Pintas en alto por San Patricio

Cada 17 de marzo la cerveza Guinness aumenta la presi¨®n sobre los grifos de los pubs irlandeses de Madrid (y de medio mundo), las pintas se alzan a la voz de "sl¨¢inte!" (?salud!) y los 20.000 irlandeses que viven en Madrid lucen de forma carnavalesca gorros y camisetas de color verde. Todo en honor a San Patricio, el patr¨®n de Irlanda, que no prob¨® la cerveza Guinness en toda su milagrosa vida.

Naci¨® en Bennhaven Taberniae (Escocia) llam¨¢ndose Maewyn alrededor del a?o 387. Era hijo de un oficial romano cristiano y, siendo adolescente, fue secuestrado por unos piratas y llevado a Irlanda, donde trabaj¨® como esclavo pastoreando animales hasta que consigui¨® escapar. Tras vivir un tiempo en Francia sintiendo la llamada divina, decidi¨® volver para liberar a aquellos hombres que lo mantuvieron cautivo. A su regreso, comenz¨® a predicar el catolicismo peregrinando por toda la isla, construyendo iglesias y ganando adeptos a su paso. Nac¨ªa San Patricio y cautivaba a los irlandeses. Les explicaba la Sant¨ªsima Trinidad con un tr¨¦bol (una misma unidad con tres personas diferentes). Y, en el imaginario colectivo, se le atribuye el poder de ahuyentar a las serpientes que, al parecer por aquel entonces, reptaban a sus anchas por la verde Irlanda. Muri¨® en el 461 y se le dio sepultura en Sa¨²l, regi¨®n de Stragford Lough, donde hab¨ªa edificado su primera iglesia.

Siglos m¨¢s tarde, en 1725, nac¨ªa en Celbridge, Co Kildare, otro hombre de ¨¦xito: Arthur Guinness. Los cat¨®licos ya hab¨ªan alcanzado puestos eminentes en la isla y su padre era precisamente un siervo de la tierra del arzobispo de Cashel, el doctor Arthur Pricepor, que a su muerte le dej¨® 100 libras a cada uno de los hijos de su s¨²bdito. Con ese dinero Arthur Guinness mont¨® en 1756 su primera f¨¢brica y en ocho a?os era el amo de la corporaci¨®n de cerveceros de Dubl¨ªn. Solo 10 de sus 21 hijos siguieron la tradici¨®n cervecera familiar, suficiente para mantener un imperio de fermentaci¨®n de cebada tostada hasta hoy, cuando su cerveza es un s¨ªmbolo m¨¢s de Irlanda y se bebe por medio mundo, y la primera f¨¢brica es uno de los museos m¨¢s visitados de Dubl¨ªn.

"San Patricio es el d¨ªa m¨¢s importante del a?o para los irlandeses", dice el embajador de Irlanda en Espa?a, Justin Horman, que este a?o anda m¨¢s atareado que ning¨²n otro esperando la visita el pr¨®ximo 21 de marzo de su presidenta, Mary McAleese, ya al final de su segundo mandato. "Este a?o te?iremos de verde la Puerta de Alcal¨¢, como otros monumentos en otras ciudades del mundo, y lo haremos dos d¨ªas: el 17 y el 21, por la visita de la presidenta", anuncia Horman. "Durante estos festejos uno siente el afecto hacia los irlandeses y ve la capacidad que tienen para integrarse en otras sociedades", agrega.

De hecho, la expansi¨®n de esta festividad por todo el mundo se atribuye precisamente a la di¨¢spora. Desde el siglo XIX, han sido muchos los irlandeses que han emigrado y se han llevado consigo sus tradiciones que han sido adoptadas por otras culturas. "Saint Patrick representa el esp¨ªritu de los irlandeses para asumir desaf¨ªos", concluye Horman.

Curiosamente en el caso de Madrid, la celebraci¨®n de San Patricio lleg¨® cuando lleg¨® la cerveza. Lo cuenta ?ngel Monje, propietario de La Ardosa (Col¨®n, 13), la primera taberna madrile?a que empez¨® a tirar Guinness en 1982. "Los dos primeros a?os ¨¦ramos el ¨²nico sitio que celebraba la festividad irlandesa en la ciudad", asegura. "Hac¨ªamos competiciones de Guinness, y al que era capaz de beber m¨¢s cerveza le regal¨¢bamos una jarra de plata grabada con su nombre. Ahora ya simplemente ambientamos el local con m¨²sica irlandesa y algo de decoraci¨®n", cuenta.

"??Cerveza verde?!". La que exclama esa pregunta al tel¨¦fono, con las cejas pegadas al cuero cabelludo, es Pili, la camarera de La Ardosa. "No, tenemos distintos tipos de cerveza pero verde no, lo siento", cuelga amablemente.

Desde hace unos a?os, la fiebre del verde ha llegado a te?ir hasta la cerveza, aunque en Madrid en la mayor parte de los locales siguen fieles a la costumbre. La capital se suma a la celebraci¨®n con sus decenas de tabernas, que regalan camisetas y gorros con las pintas y ofrecen conciertos de m¨²sica en vivo. Sl¨¢inte!.