Reforma de la negociaci¨®n colectiva

Tras la reforma laboral y la de las pensiones llega el turno de los convenios colectivos. Tambi¨¦n aqu¨ª la reforma viene "impulsada" por "presiones externas". Los analistas internacionales creen b¨¢sico para estimular la competitividad de la econom¨ªa espa?ola la modificaci¨®n del actual sistema de negociaci¨®n colectiva. El Gobierno ha atribuido a los agentes sociales la responsabilidad de llegar a un acuerdo sobre los aspectos b¨¢sicos de la reforma, aunque las negociaciones se est¨¢n prolongando m¨¢s tiempo del previsto.

Varios son los puntos controvertidos. El primero y fundamental es el tema de la "ultraactividad", la pr¨®rroga autom¨¢tica del convenio hasta la negociaci¨®n de uno nuevo. Su finalidad es evitar vac¨ªos normativos, pero la falta de acuerdo entre las partes puede conducir al "desprop¨®sito". Recordemos el reciente conflicto con los controladores a¨¦reos, donde la desidia de los negociadores permiti¨® que un convenio colectivo prolongara su vigencia m¨¢s de seis a?os.

Los empresarios pretenden limitar esta "ultraactividad", estableciendo periodos m¨¢ximos de pr¨®rroga del convenio. Transcurridos estos plazos sin lograr un acuerdo se recurrir¨ªa a la mediaci¨®n o al arbitraje. Los sindicatos son reacios a tocar la ultraactividad de los convenios.

El segundo punto se refiere a la propia estructura negocial, excesivamente "atomizada" hoy. El objetivo pasa por potenciar la negociaci¨®n en la empresa frente a la sectorial, reduciendo los convenios provinciales. Otras pretensiones de la reforma son el fomento de la flexibilidad interna en la empresa y en la aplicaci¨®n de las cl¨¢usulas de descuelgue salarial.

Tambi¨¦n est¨¢ el problema de las revisiones salariales. ?ltimamente son numerosas las voces que propugnan la desvinculaci¨®n de los salarios de la inflaci¨®n, lig¨¢ndolos a la productividad. Aunque, pese a su actualidad, es un tema que no se est¨¢ incluyendo en estas negociaciones.

No todos ven la necesidad de modificar el actual sistema. Desde la izquierda se acusa a los instigadores de la reforma de "neoliberales" y de querer recortar los derechos de los trabajadores.

No obstante, la reforma parece un hecho y, a pesar de las importantes diferencias, se espera que el acuerdo llegue en unas semanas. El ejecutivo pretende tener el proyecto de ley a finales de abril y demostrar a la UE y a los mercados que "ha cumplido los deberes".