Miles de sirios exigen libertad y el fin de la corrupci¨®n
Un ni?o de 11 a?os se convierte en la sexta v¨ªctima mortal de la protesta
Fuerzas del Ej¨¦rcito sirio rodearon ayer la ciudad sure?a de Deraa, donde prosegu¨ªan las protestas contra la corrupci¨®n y la falta de libertad. Un ni?o de 11 a?os, herido la v¨ªspera por los gases lacrim¨®genos, falleci¨®; era la sexta v¨ªctima mortal de los ¨²ltimos d¨ªas. Miles de personas acudieron al funeral por un joven de 23 a?os muerto el domingo por los disparos de las fuerzas de seguridad. La protesta tambi¨¦n se extendi¨® a Jassem, a 30 kil¨®metros de Deraa, con cientos de manifestantes en la calle. El r¨¦gimen de Bachar el Asad intentaba combinar la represi¨®n violenta y los arrestos masivos con ofertas de negociaci¨®n.
Los militares establecieron puestos de control en los accesos a Deraa y varios cazabombarderos y helic¨®pteros sobrevolaron la ciudad durante la jornada. El epicentro de la revuelta parec¨ªa encontrarse en la mezquita de Al Omari, en el barrio viejo, donde se celebraban los funerales. Diversas fuentes sirias citadas por el analista Joshua Landis indicaron que grupos islamistas estaban uni¨¦ndose a las protestas y que exist¨ªa la posibilidad de que la minor¨ªa kurda se sumara tambi¨¦n a las mismas. El r¨¦gimen sirio est¨¢ controlado por la secta alau¨ª, a la que pertenece el 12% de la poblaci¨®n. La gran mayor¨ªa es sun¨ª.
Los primeros s¨ªntomas de que el malestar social se desbordaba aparecieron en Damasco el 17 de febrero, con disturbios en el mercado central. La revuelta de Deraa, la m¨¢s grave de las registradas en el pa¨ªs, comenz¨® la semana pasada, tras la detenci¨®n de 15 colegiales que hab¨ªan escrito frases revolucionarias en las paredes. Eran frases que hab¨ªan aprendido gracias a las informaciones televisivas sobre los acontecimientos de Egipto. El Gobierno de Damasco culp¨® al gobernador y le atribuy¨® un "exceso de celo". Sin embargo, al d¨ªa siguiente, viernes, varias personas con uniforme de las fuerzas de seguridad y el rostro cubierto abrieron fuego contra los manifestantes.
La represi¨®n y los muertos agudizaron la ira de la poblaci¨®n, que el domingo incendi¨® la sede local del partido ¨²nico Baaz, el Palacio de Justicia y una empresa del magnate Rami Makhlouf, primo del presidente El Asad y considerado el s¨ªmbolo m¨¢ximo de la corrupci¨®n end¨¦mica del r¨¦gimen.
Mientras los disturbios prosegu¨ªan, El Asad envi¨® a su ministro de Justicia para negociar con los jefes cl¨¢nicos de Deraa. En las protestas callejeras se gritaba "el pueblo quiere el fin de la corrupci¨®n" (una adaptaci¨®n de la consigna egipcia "el pueblo quiere el fin del r¨¦gimen") y "Dios, Siria y libertad", con pocos ataques directos a El Asad.
Los notables locales entregaron al ministro una lista de peticiones que inclu¨ªan el desmantelamiento de la polic¨ªa pol¨ªtica (a la que hay que pedir permiso para comprar o vender una vivienda), la detenci¨®n y juicio de los responsables de las muertes de manifestantes, y la liberaci¨®n de los encarcelados por delitos de opini¨®n.
El r¨¦gimen sirio nunca ha sido t¨ªmido en la represi¨®n de revueltas. En 1982, el padre de Bachar el Asad, Hafez el Asad, aplast¨® con una masacre un amotinamiento de los Hermanos Musulmanes en la ciudad de Hama. Los muertos fueron al menos 20.000.
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