Madrid dibuja su parque m¨¢s intocable

La nieve que viste las cumbres de la sierra de Guadarrama sugiere un paisaje infinito. Una estrecha carretera serpenteante conduce desde Rascafr¨ªa (2.000 habitantes) hasta el mirador de los Robledos, una extensa planicie desde la que se observa el pico de Pe?alara, el punto m¨¢s elevado de la sierra de Guadarrama con 2.428 metros. En la explanada destaca un monolito de piedra y una especie de br¨²jula que en realidad es un mecanismo que identifica las cimas. El mirador est¨¢ enclavado en el valle del Lozoya. A un lado, los montes carpetanos a¨²n nevados. Al otro, la silueta de la cuerda larga. Todo ese paraje est¨¢ a punto de convertirse en parque nacional. La Asamblea de Madrid aprobar¨¢ hoy, a dos meses de las elecciones, la propuesta que remitir¨¢ al Ministerio de Medio Ambiente para que la declare como una de las 14 zonas paisaj¨ªsticas y ambientales m¨¢s importantes de Espa?a.

"Si se cambia la ley, se podr¨ªan incluir el pinar de los belgas y Valsa¨ªn"

El parque tiene forma de ancla, se estrecha al sur por el puerto de Cotos

La zona da cobijo a especies en peligro de extinci¨®n como el buitre negro

La nueva propuesta tiene casi 2.000 hect¨¢reas m¨¢s que hace un a?o

La propuesta de la Comunidad de Madrid es un proyecto de m¨ªnimos, pues consiste en un parque nacional, el primero de la regi¨®n, solo para las cumbres de la sierra de Guadarrama. Las asociaciones ecologistas y los partidos de la oposici¨®n (PSM e IU) se oponen porque lo consideran insuficiente. Sostienen que el plan regional deja fuera muchos enclaves de importante valor ambiental. Pero la realidad es que el futuro parque nacional tiene una extensi¨®n de 33.664 hect¨¢reas -21.740 de las cuales pertenecen a Madrid-, lo que lo convierte en el quinto en extensi¨®n del pa¨ªs. "Es un parque de cumbres. Fijamos la cota en los 1.700 metros de altura. A partir de ah¨ª se limita el conflicto de los usos porque se reducen las actividades", explica Federico Ramos, director general de Medio Ambiente de Madrid.

La obligaci¨®n de excluir los usos tradicionales del parque nacional (explotaci¨®n forestal, caza, pesca, ganader¨ªa...) ha reducido su extensi¨®n. Una ley aprobada en 2007 los proh¨ªbe. Lo que ha obligado a recortar la propuesta regional. El parque resultante tiene forma de ancla, con un estrechamiento entre el puerto de Cotos y el de Navacerrada. En el plan original se baraj¨® la idea de incluir los pinares de Valsa¨ªn (unas 3.000 hect¨¢reas, en la vertiente castellano-leonesa) y el de los Belgas (2.000 hect¨¢reas, en Madrid). Pero ambas zonas son explotaciones madereras y eso las deja fuera, a pesar de que la ex ministra socialista de Medio Ambiente, Cristina Narbona, se mostr¨® dispuesta a aportar al parque el pinar de Valsa¨ªn, titularidad del Estado.

El pasado viernes la consejera regional de Ordenaci¨®n del Territorio, Ana Isabel Mari?o, recorri¨® la vertiente madrile?a del futuro parque nacional. Desde el mirador de Robledos coment¨® que en el futuro se podr¨¢ ampliar el parque de las cumbres de Guadarrama con nuevos terrenos. La responsable de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid se lamenta de que en otros parques, como Monfrag¨¹e, s¨ª se permiten actividades. En el enclave extreme?o est¨¢ autorizada la extracci¨®n del corcho, seg¨²n argumentan los responsables regionales. "Si se cambia la ley se podr¨ªan incluir el pinar de los Belgas y Valsa¨ªn", apunta Mari?o.

La propuesta que trasladar¨¢ la Asamblea de Madrid al ministerio tiene 1.965 hect¨¢reas m¨¢s que el ¨²ltimo proyecto aprobado en julio de 2010. "Como Castilla y Le¨®n ampli¨® junto a los robledales de Navarredonda y San Mam¨¦s -en el extremo noreste del parque- decidimos a?adir por all¨ª", explica Federico Ramos y prosigue: "Tambi¨¦n incluimos terrenos de una finca privada cerca de La Pedriza. Llegamos a un acuerdo con el propietario porque la zona est¨¢ protegida y no pod¨ªa hacer nada".

