El renacer nuclear se apaga

Siempre existi¨® el riesgo nuclear: los reactores deben considerarse razonablemente seguros, ganan en seguridad a cada accidente que obliga a revaluar dise?os y protocolos, se construyen y reforman para soportar cualquier contratiempo previsto pero nunca ser¨¢n invulnerables. Y si el n¨²cleo se calienta de forma descontrolada, la probabilidad de un accidente radiactivo suele ser elevada. Aunque para llegar a este extremo se requiera uno de los terremotos m¨¢s poderosos que ha sacudido el planeta -el quinto m¨¢s grave del que tienen constancia los sism¨®logos- seguido de un tsunami. O una secuencia de aver¨ªas abonada por la cascada de errores mediante la que ingenieros de Three Mile Island causaron en 1979 una fusi¨®n parcial del n¨²cleo en la planta estadounidense. C¨²mulos inusuales de accidentes que solo cuajan cada 20 a?os, seg¨²n la estad¨ªstica de un sector que apenas supera el medio siglo de vida. Un riesgo m¨ªnimo que pa¨ªses, Gobiernos y ciudadanos parec¨ªan considerar asumido. ?Hasta ahora?

El 59% de europeos confiaba en 2009 en la seguridad de las centrales

"La industria ganar¨¢ sensaci¨®n de vulnerabilidad", advierte un experto

Algunos cient¨ªficos dudan de que esta energ¨ªa sea de las m¨¢s econ¨®micas

Prescindir de estas centrales requiere planes a largo plazo a¨²n inexistentes

Los expertos est¨¢n divididos sobre si el uranio escasear¨¢ en alg¨²n momento

La apuesta por las energ¨ªas cl¨¢sicas frena la b¨²squeda de otras fuentes

El desastre en los reactores de Fukushima parece crucial para el futuro del sector, que presagiaba momentos dulces para lo at¨®mico: un fil¨®n energ¨¦tico que proporciona importantes recursos para cuadrar la pol¨ªtica energ¨¦tica de los Gobiernos; lucrativos negocios para las el¨¦ctricas y los pa¨ªses que controlan la tecnolog¨ªa nuclear; y te¨®ricos beneficios para los ciudadanos con un estilo de vida sujeto a altos consumos de energ¨ªa que, sin la obtenida de las nucleares, ser¨ªa dif¨ªcilmente sostenible. Ante este panorama lo nuclear deviene como un sector imprescindible que gana posiciones incluso en entornos anta?o reticentes a perseverar en esta fuente energ¨¦tica.

El calendario de cierre de los reactores prometido por el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero mut¨® hasta que, el mes pasado, el Gobierno espa?ol abri¨® la puerta a alargar la vida de las nucleares m¨¢s all¨¢ de los 40 a?os para los que fueron dise?ados. La canciller alemana, Angela Merkel, reform¨® el a?o pasado una ley para aplazar unos 12 a?os el cierre de varios reactores. 2011 deb¨ªa iniciarse con buenos augurios para el lobby nuclear: el 59% de los ciudadanos de la UE opina que las plantas at¨®micas pueden funcionar de forma segura, seg¨²n el Eurobar¨®metro que ayer public¨® la Comisi¨®n Europea, con datos recogidos en oto?o de 2009. La encuesta se efectu¨® cuando el tsunami todav¨ªa no hab¨ªa arramblado con la planta de Fukushima. M¨¢s que buenas noticias, el sector anot¨® el porcentaje como el dato a partir del cual medir las consecuencias de este golpe en la opini¨®n p¨²blica.

"La industria nuclear quedar¨¢ afectada por el accidente porque rompe la sensaci¨®n de invulnerabilidad", se?ala el catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad de Santiago de Compostela Benjam¨ªn Gonz¨¢lez, que lleva 15 a?os estudiando la evoluci¨®n de la opini¨®n p¨²blica sobre el riesgo nuclear. Para llegar a esta situaci¨®n cr¨ªtica ha hecho falta una cat¨¢strofe severa pero cabe considerar otras posibilidades, como hipot¨¦ticas amenazas terroristas, advierten los expertos. "Probablemente algunos Gobiernos sigan esta tendencia buscando desarrollar otras fuentes de energ¨ªa", concluye Gonz¨¢lez.

