La Sierra Nevada del siglo XXI

El proyecto de restauraci¨®n tras el incendio que se origin¨® en Lanjar¨®n (Granada) en 2005, el m¨¢s importante en el parque de Sierra Nevada en los ¨²ltimos 40 a?os, ha atravesado su ecuador. Con las actuaciones acometidas hasta la fecha, las 3.425 hect¨¢reas que ardieron entre parque nacional (32%) y natural (63%) recuperan paulatinamente sus funciones y servicios ecosist¨¦micos. Pero el proceso es lento. "Ser¨¢n necesarios 30 a?os para vislumbrar la recuperaci¨®n paisaj¨ªstica, aunque el monte del futuro ser¨¢ diferente al pinar de repoblaci¨®n anterior", precisa el director del Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada, Javier S¨¢nchez.

Tras el suceso, cient¨ªficos y gestores se propusieron como meta una "recuperaci¨®n mod¨¦lica". Hasta 2007 con actuaciones de emergencia y despu¨¦s con un proyecto que por su filosof¨ªa y metodolog¨ªa servir¨¢ de experiencia a Medio Ambiente. La futura masa arbolada har¨¢ m¨¢s dif¨ªcil el desarrollo de grandes incendios y responder¨¢ mejor a plagas, enfermedades y al cambio clim¨¢tico.

En estos trabajos han participado equipos de investigaci¨®n de la Universidad de Granada (UGR), el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), Egmasa y otros centros. El excursionista que origin¨® el incendio ha sido condenado a pagar a la Junta 10 millones de euros de indemnizaci¨®n, principalmente por este concepto. Est¨¢ por ver si recurre y si lo cobra la Administraci¨®n.

Desde el inicio, se aglutin¨® a pastores, agricultores, regantes, Ayuntamientos, empresas, voluntarios, cient¨ªficos y agentes de Medio Ambiente. "El planteamiento, denominado Monte del siglo XXI, est¨¢ estrechamente ligado al Observatorio de Cambio Global", explica S¨¢nchez. La protecci¨®n y diversificaci¨®n de las zonas dependen de la regeneraci¨®n y de la orograf¨ªa del terreno.

En muchas de las superficies la regeneraci¨®n no ha sido la deseada, por lo que ha habido que proteger las laderas. "No siempre engancha toda la repoblaci¨®n", afirma Paco Prados, uno de los encargados de Egmasa. En los lugares donde no existen problemas erosivos, los trabajos se han centrado en la implantaci¨®n de especies que sirven de "ayuda" para acelerarla. Se han plantado m¨¢s de 250.000 ¨¢rboles y arbustos (pino, agracejo, encina, cerezo...).

Las actuaciones tambi¨¦n se centran en la regeneraci¨®n de encinas quemadas en las zonas de Lecr¨ªn y Lanjar¨®n a partir de brotes de ra¨ªz antiguos, ya que aunque sean taladas o sufran incendios, las ra¨ªces de las encinas contin¨²an viviendo y son capaces de crear otro ¨¢rbol. Y para aprovechar el "mosaico" de usos de suelo, se ha apostado por el arreglo de acequias, que contribuyen al desarrollo de un gran n¨²mero de especies vegetativas, sirven de soporte a una fauna particular y colaboran a regular el ciclo hidrol¨®gico.

El pastoreo, con la construcci¨®n de apriscos y abrevaderos, tambi¨¦n cumple una funci¨®n primordial, ya que adem¨¢s de crear lazos positivos del monte con la poblaci¨®n, sirve para "mantener zonas estrat¨¦gicas de discontinuidad de vegetaci¨®n y expandir algunas plantas", afirma S¨¢nchez.