Como una nuclear sobre el mar

Recostado ante la pantalla que traza la ruta donde los buques incrustar¨¢n enormes turbinas e¨®licas en el lecho marino a unos 900 metros del muelle de Ramsgate (Reino Unido), Richard Pigg augura un buen d¨ªa de construcci¨®n para el futuro mayor parque e¨®lico del mundo. "Si prosigue el buen tiempo podremos instalar una turbina cada cuatro horas", pronostica el director de obras de London Array, granja e¨®lica que ya cuenta con una decena de los 175 molinos que aportar¨¢n 630 megavatios de electricidad a finales de octubre, lo suficiente para abastecer de forma permanente unos 450.000 hogares. El buen tiempo permite a Pigg centrarse en la segunda fase del proyecto: la ampliaci¨®n del parque en otros 60 molinos, que arrancar¨¢ en 2012 para llegar a los 1.000 megavatios de potencia, el equivalente a una central nuclear instalada en alta mar. "Es un hito importante aunque en estos momentos [tras el accidente de Fukushima] no parezca muy inteligente compararnos con una planta at¨®mica", asume Pigg con flema brit¨¢nica.

Reino Unido monta 235 molinos en agua salada para dar luz a 450.000 hogares

El mar del Norte ronda 45 metros de profundidad, ideal para fijar turbinas

El parque costar¨¢ 2.200 millones de euros aportados por un consorcio que ilustra la madurez que ha alcanzado el sector: el gigante alem¨¢n E.ON (30%); la el¨¦ctrica danesa DONG, l¨ªder en el sector e¨®lico (50%); y Masdar (20%), compa?¨ªa fundada en 2006 por el Gobierno de los Emiratos ?rabes para invertir petrod¨®lares en el desarrollo de grandes proyectos en renovables. Las empresas no se han volcado con el medioambiente pero ya apuestan a lo grande para dominar un sector cada vez m¨¢s rentable. En el Reino Unido, principal tablero de juego de la energ¨ªa e¨®lica marina gracias a la escasa profundidad del mar del Norte, los parques marinos generar¨¢n 75.000 empleos y supondr¨¢n una facturaci¨®n 850 millones de euros anuales en 2020, calcula el Gobierno brit¨¢nico que el a?o pasado ya estren¨® el mayor parque e¨®lico actual: Thanet Wind Farm, instalado unos 20 kil¨®metros al sur de London Array y cuyo centenar de turbinas generan unos 300 megavatios.

Otras fuentes renovables comparten esta misma ambici¨®n: Bright Source, un consorcio estadounidense e israel¨ª, invertir¨¢ 175 millones de euros para construir un complejo solar en California que en 2013 aportar¨¢ 390 megavatios; la empresa espa?ola Abengoa est¨¢ construyendo la mayor planta termosolar del planeta en el desierto de Arizona (EE UU), que aportar¨¢ 280 megavatios; mientras, la misma empresa construye en Abu Dhabi la primera planta de este tipo en Oriente Medio mediante un consorcio con Masdar (60%) y la francesa Total (20%, igual porcentaje que la empresa espa?ola). La central estar¨¢ operativa en dos a?os y aportar¨¢ 100 megavatios. "La energ¨ªa termosolar es la ¨²nica que puede almacenar energ¨ªa. Aporta estabilidad a la red, por lo que suple las renovables fluyentes como la e¨®lica. Estamos trazando un horizonte en que parece factible generar energ¨ªa solo con renovables", advierte Luis Crespo, presidente de Termosolar, patronal del sector en Espa?a.

La encrucijada de la industria nuclear por la crisis radiactiva de Jap¨®n coincide con el auge de las renovables. Ya no se trata de ambiciosos planes solo plasmados en un boceto: las renovables empiezan a romper los techos que lastraban al sector hace una d¨¦cada. "Su capacidad productiva ser¨¢ cada vez mayor. No es una cuesti¨®n medioambiental, sino estrat¨¦gica. Ya podemos contar con parques renovables que aportan una potencia energ¨¦tica importante. Las empresas quieren hacer negocio y los Gobiernos aspiran a atraerlas para captar grandes inversiones que generen empleos", precisa Peter Symmons, director comercial de Locate in Kent, agencia de promoci¨®n de inversiones que colabora con el gobierno brit¨¢nico.