El impacto de ver explotar sucesivamente un complejo at¨®mico ha provocado que Alemania descarte ya la pr¨®rroga de los reactores que el Gobierno de Angela Merkel defendi¨® hasta la semana pasada. "[Fukushima] supone un punto de inflexi¨®n para el mundo", justific¨® este lunes la canciller. La misma corriente arrastra al grueso de Gobiernos del planeta: Suiza suspendi¨® la construcci¨®n de tres reactores, la UE realizar¨¢ pruebas para evaluar la seguridad de los reactores mientras EE UU estudia medidas similares. Las dudas se extienden ya sobre pr¨¢cticamente la totalidad del parque nuclear mundial. ?Un complejo at¨®mico en llamas puede amenazar toda una industria que acariciaba el llamado renacer nuclear?

Depende. Ese renacer nuclear se basa en los 65 reactores en construcci¨®n que hay en el mundo; unos 50 se alojan en China y otros pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo pero en el mundo occidental ha habido muchas m¨¢s palabras que ladrillos. La mayor¨ªa de pa¨ªses plantea la prolongaci¨®n de la vida de las centrales -Estados Unidos ha dado permiso a unas 40 plantas para operar hasta que cumplan 60 a?os-. Pero los planes para sustituir estas centrales por otras no se han concretado por varios factores, entre ellos el elevado coste de construcci¨®n de los reactores y las dudas sobre su viabilidad en el futuro. Construir un reactor nuclear cuesta entre 3.500 y 5.000 millones de euros, seg¨²n datos de la patronal del sector. Representa cerca del 0,5% del PIB que registr¨® Espa?a en 2010 y una cantidad similar a las subvenciones que este pa¨ªs concedi¨® a las fuentes de energ¨ªa renovables en todo el a?o. Los ingenieros suelen decir que este coste es asumible, pero algunos cient¨ªficos cuestionan que las nucleares sean realmente m¨¢s rentables que otras fuentes energ¨¦ticas. "A la construcci¨®n debe a?adirse la factura de los gastos en seguridad y mantenimiento", advierte Antonio Turiel, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), experto en energ¨ªa. Tambi¨¦n deber¨ªa sumarse el coste de gestionar durante varios siglos los residuos radiactivos que generan las plantas, problema para el que muchos pa¨ªses -entre ellos Espa?a- a¨²n carecen de soluci¨®n. El espectro de opiniones es amplio y revela que investigadores e ingenieros tampoco son inmunes a la subjetividad. "Las nucleares siguen siendo m¨¢s baratas a largo plazo porque ofrecen un rendimiento anual casi ocho veces mayor que las renovables", subraya Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa Casasnovas, ingeniero industrial, miembro del Comit¨¦ de Energ¨ªa del Colegio de Ingenieros de Catalu?a. "Preferimos no calibrar el coste de cada energ¨ªa porque hay muchas maneras de contabilizarlo y cada cual puede obtener los resultados que m¨¢s le plazcan", zanja Turiel. Por ello, sin la cat¨¢strofe actual, "el despegue de la industria tampoco estaba garantizado", se?ala. Aun as¨ª el sector at¨®mico debe encajar adem¨¢s la crisis japonesa.

