Esos profesionales del terror
Lo m¨¢s inquietante, turbio, plagado de suspense, misterioso y veraz que me han ofrecido en la pantalla sobre el terrorismo, ese ogro de mil cabezas que puede ensa?arse con culpables o inocentes, con gente significada o an¨®nima, con representantes del poder o los que casualmente pasaban por all¨ª, sin distinci¨®n de edad, sexo y condici¨®n en sus objetivos estrat¨¦gicos o ciegos ejercido por la subversi¨®n o por el Estado, en nombre de la fe o del negocio, engendrado por la injusticia o el fanatismo, no pertenece a la ficci¨®n sino al g¨¦nero documental, testifica datos reales, plantea dudas y m¨²ltiples zonas de sombra. Se titula El abogado del terror y lo firma Barbet Schroeder. El protagonista es Jacques Verg¨¨s, un abogado de apariencia pulcra y gesto de halc¨®n, arrogante y sarc¨¢stico, ilustrado y sibarita, ap¨®stol y defensor de la violencia armada en nombre (asegura) de su gen¨¦tico y racional anticolonialismo. Verg¨¨s, el cual confiesa que su mayor placer es defender en los tribunales a gente acusada de los cr¨ªmenes m¨¢s monstruosos, a condici¨®n por su parte de que estos se declaren culpables, no es solo el palad¨ªn legal de los que han ejercido el terrorismo, sino que se sospecha que sus argumentos ante los tribunales iban acompa?ados frecuentemente por bombazos, secuestros, asesinatos, negociaciones inconfesables en las cloacas del poder.
Lo m¨¢s inquietante que he visto es un documental sobre Jacques Verg¨¨s
Verg¨¨s fue el abogado defensor del FLN argelino, hay sospechas razonables de que durante su enigm¨¢tica desaparici¨®n de la vida p¨²blica durante siete a?os fue el consejero ¨¢ulico de los jemeres rojos en Camboya, represent¨® ante los tribunales a Carlos, a la Facci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo y al dirigente nazi Klaus Barbie. Su nombre ha estado asociado directa o indirectamente a gran parte de los movimientos terroristas desde los a?os sesenta hasta la actualidad. Verg¨¨s cuenta algunas cosas, calla muchas, distorsiona y manipula otras. Ideolog¨ªa y mercenariado se mezclan en su fascinante y tenebrosa personalidad, en este individuo que sabe tanto de los efectos del terror.
Tambi¨¦n resulta inmarchitable en su fuerza expresiva y en su complejidad La batalla de Argel, una reconstrucci¨®n de la revoluci¨®n argelina en la que todo parece real. Retrata una causa justa que se defiende con el terrorismo, machacada por las torturas de los paracaidistas franceses, finalmente vencedora. La secuencia en la que esas mujeres revolucionarias van colocando bombas en los caf¨¦s de los colonizadores, frecuentados por ni?os y civiles, seguir¨¢ provocando estupor y miedo eternamente. Ken Loach tambi¨¦n inspira terror en Agenda oculta retratando la siniestra metodolog¨ªa de los servicios secretos brit¨¢nicos para acabar con el IRA. El mismo que te causa el IRA para librarse de sus opresores en las excelentes En el nombre del padre, En el nombre del hijo, Omagh, The boxer, Juego de l¨¢grimas y Michael Collins. El talento de Spielberg en M¨²nich y la honradez de Costa Gavras en Estado de sitio son constatables. La palestina Paradise now explica turbadoramente la creaci¨®n de un kamikaze.
Estoy hablando del terrorismo en serio. Se supone que el heroico torturador Jack Bauer en 24 y el ¨¦pico y sufrido defensor de la patria John McClane en la saga de La jungla de cristal son el invencible enemigo del terrorismo. Seguro que Bin Laden se parte de risa con ellos.
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