Un autob¨²s contra el tijeretazo

"Hay que ense?arle los dientes a esta gente". Adela, trabajadora del punto de informaci¨®n del hospital Josep Trueta de Girona, lo tiene claro. Mientras esperaba ayer la salida del autob¨²s fletado por el sindicato Comisiones Obreras (CC OO) para acudir a la manifestaci¨®n de Barcelona, ironizaba sobre el tijeretazo que pretende imponer Salud: "Dentro de poco, los enfermos se cuidar¨¢n solos".

La cita era a las 15.30 horas en el pabell¨®n de Fontajau. Entre los pasajeros, mayor¨ªa abrumadora de mujeres: auxiliares, enfermeras, personal de limpieza y cocina. Casi todas con la habitual bata blanca. Algunas improvisaron un brazalete negro a ¨²ltima hora con cinta comprada en un bazar regentado por chinos. Al subir al bus, tocaba pasar lista. "No es por controlar, sino para que nadie se quede colgado a la vuelta", explicaba Maria ?ngels Rodr¨ªguez, delegada del sindicato en el Josep Trueta.

La radio expulsaba una m¨²sica m¨¢quina que desentonaba con el ambiente contestatario. A la altura de Sant Celoni, la melod¨ªa se volvi¨® m¨¢s apropiada.

"Compa?eros y compa?eras, ?cantamos?", propuso alguien. Y todos a una: "Solo le pido a Dios, que el futuro no nos sea indiferente, desahuciado est¨¢ el que se conforma y no defiende sus derechos firmemente". Una de las delegadas del sindicato modific¨® la canci¨®n popularizada por la cantante Ana Bel¨¦n y la adapt¨® al asunto del d¨ªa. "La he escuchado esta ma?ana y me he inspirado", explicaba divertida Maite Valencia.

Entre las risas y las bromas, los trabajadores de varios centros de Girona (adem¨¢s del Trueta, iban en el autob¨²s varios empleados del Parque Mart¨ª i Juli¨¤, el complejo hospitalario de Salt) se contaban sus penas. "Van a cerrar un pabell¨®n entero", dec¨ªan los llegados de Salt. "Hay muchos reingresos por urgencias de pacientes a los que los m¨¦dicos, presionados, mandan a casa antes de tiempo", explicaron Genma Vilar¨® y Joana Sol¨ª, auxiliares de enfermer¨ªa.

Los ¨¢nimos estaban m¨¢s alterados, si cabe, porque la gerencia del Mart¨ª i Juli¨¤ retir¨® hace dos noches unas pancartas de protesta que los empleados hab¨ªan colgado por fuera de la valla que rodea el centro. Avisaron con una carta y, al no haber reacci¨®n, procedieron a retirarlas "con nocturnidad y alevos¨ªa", explic¨® Jaime Rodr¨ªguez, auxiliar de enfermer¨ªa y delegado sindical.

La excitaci¨®n iba creciendo a la entrada de Barcelona. El grupo quer¨ªa recoger silbatos y otro tipo de material para hacer ruido en la manifestaci¨®n, pero cuando llegaron a Sant Jaume era imposible encontrar a nadie. La marabunta humana y el ruido, a veces ensordecedor, dificultaban cualquier tipo de organizaci¨®n. Con el sonido de los tambores de fondo, el grupo saltaba y daba palmas. "Se me ponen los pelos de punta", dijo Maria ?ngels.