El ¨²ltimo pase de Lo Pelat
Iv¨¢n de la Pe?a, martirizado por las lesiones, aspira a reaparecer antes de acabar la temporada y su contrato despu¨¦s de disputar un solo partido este curso con el Espanyol

Iv¨¢n de la Pe?a no juega: su ¨²ltimo partido dur¨® media hora y se remonta al 12 de septiembre en El Madrigal. Ni figura en la lista de convocados del Espanyol. Apenas sale al campo de entrenamiento: dedica las horas al gimnasio y asoma de vez en cuando para tocar un poco el bal¨®n. Tampoco consta en los partes m¨¦dicos: sus lesiones se suceden y los periodistas ya no preguntan. Y si no pasa por ser un jugador clandestino en un mundo tan medi¨¢tico es porque el s¨¢bado compareci¨® y aclar¨® que es "un futbolista que no puede controlar el destino".
Una lesi¨®n de aductor le tiene ahora en ascuas. No sabe hasta qu¨¦ punto tolerar¨¢ las cargas de trabajo y es aventurado pronosticar si reaparecer¨¢ antes de finalizar la temporada, justo cuando acaba su contrato. Hab¨ªa dudas sobre si hab¨ªa tirado la toalla o todav¨ªa llevaba las botas puestas. Aunque no las despej¨®, aliment¨® la esperanza de los hinchas que se desviven por reencontrarse con Lo Pelat. Laureano Ruiz le tiene dicho que, tal y como ha evolucionado el f¨²tbol, puede estirar su carrera hasta los 40 a?os, y hoy tiene 34. Los m¨¦dicos le animan en cada visita y los aficionados son pacientes. Aguardan.
"Ya lo pruebo, doctor, pero, cuando fuerzo, me duele", responde el jugador en la cl¨ªnica
Muy pr¨®ximo a Pochettino, su futuro puede estar en el cuerpo t¨¦cnico
Nadie habla de un homenaje, ni de retirada ni se le emplaza para un partido. El f¨²tbol espera solo un ¨²ltimo pase de Lo Pelat, una suerte genuina que domina como nadie, muestra de su grandeza. El problema es que armar ese ¨²ltimo pase nunca fue sencillo. Hay que estar muy fino y en forma, muy puesto por una parte y por la otra muy expectante. La conexi¨®n jugador-espectador con Lo Pelat ha sido siempre tan especial como la comunicaci¨®n cabeza-pierna del futbolista. Iv¨¢n no es un cualquiera, sino todo un genio.
Ya se sabe que los artistas son pusil¨¢nimes. A ojos de los mortales, pueden parecer hasta hipocondr¨ªacos, siempre indescifrables. No conviene presionar ni apelar a su carisma, sino saber de sus sensaciones, que en el caso de Lo Pelat son variables porque no para de escuchar su cuerpo. Hay momentos en que parece animado y otros angustiado. As¨ª fue siempre: jug¨® partidos para la eternidad y se tir¨® jornadas para olvidar.
Hubo un d¨ªa, cuando el Espanyol estaba sepultado en la Liga, ocho puntos por debajo del descenso, en que proclam¨®: "Tomadme por loco, pero no bajaremos". Los periquitos le creyeron y hoy compiten por Europa. No hace mucho, en cambio, sali¨® para decir con la voz entrecortada, una l¨¢grima resbalando por la mejilla, un crujir en su carrocer¨ªa: "Esta vez m¨¢s que nunca se me pasa por la cabeza abandonar el f¨²tbol". Fue despu¨¦s de viajar a Belgrado para aplicarse placenta de yegua. A Lo Pelat le han mirado muchos m¨¦dicos, tambi¨¦n fisioterapeutas y hasta curanderos y, de momento, sigue sin saber qu¨¦ ser¨¢ de su vida futbol¨ªstica. Tiene la musculatura de cristal y, cuando no es un aductor, es un abductor o, si no, un gemelo o los isquiotibiales y a veces el s¨ªndrome compartimental. "Ya lo pruebo, doctor, pero, cuando fuerzo, me duele", responde en la cl¨ªnica. No es f¨¢cil curar a un lesionado cuando le cuesta explicar qu¨¦ le duele y para un paciente es imposible concretar sus molestias cuando son tantas. Un caso cl¨ªnico.
Lo Pelat es un futbolista el¨¦ctrico y sus m¨²sculos son v¨ªctimas de la corriente. Saltan como los plomos, ceden cada vez que el jugador arma la pierna para el ¨²ltimo pase. Las descargas son tremendas, obligan a recomenzar. Sin continuidad, no hay remedio; imposible no sentir dolor. Hay m¨¦dicos que creen que le falta una condici¨®n f¨ªsica de base, como a los jugadores de su quinta, la de Lo Pelat, aquel grupo de futbolistas paridos por Cruyff y que en su mayor¨ªa acabaron en el Espanyol. La cultura del rondo ha sido utilizada para bien o para mal, a gusto del consumidor.
