Los rateros del cobre cercan Franciac
30 casas de la pedan¨ªa de Caldes de Malavella se quedan sin tel¨¦fono ni Internet por el robo de cables - Es la octava vez en dos a?os que ocurre algo similar
Las 36 casas habitadas de Franciac, pedan¨ªa de Caldes de Malavella (Selva), se quedaron sin tel¨¦fono ni conexi¨®n a Internet la noche del jueves. Unos ladrones se llevaron m¨¢s de un kil¨®metro de cable de cobre de la l¨ªnea. No es la primera vez que les pasa. "Esto empieza a ser una costumbre", se resigna Miquel Casas, de 67 a?os, mientras examina el trabajo de los operarios que restauran el servicio y charla con un conocido que se ha bajado de la bicicleta para curiosear.
"Es una impotencia terrible", afirma Casas apostado a un lado de un camino de tierra. "Ves trabajar a los de la compa?¨ªa, y lo hacen muy bien. Si fuera para siempre..., pero ma?ana estaremos igual", se lamenta. Efectivos de los Mossos d'Esquadra se presentaron ayer por la ma?ana en el pueblo para iniciar una investigaci¨®n, pero Casas cree que no servir¨¢ de mucho: "Si los cogen, al cabo de un d¨ªa est¨¢n fuera". El problema, dicen los vecinos de Franciac, es que mientras haya chatarrer¨ªas a las que vender el cobre, los ladrones seguir¨¢n robando.
"Esto ya es una costumbre. Es una impotencia terrible", dicen los vecinos
Mientras, uno de los operarios admite la destreza de la banda. "Tienen mucha maestr¨ªa. Debieron de ser entre 10 y 12", concluye tras examinar los restos del cableado y las tuber¨ªas, esparcidas por el suelo. Cerca est¨¢ el due?o de la empresa de reparaciones. "Llevamos seis trabajos por robos de cable en lo que va de mes en Girona", explica. "Ma?anet, Breda, Arb¨²cies, dos en Caldes, otro en el Jard¨ªn Bot¨¢nico de Blanes", recita de carrerilla Juan Lozano. Los ladrones no distinguen entre cableado de tel¨¦fono y tendido el¨¦ctrico. Van a por todo. Adem¨¢s de los dos robos se?alados, Franciac se ha quedado sin luz seis veces desde finales de 2009 por obra de los rateros.
Sin electricidad, no se puede orde?ar a las vacas. De eso se queja Merc¨¨ Armengol, que regenta con su marido una de las cuatro granjas que hay en el pueblo. "Est¨¢ todo el pueblo sin tel¨¦fono ni Internet", afirma. "En los pueblos de payeses las casas est¨¢n lejos unas de otras. El tel¨¦fono y la electricidad son vitales", dice Armengol, que ha desviado las llamadas a su m¨®vil. "La semana pasada me ten¨ªan que llamar 50 personas para la arrossada popular, y yo sin tel¨¦fono", cuenta.
Los vecinos han pedido a Endesa que cambie de emplazamiento uno de los dos transformadores que suministran electricidad a Franciac, porque creen que si estuviera m¨¢s a la vista, no habr¨ªa tantos robos. La empresa les ha dicho que est¨¢ dispuesta a moverlo, pero que tienen que correr ellos con el gasto. Armengol est¨¢ indignada.
A unos dos kil¨®metros de la granja se encuentra el Meli¨¢ Golf Vichy Catal¨¢n, un hotel de cuatro estrellas lleno de ciudadanos escandinavos. Tambi¨¦n se ha quedado sin conexi¨®n a Internet en la recepci¨®n. "Si nos preguntan qu¨¦ tiempo va a hacer ma?ana o nos piden que imprimamos las tarjetas de embarque, no podemos", lamentan en recepci¨®n.
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