El entendimiento PSE-PP en el Pa¨ªs Vasco
Los cl¨¢sicos de la teor¨ªa pol¨ªtica estaban de acuerdo en que una de las ventajas del federalismo era que permit¨ªa ensayar pol¨ªticas a nivel de los Estados miembros que luego pod¨ªan aplicarse en el Estado Federal en su conjunto. Cada vez son m¨¢s los que piensan que dentro de la complejidad del modelo federal tiene cabida, sin menoscabo de sus singularidades, nuestro Estado Auton¨®mico. Prueba de ello ser¨ªa el entendimiento pol¨ªtico entre el PSE-PSOE y el PP vasco. En contraste con las relaciones enfrentadas que genera una aparente dial¨¦ctica entre enemigos dominante en el conjunto espa?ol, las buenas relaciones que ambos partidos mantienen en el Pa¨ªs Vasco nos ofrecen un ejemplo de lo que podr¨ªa llegar a ser la vida pol¨ªtica espa?ola si se atendiese al rodaje de determinadas experiencias a nivel de nuestra vida auton¨®mica.
La pol¨ªtica vasca puede pasar de ser el gran problema a ser una referencia para el Estado Auton¨®mico
El objetivo m¨¢ximo para el nuevo escenario ser¨ªa contar con el concurso del PNV
Es verdad que el entendimiento entre el PSE y el PP vasco tiene sus ra¨ªces en unas especificidades propias de la pol¨ªtica vasca. La existencia de una significativa opci¨®n, mejor ser¨ªa hoy hablar de dos opciones nacionalistas en Euskadi, ha hecho que las otras dos grandes alternativas de la pol¨ªtica vasca hayan convergido en un entendimiento que ten¨ªa mucho de natural.
La tradici¨®n socialista vasca ha descubierto en la tradici¨®n liberal y republicana que en parte representa hoy el PP del Pa¨ªs Vasco, un aliado natural para el ejercicio del poder. Sobreponi¨¦ndose a la din¨¢mica de enemistad que domina la relaci¨®n PSOE-PP, los socialistas vascos han sabido descubrir en el PP la complejidad de su urdimbre ideol¨®gica. Recuerdo que en alguna ocasi¨®n Ion Juaristi se ha referido al componente carlista de un centro-derecha vasco que no habr¨ªa emigrado hacia las quiz¨¢s m¨¢s tentadoras opciones nacionalistas.
Con independencia de esta presencia, es innegable que el PP vasco debe expresar la herencia de un poderoso liberalismo vasco decimon¨®nico, con significativa presencia tambi¨¦n en el primer tercio del siglo XX. Una de las ramas de este liberalismo vendr¨ªa representada por una tradici¨®n republicana igualmente visible en el Pa¨ªs Vasco anterior a la guerra civil. La constataci¨®n de las l¨ªneas de proximidad de un socialismo vasco impregnado por una visi¨®n socialdem¨®crata que tuvo su representante m¨¢s emblem¨¢tico en la personalidad de Indalecio Prieto, con una tradici¨®n liberal-democr¨¢tica que combinaba su vasquismo con la lealtad a la vida espa?ola, ser¨ªa la base profunda sobre la que debiera asentarse hoy el acuerdo entre el PSE y el PP vasco.
Ambos partidos tienen una animaci¨®n complementaria al entendimiento en su visi¨®n del encaje del Pa¨ªs Vasco en la vida espa?ola. En contraste con la visi¨®n nacionalista, socialistas y populares son conscientes de los
beneficios que se derivan para la vida vasca de su inserci¨®n en el conjunto espa?ol. La propia vida en el marco europeo pone de manifiesto las ventajas de contar con el apoyo de un Estado como el espa?ol en la gesti¨®n cotidiana de los intereses peculiares de la sociedad vasca en la arena europea. Los lazos econ¨®micos, sociales y culturales que anclan la vida vasca en el conjunto de la vida espa?ola son un recordatorio permanente de la necesidad de operar en este espacio espa?ol como prolongaci¨®n natural de los intereses vascos espec¨ªficos. No se trata solamente de la presencia demogr¨¢fica de poblaci¨®n con origen en otros puntos de Espa?a en el Pa¨ªs Vasco y de poblaci¨®n vasca en el resto de Espa?a. Es la acci¨®n de una larga y compleja historia la que ha producido la fusi¨®n de la sociedad vasca en un hecho nacional espa?ol, sin menoscabo del reconocimiento en su seno de una especificidad nacional vasca. Los valores recogidos en la Constituci¨®n de 1978, el pluralismo, la tolerancia, las lealtades compartidas, constituyen el sustrato sobre el que han crecido las opciones pol¨ªticas que hoy representan el PSE-PSOE y el PP vasco.