"En cualquier caso no es viable prescindir de la energ¨ªa nuclear", se?ala el Foro Nuclear Espa?ol. Cierto: el mundo sufre de dependencia at¨®mica. Los pa¨ªses que se abastecen de energ¨ªa nuclear no pueden prescindir de los reactores precisamente porque han dise?ado su aprovisionamiento energ¨¦tico contando con esta fuente. Proporciona el 20% del consumo energ¨¦tico de EE UU, porcentaje similar entre los pa¨ªses industrializados como Espa?a, Alemania, Reino Unido y Jap¨®n, que se dispara al 46% en el caso de Suecia y hasta el 78% en Francia. Desmantelar los reactores requerir¨ªa un replanteamiento global que afectar¨ªa el h¨¢bito de vida en todo el mundo. "A corto plazo, es inviable un mundo sin nucleares o una Espa?a sin energ¨ªa at¨®mica. No hay alternativa", se?ala Casasnovas. "Pero s¨ª ser¨ªa factible una planificaci¨®n energ¨¦tica a m¨¢s largo plazo que prescinda de esta fuente energ¨¦tica", asume. El problema ser¨ªa el coste y el tiempo: "No se podr¨ªa hacer en menos de 20 a?os y tampoco se ha planteado ning¨²n estudio porque ahora mismo no existe tecnolog¨ªa para ello", lamenta.

Quedan alternativas a la energ¨ªa nuclear y al petr¨®leo, aunque la m¨¢s razonable est¨¢ descartada, pronostican los expertos. "Ser¨ªa necesario disminuir el consumo energ¨¦tico mundial un 90%", calcula Turiel. Ello obligar¨ªa al mundo a cambiar sustancialmente el actual modo de vida, ocasionar¨ªa p¨¦rdidas billonarias a el¨¦ctricas, compa?¨ªas del sector y otros tantos Gobiernos con intereses en la industria nuclear y energ¨¦tica como Francia y EE UU. "A la larga, ser¨¢ inevitable, queramos o no", avisa el investigador antes de recordar que las nucleares pueden sufrir problemas para abastecerse de uranio, el combustible que permite la fisi¨®n nuclear.

Se trata de otro aspecto en el que apenas hay consenso: los ¨²ltimos estudios consideran que la carest¨ªa de uranio comenzar¨¢ en 2040; el Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) calcula que las reservas conocidas alcanzar¨¢n al menos para otros 80 a?os, mientras que Francisco Tar¨ªn, representante de Espa?a en la Agencia de Energ¨ªa Nuclear europea, defiende p¨²blicamente que hablar de problemas de suministro nuclear es una posibilidad "falaz". Para ello esgrime el desarrollo de tecnolog¨ªas para reutilizar uranio que por ahora no han logrado cumplir los requisitos de seguridad que se exigen a un reactor. Y que la demanda de este material incentivar¨¢ a las empresas a buscarlo en otras zonas, lo que encarecer¨ªa a¨²n m¨¢s la energ¨ªa nuclear. "Hasta el punto de que costar¨ªa m¨¢s extraer uranio que los beneficios de una nuclear. Dudo de que haya reactores para m¨¢s de dos o tres d¨¦cadas", advierte Turiel.

Las perspectivas coinciden en que las nucleares ya construidas, -las espa?olas alcanzar¨¢n antes de 2030 los 40 a?os para los que fueron dise?adas- tienen garantizado el uranio. Pero el asunto compromete la construcci¨®n de nuevas centrales. "La soluci¨®n consiste en invertir en investigaci¨®n e innovaci¨®n de nuevas fuentes energ¨¦ticas", dice Casasnovas. "Esta deber¨ªa ser la principal preocupaci¨®n, porque nadie puede garantizar que en 50 a?os haya recursos para mantener el actual consumo energ¨¦tico actual", avisa.

Lo viejo no termina de morir y lo nuevo, no acaba de nacer. "El desarrollo de otras fuentes est¨¢ ahogado por la apuesta por el petr¨®leo y la nuclear", se?ala el ingeniero. Tampoco resulta claro si el futuro estar¨¢ en las renovables: en Espa?a pueden llegar a proporcionar m¨¢s del 30% de la energ¨ªa pero, por ahora, no disponen de potencial para alumbrar todo el pa¨ªs. "Lo siento, yo tambi¨¦n tengo hijos", avisa Turiel. "Pero el futuro, con o sin nucleares, pinta complicado".