"Si las autoridades atizan el fuego, abrir¨¢n el camino a la guerra civil"
Samar Yazbek, de 41 a?os, nacida en Jable, en la regi¨®n septentrional de Siria predominantemente alau¨ª, ha abordado en sus cuatro novelas temas tab¨²es, pol¨ªticos y religiosos, en su pa¨ªs. Pero, pese a defender los derechos de las mujeres y la libertad de expresi¨®n, Yazbek apenas se hab¨ªa expresado en p¨²blico.
La oleada de protestas que sumerge a Siria desde el mes pasado -la mayor desde la llegada al poder, hace 11 a?os, del presidente Bachar el Asad- la ha incitado a ser menos discreta en una conversaci¨®n con EL PA?S por tel¨¦fono -cuando su l¨ªnea funciona- y a trav¨¦s del correo electr¨®nico.
Pregunta. ?Qu¨¦ ambiente se respira en Damasco?
Respuesta. El ambiente de la calle es prudente y apesadumbrado. La gente habla, sin embargo, mucho en la calle, en los caf¨¦s. Sus palabras ponen en evidencia que hay mucha hambre de libertad y de cambio pac¨ªfico. Los sirios son gente civilizada y poseen un buen nivel cultural, pero sus derechos ciudadanos, sus libertades, su aspiraci¨®n a vivir decentemente no se respetan. Pienso que esta situaci¨®n va a durar a¨²n bastante tiempo.
"La sombra de los islamistas planea sobre las manifestaciones"
P. Entonces, ?no tiene esperanza?
R. Es a¨²n pronto para hablar de primavera ¨¢rabe no solo en Siria sino en toda la regi¨®n de Oriente Pr¨®ximo. Tengo miedo, pero tambi¨¦n algo de esperanza. Tengo miedo por aquellos que se echan a la calle, que son detenidos, que mueren. Tengo miedo por mi pa¨ªs, por ad¨®nde va a llevar el r¨¦gimen al pa¨ªs.
P. La represi¨®n de las protestas provoca decenas de muertos. ?Continuar¨¢n pese a todo?
R. Las protestas se producen los viernes, pero tambi¨¦n otros d¨ªas de la semana con una participaci¨®n desigual. Su frecuencia y su afluencia tienden, sin embargo, a incrementarse con rapidez.
P. En T¨²nez y en Egipto el r¨¦gimen dictatorial cay¨®. ?Se parece Siria a esos pa¨ªses?
R. Los sirios tienen en com¨²n con esos pueblos varias palabras que repiten sin cansarse: libertad, democracia, dignidad, cambio. Pero Siria tiene una posici¨®n estrat¨¦gica m¨¢s sensible. Hace frente a Israel, o por lo menos eso es lo que dice el r¨¦gimen, y esa es la mejor baza con la que juega el poder frente a sus opositores. Adem¨¢s Siria es un mosaico ¨¦tnico y religioso que puede resquebrajarse. Se abrir¨ªa as¨ª el camino a la guerra civil si el r¨¦gimen toma la decisi¨®n de atizar el fuego. Creo que los sirios son conscientes del peligro y no quieren ir a la guerra bajo ning¨²n concepto.
P. En T¨²nez hab¨ªa una buena proporci¨®n de mujeres en las manifestaciones, en Egipto bastantes menos y en Siria apenas se las ve.
R. No hay mujeres en las protestas que salen de las mezquitas, pero s¨ª en otras que parten de otros lugares. Se las ve codo a codo con los hombres. He de reconocer, sin embargo, que la sombra de los islamistas planea sobre las manifestaciones e incluso impulsa algunas de ellas. Temo mucho al fanatismo religioso. Pero hablar de esto no es f¨¢cil.
P. En sus novelas ya abord¨® temas que son tab¨²es en Siria. ?Tuvo problemas?
R. Tampoco es f¨¢cil escribir de pol¨ªtica o de derechos humanos, aunque sea recurriendo a la ficci¨®n. Pero disfruto haci¨¦ndolo. Hasta ahora no he tenido problemas de envergadura, solo menores y de vez en cuando.
![Samar Yazbek.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/AP6VV2SMZ7NN62IN2PZ3D3DJVI.jpg?auth=f9527579e6ef54b48e956a48eeff6cda197b74f36bede53f06cba76551833787&width=414)
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