razones de seguridad. "No hab¨ªa signos exteriores. Solo cuestiones m¨ªnimas. Alguno de los que despu¨¦s participaron y al que ten¨ªamos bajo seguimiento parec¨ªa un poco m¨¢s nervioso de lo habitual. Nada m¨¢s".
La raz¨®n, afirma, es la misma por la cual, una vez cometido el atentado, las fuerzas de seguridad espa?olas y europeas pudieron enfrentarse a partir de entonces con mayor eficacia al terrorismo islamista: el 11-M dej¨® al descubierto las deficiencias de las investigaciones que se hab¨ªan llevado a cabo hasta ese momento. Sobre todo, la relaci¨®n estrecha con otras formas de delincuencia. Este hecho, asegura, ha permitido descabezar a la mayor¨ªa de los grupos cercanos a Al Qaeda en Europa en los ¨²ltimos a?os -especialmente los de origen magreb¨ª- y lograr que apenas tengan capacidad operativa. "Europa est¨¢ en el punto de mira de cualquier grupo yihadista, sigue siendo el gran objetivo de Al Qaeda despu¨¦s de Estados Unidos y est¨¢n buscando un gran atentado. Pero aunque tienen gente af¨ªn e infraestructura, no disponen de c¨¦lulas operativas. Es lo que tratan de introducir. Y como los grupos magreb¨ªes han sido descabezados, lo est¨¢n haciendo a trav¨¦s de personas de origen asi¨¢tico".
- Operaciones preventivas. Hubo 116 detenidos tras el 11-M; solo 18 fueron condenados por el Tribunal Supremo. "Much¨ªsima gente hab¨ªa colaborado o prestado ayuda de alg¨²n modo, por motivos variados: ideol¨®gicos, familiares, de amistad... Pero despu¨¦s fue dif¨ªcil demostrar que esas personas sab¨ªan para qu¨¦ se iba a usar su ayuda", explica. La polic¨ªa sigue teniendo problemas de prueba. Incluso ahora realizan lo que llaman "operaciones preventivas". "Es fundamental para nosotros romper la estructura incluso si luego no hay condena. Es dif¨ªcil que Al Qaeda cometa ahora un gran atentado en Espa?a, pero estamos en la diana m¨¢s que nunca. Tras la creaci¨®n de Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico (AQMI) en 2007, somos el pa¨ªs occidental m¨¢s cercano a ellos. Fuera de Espa?a, cualquier espa?ol es un objetivo. Las empresas, las embajadas... Pueden golpear a cualquiera".
- Qu¨¦ fall¨® el 11 de marzo de 2004. "El 11-M nos rompi¨® los esquemas. Antes no vincul¨¢bamos jam¨¢s a un yihadista con un delincuente com¨²n, con un traficante de drogas o con redes de inmigraci¨®n ilegal porque su propia doctrina condenaba estas acciones", afirma. "Luego, nos dimos cuenta de que era una forma de quebrar nuestras l¨ªneas de investigaci¨®n y que hab¨ªa que vincular la informaci¨®n que llegaba de distintas unidades y cuerpos, porque todo puede estar relacionado con el terrorismo". Las intervenciones telef¨®nicas entre Rabei Osman, El Egipcio, [supuesto autor intelectual que fue absuelto incluso de integraci¨®n en banda armada porque ya hab¨ªa sido condenado en Italia] y Mourad Chabarou [condenado en B¨¦lgica por su integraci¨®n en el Grupo Isl¨¢mico Combatiente Marroqu¨ª] mostraban c¨®mo este preguntaba a El Egipcio si hab¨ªa alg¨²n problema doctrinal en que Al Qaeda se beneficiase del tr¨¢fico de drogas. Su interlocutor respondi¨® que todo era v¨¢lido para defender la yihad.
