Popurr¨ª de protestas ante el palacio

Bomberos, ecologistas, polic¨ªas municipales, vecinos de una veintena de asociaciones, trabajadores de la limpieza urbana, maestros, agentes de movilidad, empleados de los polideportivos... ayer todos se reunieron a las siete de la tarde en la plaza del Callao para protestar contra el alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, cada uno por sus motivos. La marcha recorri¨® la calle de Preciados hasta la Puerta del Sol, y de ah¨ª a la plaza de Cibeles.

Un Gallard¨®n de pega ataviado como Carlos III se paseaba entre los manifestantes repartiendo billetes falsos de 500 euros con la efigie del alcalde. "Toma, un poquito de la deuda de Madrid", dec¨ªa. Encabezando la protesta, un mu?eco gigante del alcalde vestido de vampiro se zarandeaba ante una pancarta en la que se le¨ªa: "Contra el saqueo de Gallard¨®n".

En los carteles, todas las cr¨ªticas posibles que resumen dos mandatos: contaminaci¨®n, falta de bomberos, impago a los operarios de limpieza, el fracaso del proyecto ol¨ªmpico, la movilidad, el derroche en la remodelaci¨®n del Palacio de Cibeles, el copago en la sanidad, los parqu¨ªmetros, la tasa de basuras, el mini-Vaticano... Seg¨²n los organizadores, los que integraban la protesta llegaban a los 9.000, mientras que la cifra de la Polic¨ªa Nacional baj¨® el n¨²mero de manifestantes hasta los 2.500.

Un popurr¨ª de protestas que llev¨® a los manifestantes en un discurrir tranquilo y sin incidentes hasta la misma puerta del Ayuntamiento en la plaza de Cibeles. Tras leer el manifiesto en el que se ped¨ªa la dimisi¨®n del alcalde -el c¨¢ntico m¨¢s repetido durante toda la marcha-, los asistentes hincharon los globos que reparti¨® la organizaci¨®n y los explotaron a la vez. Un s¨ªmbolo de que, a pesar de que cada colectivo quiere una cosa, la soluci¨®n por la que apuestan todos es la de apear a Gallard¨®n del trono del Ayuntamiento. En el momento en el que son¨® la explosi¨®n, el reloj del Banco de Espa?a dio nueve campanadas y, cuando el Palacio de Cibeles se encendi¨®, la plaza volvi¨® a quedarse desierta.