Tortillas y manteles en Aiete

Receta para un picnic. Ingredientes: Si se le preguntase a alguno de los ni?os que ayer correteaban descalzos por los jardines del palacio de Aiete, en San Sebasti¨¢n, no deber¨ªan faltar balones de f¨²tbol, juguetes para hacer pompas de jab¨®n, y, sobre todo, la libertad de comer tumbado en el suelo. Los que ya han superado la mayor¨ªa de edad prefieren un gran surtido de comida, hecha en casa mejor, que no falte el vino o la sidra, la compa?¨ªa de los amigos y el ali?o de una buena m¨²sica.

El primer picnic de la temporada organizado por Musika Parkean, una iniciativa impulsada por la Asociaci¨®n Filarm¨®nica de Euskadi, reuni¨® ayer en Aiete a m¨¢s de 250 personas. Un fin de semana al mes la comida, cena o merienda campestre, amenizada con m¨²sica, ir¨¢ rotando por los parques de San Sebasti¨¢n, con el objetivo de redescubrir a los ciudadanos los espacios verdes de la ciudad. La actividad, a su vez, forma parte de la programaci¨®n de alguna cita cultural donostiarra, en este caso, el Festival de Cine y Derechos Humanos.

La actividad tiene como objetivo potenciar las zonas verdes de San Sebasti¨¢n

"Si hici¨¦ramos esto otro d¨ªa la gente nos mirar¨ªa mal", aseguraron unas amigas

Los primeros comensales pisaron el c¨¦sped de la antigua residencia de verano de Franco minutos antes de las 14.00, hora elegida para que el grupo Acoustic Glorious, bajo una sombrilla, comenzar¨¢ a sonar. Los acordes no cesaron hasta las 17.00, mientras los manteles a cuadros se desplegaban sobre el verde, las cestas de mimbre se abr¨ªan, y la mayor parte de las tarteras descubr¨ªan en su interior tortillas de patatas.

En los jardines de lo que ahora es la Casa de la Paz y los Derechos Humanos de San Sebasti¨¢n, hab¨ªa aut¨¦nticos especialistas en comidas campestres, pero tambi¨¦n primerizos. A los veteranos resultaba f¨¢cil reconocerlos. Primero extend¨ªan un pl¨¢stico o esterilla sobre el c¨¦sped, luego le tocaba el turno al mantel, aislado ya del suelo para que no se humedeciera. Una vez escogido el sitio en el que sentarse, tocaba ense?ar los platos preparados, que a m¨¢s de uno le oblig¨® a madrugar aunque fuera s¨¢bado.

"Aqu¨ª los parques no se pisan. Si hici¨¦ramos esto cualquier otro d¨ªa la gente hasta nos mirar¨ªa mal. No tenemos esta cultura como en Francia o Alemania", aseguraban Eli, Nerea y Uxue, un grupo de amigas en la treintena, "encantadas" con la experiencia. Sobre un mantel blanco hab¨ªan dispuesto una tortilla de patatas, humus, ensalada de pasta, empanadas gallega y un brownie de postre, todo hecho en casa.

No muy lejos del grupo de amigas, ??igo, de 51 a?os, y Sergio, de 33, desplegaron su mantel. "Ha sido una sorpresa, no ten¨ªa ni idea de que ¨ªbamos a venir. Solo me hab¨ªa dicho que tuviese una tortilla preparada para la una", relataba I?igo. Novatos pero bien preparados, su cesta de madera adem¨¢s escond¨ªa una botella de sidra y fresas [el postre estrella sobre el c¨¦sped] con nata. "Hombre, a Aiete no se puede venir de cualquier manera".