- Suicidas de Legan¨¦s. La falta de conocimiento de c¨®mo operaban los yihadistas provoc¨®, por ejemplo, que los expertos en terrorismo de la polic¨ªa no siguieran las andanzas de Jamal Ahmidan, El Chino, del que se sab¨ªa que era traficante de drogas, hacia Asturias y Mina Conchita para conseguir los explosivos. "A toro pasado, piensas '?c¨®mo pudo pasar?' Ahora estar¨ªamos pendientes, porque no descartamos nada y tratamos de conectarlo todo. En ese momento era impensable. Se habla mucho de los errores, y claro que se cometieron. Siempre los hay, y se trabajaba contrarreloj. Pero conseguimos muchos datos en muy poco tiempo. Un grave problema fueron los suicidas de Legan¨¦s. Podr¨ªan haber aclarado muchas cosas, pero los muertos no hablan".
- Autor¨ªa intelectual. ?Qui¨¦n decidi¨® el atentado? ?Qu¨¦ sentido ten¨ªa? "Siempre se ha buscado a una persona, a dos, a tres, y se han elaborado grandes teor¨ªas, pero probablemente no se dirigi¨® desde fuera", afirma. "El 11-M se gesta en distintos c¨ªrculos yihadistas relacionados entre s¨ª y que deciden actuar porque Al Qaeda hab¨ªa colocado a Espa?a en la diana. Esta explicaci¨®n tiene todo el sentido dentro del funcionamiento de la organizaci¨®n en ese momento. Despu¨¦s de los atentados contra las Torres Gemelas, la estrategia de Al Qaeda cambi¨®. No pod¨ªan mantener una estructura interna fiable, de forma que empezaron a centrarse solo en fijar los objetivos. Una vez se?alados, cualquier c¨¦lula, cualquier musulm¨¢n, pod¨ªa llevar a cabo el atentado. No era necesaria una supervisi¨®n desde arriba, ni siquiera informar a alg¨²n l¨ªder. Nuestro pa¨ªs fue calificado de objetivo prioritario por razones hist¨®ricas -la reivindicaci¨®n de los islamistas sobre Al-Andalus- y por su posicionamiento ante la guerra de Irak. Ten¨ªamos, adem¨¢s, menos defensas que EE UU. En cuanto a la organizaci¨®n del atentado, el modelo no era nuevo. Se hab¨ªa usado antes y estaba muy dise?ado. El 'c¨®mo' ya estaba. El 'por qu¨¦' tambi¨¦n. ?Qui¨¦n lo decidi¨®? Quiz¨¢ El Tunecino [Sarhane Ben Abdelmajid, muerto en Legan¨¦s, que hab¨ªa convivido con el Egipcio]. No era un atentado suicida, de forma que era f¨¢cil conseguir voluntarios. Se conoc¨ªan desde hace mucho tiempo. Hab¨ªa un caldo de cultivo propicio. Y consiguieron los explosivos. Pod¨ªan haber fallado, pero les sali¨® bien".
- 'Desradicalizaci¨®n'. Los condenados est¨¢n en prisi¨®n, pero hay pocas posibilidades de desradicalizarlos. "En un delito de este tipo es complicado el arrepentimiento. Son personas convencidas. Creen que obedecen a Dios. Y as¨ª como en algunos pa¨ªses como Arabia Saud¨ª o Yemen se han creado centros de rehabilitaci¨®n de yihadistas, en Espa?a no hay l¨ªderes religiosos de la suficiente entidad como para encargarse de este proceso y discutir con ellos las proclamas de Bin Laden. Otro problema es la captaci¨®n de nuevos islamistas en las c¨¢rceles. "En un ambiente carcelario, cerrado, es f¨¢cil la captaci¨®n. Donde hay cinco islamistas, quiz¨¢ en unos a?os tienes 20. Y lo ¨²nico que se puede hacer son seguimientos, porque las ideolog¨ªas no son delito. Pero hay que estar alerta. Antes del 11-M se hab¨ªan llevado a cabo operaciones y evitado atentados. Pero se te escapan una vez y ponen 191 muertos sobre la mesa".
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