Es en la conciencia compartida de esta realidad sobre la que se ha operado el entendimiento entre las dos fuerzas pol¨ªticas que dominan hoy la acci¨®n del Gobierno de Vitoria. Los recelos de significativos sectores del voto socialista y popular respecto a esta colaboraci¨®n se habr¨¢n de ir diluyendo conforme se haga m¨¢s evidente la gesti¨®n del Gobierno de Patxi L¨®pez. Porque la situaci¨®n actual no ser¨ªa fruto, en lo fundamental, de una estrategia pol¨ªtica para desalojar al PNV del poder en Vitoria. Ni siquiera resultado de la coincidencia en la defensa de un Estado de derecho de dos partidos amenazados por la violencia del nacionalismo radical. En su base m¨¢s profunda, deber¨ªa ser la consecuencia de un acuerdo que tiene claras ra¨ªces hist¨®ricas y un firme fundamento en la realidad social del pa¨ªs.
No hay que extra?arse, pues, que la actual vida pol¨ªtica vasca pueda concluir en un pacto de gobierno entre el PSE y el PP que ofrezca expresi¨®n pol¨ªtica a un entendimiento social de s¨®lidas bases. La lecci¨®n del Pa¨ªs Vasco para el conjunto de la vida espa?ola no es probable que se extienda a estas ¨²ltimas consecuencias. Pero s¨ª ser¨ªa conveniente que el conjunto de los espa?oles aprendi¨¦ramos del Pa¨ªs Vasco la conveniencia de llegar a acuerdos con los que hacer frente a los grandes problemas de nuestra sociedad. Es muy probable, en definitiva, que a medio plazo la pol¨ªtica vasca pueda transformarse del gran problema de nuestra democracia en una referencia para el conjunto de nuestro Estado Auton¨®mico y para la vida de nuestro sistema pol¨ªtico.
Son muchos los que hoy piensan que el cierre definitivo de la organizaci¨®n territorial de nuestro Estado, entre otros problemas, se har¨¢ imposible sin el acuerdo entre los dos grandes partidos estatales capaz de culminar en un proceso de reforma constitucional. El entendimiento del PSE-PSOE y el PP en el Pa¨ªs Vasco constituye un primer paso en esta direcci¨®n.
Todo apunta a que vivimos las v¨ªsperas de un nuevo escenario pol¨ªtico en el Pa¨ªs Vasco. Si se produce al fin el definitivo abandono de ETA de la vida vasca, este entendimiento entre socialistas y populares alcanza su plena significaci¨®n pol¨ªtica. El objetivo m¨¢ximo para este nuevo escenario ser¨ªa contar con el concurso de un PNV convencido de las ventajas de una pol¨ªtica autonomista sobre enso?aciones soberanistas.
La configuraci¨®n de una clara opci¨®n independentista en ausencia definitiva de ETA, podr¨ªa ayudar al PNV a encontrar su camino. La historia ilustra la potenciaci¨®n del voto peneuvista en coincidencia con el desarrollo de sus objetivos autonomistas. Pero en ausencia de esta rectificaci¨®n del PNV, el acuerdo entre socialistas y populares deber¨ªa ser suficiente garant¨ªa de estabilidad para un futuro caracterizado por la armoniosa relaci¨®n del Pa¨ªs Vasco con el conjunto de Espa?a.
Andr¨¦s de Blas Guerrero es catedr¨¢tico de Teor¨ªa del Estado en la UNED.
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