El futuro parque nacional mide unos 50 kil¨®metros de este a oeste. En la vertiente madrile?a incluye 12 municipios (Alameda del Valle, Becerril de la Sierra, El Boalo, Cercedilla, Lozoya, Manzanares el Real, Miraflores de la Sierra, Navacerrada, Navarredonda y San Mam¨¦s, Pinilla del Valle, Rascafr¨ªa y Soto del Real), y a otros 16 pueblos en la cara castellano-leonesa.

Uno de los puntos cr¨ªticos del parque son las estaciones de esqu¨ª de Navacerrada y Valdesqu¨ª. En el proyecto original el parque rodeaba las pistas. "Desde la red de parques nacionales nos recomendaron que no hici¨¦ramos enclaves. Las estaciones formaban una isla dentro del parque. Ahora les hemos dado salida por el norte", explica Ramos. De esta forma, la Comunidad de Madrid y la Junta de Castilla y Le¨®n dejan abierta la posibilidad a una futura uni¨®n de las dos estaciones, proyecto muy criticado por las organizaciones ecologistas.

El pasado viernes varios autobuses cargados de estudiantes sub¨ªan por el puerto de Navacerrada. Algunos se dirig¨ªan al centro de interpretaci¨®n de la naturaleza, otros se deten¨ªan en el aparcamiento de La Pedriza para observar la formaci¨®n rocosa de la sierra madrile?a. Desde all¨ª, se puede observar algunos picos con nombres de leyenda como la pe?a del Yelmo, la tortuga, el cancho de los muertos, el mirador de quebrantaherraduras... Es un conjunto gran¨ªtico muy conocido por los aficionados al monta?ismo. Tiene varias rutas de escalada, que cuando la zona reciba el blas¨®n de parque nacional ser¨¢n estrechamente vigiladas. "No se permitir¨¢n nuevas v¨ªas", sostiene el director general de Medio Ambiente de Madrid.

Lo cierto es que el futuro parque de las cumbres de Guadarrama tiene una gran riqueza ambiental. Cuenta con nueve sistemas naturales t¨ªpicos de la alta monta?a. "Los matorrales supraforestales, pastizales de alta monta?a, estepas le?osas de altura y cascajales; pinares, sabinares y enebrales; robledales, hayedos y abedulares; quejigares y melojares; encinares, carrascales, alcornocales y acebuchales; cursos de agua y bosques de ribera; humedales y lagunas de alta monta?a; formas de relieve y elementos geol¨®gicos singulares de alta monta?a; y sistemas singulares de origen glaciar y periglaciar", recita Paco S¨¢nchez, director de Espacios Protegidos de Madrid, sin apenas respirar. Esta lista de h¨¢bitats naturales t¨ªpicos de alta monta?a completan el cat¨¢logo de ecosistemas de la red de parques nacionales. "Por eso es tan importante que se apruebe", desliza.

A unos metros del monasterio de El Paular est¨¢ el puente del Perd¨®n. El director del parque regional de Pe?alara, Juan Vielva, relata la historia de la vieja pasarela del siglo XVIII por donde los monjes cartujos acced¨ªan a un molino. El r¨ªo Lozoya pasa por debajo haciendo peque?os remolinos. El agua est¨¢ helada, proviene del deshielo. "El valle del Lozoya es la fuente de Madrid, de aqu¨ª proviene la mayor parte del agua que bebemos", interrumpe Federico Ramos en medio del puente. Desde all¨ª se observa el majestuoso valle madrile?o, con la sierra de Guadarrama en el horizonte.

El futuro parque nacional da cobijo a varias especies en peligro de extinci¨®n. Entre ellas la cig¨¹e?a negra, el buitre negro o el ¨¢guila imperial ib¨¦rica. "En el pinar de los Belgas es donde hay m¨¢s poblaci¨®n de buitre negro. Es una prueba de que la explotaci¨®n forestal controlada no afecta a la conservaci¨®n de la naturaleza", justifica Vielva mientras sostiene entre sus manos una taza de caf¨¦ caliente. En la zona se han identificado 112 especies de flora de inter¨¦s y otras 74 especies de fauna. Tambi¨¦n hay nutrias, corzos, cabras montesas y diversos anfibios como el trit¨®n jaspeado y el sapo partero. "Esto que vemos es fruto de muchos a?os de luchas de poder, de amores y de odios, de historias y de costumbres ganaderas y agr¨ªcolas... Es ¨²nico, ha sido moldeado por la historia", reflexiona Vielva, mientras observa embelesado la sierra de Guadarrama.