Llegado a La Mas¨ªa desde Santander a los 14 a?os, De la Pe?a fue tambi¨¦n el futbolista referente de Cruyff. "Tiene una t¨¦cnica mediocre", asever¨® el t¨¦cnico despu¨¦s de que debutara con 19 a?os. Cruyff le machac¨®, igual que a muchos de sus preferidos, y hasta escribi¨® su epitafio en el Camp Nou: "Yo querr¨ªa que estuviera 10 a?os en el Bar?a, pero en esta plantilla hay 28 jugadores e Iv¨¢n puede tener 27 enemigos". N¨²?ez despidi¨® a Cruyff y a Lo Pelat, prendado de su entrenador, -"prefiri¨® corregirme a adularme"- se lo llev¨® la corriente: "Se me utiliz¨® para atacar a Cruyff".
A Robson no le qued¨® m¨¢s remedio que alinearle, por deseo de Ronaldo, y Van Gaal le amenaz¨® con una temporada horrible si segu¨ªa en el Bar?a: "?l levantaba al p¨²blico de su asiento una o dos veces por partido, pero a m¨ª me hac¨ªa saltar 10 del banquillo". Lleg¨® un momento en que la hinchada exig¨ªa que jugara Lo Pelat para medir a los entrenadores hasta que fue traspasado por 2.500 millones de pesetas al Lazio.
No funcion¨® en el calcio, ni en el Marsella ni tampoco en su regreso al Bar?a de Gaspart, hasta que recal¨® en el Espanyol. Y en Montju?c tuvo sus momentos de gloria, como cuando gan¨® la Copa y disput¨® la final de la UEFA. Valverde, uno de sus entrenadores, le recuerda con gusto: "La calidad de su pase es ¨²nica. Ve lo que no ve nadie m¨¢s y consigue que los partidos sean diferentes en funci¨®n de su presencia o ausencia. A veces se exige en exceso. Puede que se cree m¨¢s obligaciones de las que le tocan y se autopresione, pero, si consigue estar tranquilo, concentrado, su determinaci¨®n es imparable". Y remacha: "Expresivo en sus movimientos e impaciente, necesita sentirse al 200%. El problema est¨¢ en la mec¨¢nica de su juego y aceleraci¨®n: parar y arrancar, algo no natural en un centrocampista".
El estadio ol¨ªmpico se le dio bien con el Espanyol, con el Bar?a y con Espa?a. All¨ª, en Montju?c, al lado de Ra¨²l, empez¨® propiamente en 1996 su carrera internacional con la fase final de la Eurocopa sub 21. Abatida Escocia, la Espa?a de Clemente perdi¨® la final con la Italia de Totti, Nesta y Cannavaro en la tanda de penaltis. Ra¨²l y De la Pe?a, curiosamente, fallaron sus lanzamientos. A Clemente le gustaba la visi¨®n de juego de Lo Pelat y le reprochaba su agobio y prisa, la obsesi¨®n por dar el pase de gol, porque incurr¨ªa en muchas p¨¦rdidas y el equipo perd¨ªa simetr¨ªa. "Si la etapa actual, el f¨²tbol de toque, le pilla con 10 a?os menos, ser¨ªa el rey del mambo", sostiene su descubridor, Laureano Ruiz, sobre Iv¨¢n, que, al final, lleg¨® a ser internacional absoluto cinco veces, en 2005, con 28 a?os.
"Fue siempre muy generoso, tanto que prefiere un pase a un gol. Yo siempre le ped¨ªa que chutara porque tiene muy buen tiro", remacha Laureano. A Lo Pelat le han aconsejado mucho y escuchado poco, como si penalizara por ser el depositario de la ilusi¨®n de los aficionados. A Lo Pelat le gusta escorarse a la izquierda, perfilarse hacia la porter¨ªa, tirar el cuerpo hacia atr¨¢s y meter la pelota como un bistur¨ª, una diagonal que reluce en su calva. A veces la recepci¨®n no es la mejor y se puede discutir la ejecuci¨®n. La intenci¨®n, en cambio, es ¨²nica e irrepetible, tanto que, para quienes prefieren que se asegure el pase a buscar la ocasi¨®n, la ficci¨®n supera la realidad. Lo Pelat es el cisne negro al que los ortodoxos piden que sea blanco.
La hinchada no se da por rendida y aguardar¨¢ lo que haga falta por ver el ¨²ltimo pase de Iv¨¢n. Olvidadas las ofertas de Rusia, Escocia y Catar, Iv¨¢n -cobra unos dos millones, el que m¨¢s despu¨¦s de Osvaldo-, lleva pr¨¢cticamente dos a?os sin jugar: seis partidos en dos temporadas. Aunque dedica mucho tiempo a la familia, contin¨²a obsesionado con el f¨²tbol. Habla con Luis Enrique y Puyol, ejerce de capit¨¢n en el vestuario del Espanyol, tiene largas reuniones con Pochettino -se asegura que ser¨¢ pronto ayudante suyo-, sigue de cerca la carrera de su hijo y todav¨ªa recuerda los dos ¨²ltimos goles que meti¨® en el Camp Nou, uno con la cabeza, el primero de su carrera, todo un gui?o.
Quedan nueve partidos para el ¨²ltimo pase de Iv¨¢n. Una cierta justicia po¨¦tica ayuda a mantener la esperanza: Ra¨²l todav¨ªa pelea en el Schalke, reluce La Mas¨ªa, el Espanyol est¨¢ en zona europea, el Barcelona juega muy bien, no les van mal las cosas al Lazio, al Marsella ni a la selecci¨®n espa?ola. El mejor momento quiz¨¢ para que Lo Pelat vuelva a probar con un ¨²ltimo pase, el ¨²ltimo de verdad.

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