Tokio no logra domar Fukushima
La lucha por enfriar la nuclear se eterniza, revela fallos de dise?o y amenaza a la industria at¨®mica
El accidente en la nuclear de Fukushima I ha sacudido los cimientos de la industria nuclear y ha dejado al descubierto debilidades de un sistema que se vend¨ªa como invulnerable. M¨¢s de dos semanas despu¨¦s del terremoto del 11 de marzo, Jap¨®n, la tercera econom¨ªa del mundo, admite que no sabe c¨®mo evolucionar¨¢ el accidente, la contaminaci¨®n radiactiva se extiende y ni siquiera ha sido capaz de devolver el suministro el¨¦ctrico a los seis reactores del complejo de Fukushima. El caso deja dudas sobre el dise?o de las nucleares, la respuesta de Jap¨®n, la actuaci¨®n del Organismo Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) y pinta de negro el pretendido renacer at¨®mico.
- El precedente. El 16 de julio de 2007, a las 10.13, un terremoto de 6,8 en la escala de Richter sacudi¨® la costa este de Jap¨®n. El se¨ªsmo super¨® las bases de dise?o de la nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, la mayor del mundo, siete reactores nucleares frente a la costa y operado por la el¨¦ctrica Tokyo Electric Power (Tepco). La aceleraci¨®n medida en la tierra fue de 680 metros/segundo2 . Las bases de dise?o en el reactor 1, por ejemplo, solo contemplaban un terremoto con una aceleraci¨®n de 273.
En 2007, otro se¨ªsmo da?¨® una central en Jap¨®n. El pa¨ªs no tom¨® medidas
La el¨¦ctrica reaccion¨® tarde y Tokio minimiz¨® y ocult¨® informaci¨®n
La nuclear estaba a solo 16 kil¨®metros del epicentro del terremoto. Tres de los reactores -3, 4 y 7- estaban en funcionamiento y pararon con el temblor. Hubo un incendio en un transformador y los bomberos tuvieron dificultades para controlarlo por problemas en las conducciones de agua.
Seg¨²n el informe de la agencia nuclear japonesa (NISA) de 2009, "el terremoto desbord¨® las piscinas de combustible en todos los reactores y, en la unidad 6, agua [radiactiva] se filtr¨® al ambiente". Tepco inform¨® con retraso del escape. NISA mantuvo cerrados los reactores a?os (han abierto escalonadamente) y pidi¨® a Tepco que revisara la seguridad de sus nucleares contra terremotos.
El caso es asombrosamente similar al de Fukushima. Fue el aviso de lo que pod¨ªa ocurrir, pero Jap¨®n no aprendi¨®. Era la primera vez que la industria nuclear ve¨ªa c¨®mo las bases de dise?o de una central se ve¨ªan superadas.
- El dise?o. Fukushima est¨¢ en un lugar imposible. En la zona con m¨¢s actividad s¨ªsmica del planeta, sus seis reactores est¨¢n semienterrados en la costa. Estaba dise?ada para resistir un terremoto de magnitud 7 y un tsunami de 5,7 metros. El terremoto del 11 de marzo fue de 9 y el tsunami que lleg¨® de 10 metros. "El dise?o fue optimista", ha admitido Tepco, su forma de reconocer un grave error de dise?o.
- La p¨¦rdida de suministro. Tras el terremoto, los tres reactores que estaban en funcionamiento pararon como corresponde a un terremoto. De forma autom¨¢tica, unas barras de control se introducen entre las barras de combustible y frenan la reacci¨®n. Sin esa operaci¨®n, el accidente habr¨ªa sido mucho mayor. El se¨ªsmo dej¨® a la central sin suministro el¨¦ctrico.
Cuando una nuclear est¨¢ en funcionamiento es independiente, pero cuando est¨¢ parada necesita s¨ª o s¨ª electricidad externa para enfriarse. Sin luz, comenzaron a funcionar los generadores di¨¦sel de emergencia. Pero el tsunami posterior arrambl¨® con ellos. La central qued¨® solo con unas bater¨ªas, el segundo sistema de emergencia, pero solo duran unas horas. "Hay que revisar los sistemas para casos en los que se pierde el suministro el¨¦ctrico. Fukushima ha demostrado que los generadores di¨¦sel no siempre son suficientes", dice una fuente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
- Los trabajos. Un exejecutivo de Tepco ha cuestionado en The Wall Street Journal que la el¨¦ctrica tardara en inyectar agua de mar para refrigerar los reactores. El agua salada deja inservible la planta, y critica que durante el primer d¨ªa la empresa tratara de salvar los reactores, con lo que perdi¨® unas horas cruciales.
Desde hace m¨¢s de dos semanas, Jap¨®n trata de restablecer el suministro el¨¦ctrico, sin que ayer lo hubiera conseguido totalmente en cuatro de los seis reactores. S¨ª logr¨® llevar l¨ªneas el¨¦ctricas, pero con las tres explosiones registradas, los equipos est¨¢n da?ados. Esas explosiones se produjeron por la salida de hidr¨®geno -un gas explosivo- desde el reactor. El OIEA afirm¨® ayer que es probable que est¨¦ da?ada la contenci¨®n del reactor 3, el que usa uranio y plutonio como combustible, lo que lo convierte en mucho m¨¢s radiactivo que el uranio del resto.
