Mestalla no saluda al campe¨®n

Tres d¨ªas despu¨¦s, regresaba el Madrid a Mestalla, escenario del primer t¨ªtulo de Mourinho en Espa?a, de la conquista del club blanco de la Copa del Rey 18 a?os despu¨¦s. Y a los jugadores del Valencia les toc¨®, de manera deportiva, realizar el pertinente pasillo de homenaje al campe¨®n. El simb¨®lico gesto de cortes¨ªa tuvo un¨¢nime respuesta reprobatoria de la grada de Mestalla, que abuche¨® vehemente la salida al terreno de juego de los futbolistas del Madrid.

Faltaban un par de minutos para las seis de la tarde cuando el conjunto merengue salt¨® a la hierba. El campo estaba inusualmente vac¨ªo para un duelo que siempre resulta caliente y especial. Muchos aficionados llegaron a punto de dar comienzo el partido o poco despu¨¦s el pitido inicial. Fue en muchos casos un acto premeditado. A la parroquia valencianista le dol¨ªa ver c¨®mo su equipo agasajaba al rival menos apreciado.

Una vez comenzado el partido, r¨¢pidamente, Mestalla casi se llen¨®. Y antes de que finalizara el primer acto, los pitidos cambiaron de destinatario. Eran para el Valencia que estaba recibiendo una soberana paliza de los secundarios de lujo de Mourinho, que cont¨® con tan solo dos jugadores (Casillas y Carvalho) de los que derrotaron al Bar?a.

Higua¨ªn, Kak¨¢ y Benzema sacaron las verg¨¹enzas del Valencia y de Unai Emery, al que le puede costar cara la derrota. Instalado el Valencia en un c¨®modo tercer puesto, la humillaci¨®n sufrida puede reabrir el debate sobre su renovaci¨®n.