La primera parte de esta batalla se libra entre los pa¨ªses con acceso al mar del Norte. Gobiernos y empresas tratan de acaparar el mayor trozo de pastel: la profundidad no supera los 45 metros en la mayor¨ªa de tramos y es posible fijar turbinas e¨®licas en el suelo marino incrust¨¢ndolas con una especie de martillo hidr¨¢ulico. Aislados y alejados de la costa, estos parques pueden contar con cientos de molinos de grandes dimensiones para aprovechar la mayor fuerza del viento que sopla en las zonas marinas. Los grupos ecologistas, inquietos por la repercusi¨®n de estas plantas sobre la fauna marina, asumen por ahora los grandes parques como un mal menor. Reino Unido, Dinamarca, Francia y Alemania prev¨¦n llenar esas aguas de ambiciosos parques e¨®licos capaces de proporcionar 115.000 megavatios de energ¨ªa en 2020, el equivalente a m¨¢s de un centenar de plantas nucleares.

Espa?a, por el momento, deber¨¢ esperar: el mayor productor de energ¨ªa e¨®lica de Europa -en 2010 super¨® a Alemania a pesar de que el pa¨ªs germano tiene m¨¢s potencia e¨®lica instalada- prev¨¦ construir grandes parques en toda la costa gallega y el resto del Cant¨¢brico pero todav¨ªa no en el Mediterr¨¢neo. La mayor profundidad de las aguas dificulta la instalaci¨®n, mientras las el¨¦ctricas ya ensayan sistemas de sujeci¨®n en el lecho marino mediante una especie de islas flotantes. "Muchos expertos creen que Espa?a no producir¨¢ un solo kilovatio marino antes de 2017 o 2018. De los 10.851 megavatios previstos en Europa hasta 2013, ni uno estar¨¢ en Espa?a", se?ala un portavoz de la Asociaci¨®n Empresarial E¨®lica (AEE), que atribuye parte de la culpa a la lentitud del Gobierno para tramitar este tipo de parques.

Las compa?¨ªas espa?olas, por su parte, se mueven con mayor presteza que el Ejecutivo espa?ol y pugnan con relativo ¨¦xito por obtener grandes proyectos alrededor del mundo. Abengoa, l¨ªder en termosolar, est¨¢ planificando plantas en tres continentes. Iberdrola Renovables, a trav¨¦s de su filial ScottishPower y a medias con la sueca Vattenfall, se adjudic¨® un contrato para instalar parques marinos frente a las costas de Reino Unido a partir de 2015 con una inversi¨®n prevista de 20.000 millones de euros y la posibilidad de aportar hasta 7.200 megavatios. Gamesa, empresa vasca l¨ªder en aerogeneradores, tambi¨¦n intuye donde est¨¢ el negocio: en enero anunci¨® que prev¨¦ trasladar el centro mundial de su negocio e¨®lico marino a Reino Unido. Para este Gobierno supondr¨¢ ganar una inversi¨®n de 150 millones y unos 150 puestos de empleo, los mismos que pierde Espa?a.

La e¨®lica marina est¨¢ tomando rumbo de crucero pese a que conserva varios puntos d¨¦biles: las compa?¨ªas todav¨ªa trabajan en un m¨¦todo que permita acumular este tipo de energ¨ªa -en la actualidad, la que no se consume en el momento de ser producida, se pierde-. Los parques marinos tambi¨¦n distan de alcanzar una disponibilidad similar a la de las nucleares, casi operativas entre el 80% y el 90% del tiempo. "Calculamos que empezaremos a operar con una disponibilidad de alrededor del 40%", se?ala Pigg con relaci¨®n a London Array. El mantenimiento que requieren estos parques, la necesidad del viento para operar y los problemas de los t¨¦cnicos para acceder a las turbinas en situaciones meteorol¨®gicas adversas explican el dato aparentemente bajo. "No dudo de que iremos mejorando esta cifra: a mayor disponibilidad, mejor negocio har¨¢n las el¨¦ctricas", se?ala el responsable de obras del parque mientras la pantalla empieza a parpadear. "Sin problemas", precisa una voz a trav¨¦s del ordenador. Otra de las bases que sujetar¨¢ las turbinas e¨®licas ha sido clavada en el lecho marino con ¨¦xito. "Bien", responde Pigg, "ya solo nos quedan unas 170".