El humo negro que aparece ocasionalmente de los reactores procede presumiblemente de cortocircuitos al intentar encender las bombas. Despu¨¦s de dos semanas, ya tienen luz dos de las salas de control, lo b¨¢sico, pero en esta situaci¨®n se considera una gran noticia. Adem¨¢s, ya hay inyecci¨®n de agua dulce y comienza a usar el sistema normal de refrigeraci¨®n. Aunque ya no se recurre a la desesperada soluci¨®n de lanzar agua desde helic¨®pteros, m¨¢s de dos semanas despu¨¦s nadie es capaz de predecir la evoluci¨®n y a¨²n queda una larga tarea por delante. Las piscinas de combustible gastado, altamente radiactivo, se han visto da?adas.
- Los trabajadores. Junto a la central, "los niveles de contaminaci¨®n tienden a descender levemente, aunque siguen siendo elevados y, en la zona de los reactores 3 y 4, extremadamente altos", seg¨²n el CSN. Jap¨®n ha elevado la dosis (de 100 milisievert al a?o a 250) que pueden recibir los llamados h¨¦roes de Fukushima. "Diecisiete trabajadores han recibido dosis de entre 100 y 180 milisievert", seg¨²n el OIEA. En una zona con agua en la que se contaminaron dos empleados, midi¨® dosis de "400 milisievert por hora", lo que implica que en un cuarto de hora un trabajador recibir¨ªa la dosis de un a?o.
- La emisi¨®n. La magnitud del escape radiactivo es a¨²n una inc¨®gnita. Jap¨®n no ha hecho p¨²blica ninguna estimaci¨®n. Pero institutos oficiales de Austria y Francia han dado sus c¨¢lculos, basados en lo que han medido en EE UU y en Jap¨®n las estaciones de un tratado internacional para evitar pruebas at¨®micas sin control. Los resultados son dispares. Francia afirma que la emisi¨®n ha sido un 10% de la de Chern¨®bil y Austria, que el cesio emitido oscila entre el 20% y el 60% del accidente de Ucrania.
Arturo Vargas, de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a y que trabaja con este tipo de modelos, explica que hay incertidumbres, pero que puede servir sobre la fuente de emisi¨®n: "Buena parte de la radiaci¨®n se ha dispersado sobre el Pac¨ªfico, ya que los vientos dominantes iban hacia all¨ª".
- Los evacuados. El Gobierno japon¨¦s orden¨® evacuar a la poblaci¨®n en un radio de 20 kil¨®metros y el viernes recomend¨® que se fueran los que vivan a menos de 30 kil¨®metros de la central. Los datos de contaminaci¨®n justifican la decisi¨®n. A 40 kil¨®metros al noroeste, en el pueblo de Iitate, se ha medido una contaminaci¨®n por cesio-137 de 163.000 bequerelios por kilo (543 veces m¨¢s de lo permitido en la UE). Ese es un punto muy caliente y la contaminaci¨®n no sigue un patr¨®n homog¨¦neo (hay zonas con mucho menos cesio y yodo-131).
El cesio-137 tarda 30 a?os en desintegrarse a la mitad, lo que demuestra que o Jap¨®n emprende una gran tarea de descontaminaci¨®n o crea una zona de exclusi¨®n alrededor de la central, como se hizo en Chern¨®bil.
- La informaci¨®n. Tepco -y en general la industria at¨®mica- acumula un largo historial de oscurantismo. En este caso, el retraso en la informaci¨®n ha irritado a pa¨ªses del OIEA. Francia y EE UU han admitido en p¨²blico que ten¨ªan poca informaci¨®n. "Esta es una de las cosas que habr¨¢ que analizar y cambiar pero no es el momento", explica una fuente del CSN. El primer ministro, Naoto Kan, ha prometido transparencia en tres ocasiones. Pero lo cierto es que Tokio ha minimizado el accidente. Primero lo calific¨® como nivel 4 (en la escala INES, que va de 0 a 7) y tard¨® cinco d¨ªas en darle un nivel 5. Harrisburg, en 1979, recibi¨® un 5, y Chern¨®bil, un 7. Ahora, la NISA remolonea para calificar Fukushima como un nivel 6, lo que lo convertir¨ªa en el peor accidente tras Chern¨®bil.
- Las consecuencias. La industria nuclear comenzaba a salir del letargo en el que qued¨® sumida tras Harrisburg y Chern¨®bil. Aunque hab¨ªa muchas m¨¢s palabras que proyectos en firme para construir nucleares, la opini¨®n p¨²blica estaba virando a favor de la opci¨®n at¨®mica. En Jap¨®n, Alemania, Italia, Tejas (EE UU) y Chile ya han suspendido planes para construir plantas o para alargar la vida de las existentes. La UE ha anunciado una revisi¨®n de seguridad del parque nuclear que, previsiblemente, llevar¨¢ a nuevas inversiones en las plantas. Adem¨¢s, los requisitos de seguridad para las nuevas centrales encarecer¨¢n los proyectos. Fukushima puede ser -falta tiempo para saberlo- el tropez¨®n definitivo.
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