La dehesa nuclear

En noviembre de 1970 la rotura de una tuber¨ªa en las instalaciones de la Junta de Energ¨ªa Nuclear de la Dehesa de la Villa de Madrid verti¨® en la red de alcantarillado de la ciudad entre 40 y 80 litros de agua altamente contaminada con productos de fisi¨®n radiactiva. Despu¨¦s de 41 a?os del accidente, vecinos de los barrios cercanos al parque, asociados en la coordinadora de afectados por el PIMIC, el plan de mejora de las instalaciones del Centro de Investigaciones Energ¨¦ticas Medioambientales y Tecnol¨®gicas (CIEMAT), denuncian la alta incidencia de casos de c¨¢ncer en la zona. En una encuesta realizada por ellos entre 287 familias del entorno se detectaron 56, una cifra muy superior a la media.

Faltan medidores de radiactividad en la Dehesa y en los barrios del entorno

Los afectados han pedido un estudio epidemiol¨®gico al Gobierno regional

De 287 familias del entorno, 56 han desarrollado la enfermedad

Las instalaciones est¨¢n inmersas en un proceso de descontaminaci¨®n

El CIEMAT es el antiguo CIES, el centro de energ¨ªa nuclear que en los a?os cincuenta y sesenta alberg¨® uno de los planes m¨¢s ambiciosos y megal¨®manos del general¨ªsimo Franco empe?ado en convertir a Espa?a en potencia nuclear mediante la fabricaci¨®n de una bomba at¨®mica. Hoy, el viejo reactor nuclear est¨¢ desmantelado y las instalaciones se encuentran inmersas en un proceso de descontaminaci¨®n que deber¨ªa haber finalizado en el a?o 2006 y cuyo desarrollo preocupa gravemente a los vecinos y usuarios del parque. Camiones con residuos radiactivos de baja y media radiactividad siguen saliendo del Centro de la Dehesa de la Villa con destino al cementerio de El Cabril, los de alta radiactividad, unas 16 toneladas se siguen almacenando en el CIEMAT a la espera de un incierto destino. Javier Qui?ones D¨ªez, subdirector general de Seguridad y mejora de las instalaciones, explicaba a este peri¨®dico que en estos momentos no existe ninguna instalaci¨®n nuclear operativa en el Centro y que las viejas instalaciones est¨¢n en la fase final del proceso de desmantelamiento. En la actualidad se trabaja todav¨ªa en las parcelas de La Lenteja y El Montecillo en las que en su d¨ªa se enterraron hortalizas y lodos de las huertas del Manzanares regadas con aguas contaminadas tras la fuga de 1970. Las recomendaciones de los t¨¦cnicos del Centro Nacional de Energ¨ªa Nuclear: retirada de hortalizas y prohibici¨®n de riegos, solo se cumplieron en contad¨ªsimos casos para no alarmar a la poblaci¨®n.

En un informe publicado en 1994 por un equipo de investigaci¨®n de EL PA?S formado por Carlos Y¨¢rnoz y Jos¨¦ Yoldi, uno de los agricultores afectados resum¨ªa as¨ª la retirada de residuos de su finca: "Se llevaron dos o cuatro sacos de escarolas, lechugas y repollos; hicieron lo mismo dos semanas m¨¢s tarde... nunca me dijeron qu¨¦ pasaba y como siempre vend¨ª todo en el mercado de Madrid". Sobre los vertidos enterrados en el CIEMAT se construyeron campos deportivos y un parque infantil con arenero para el disfrute de los empleados y sus familias. Junto al deteriorado cartel que sigue anunciando la existencia del Grupo Recreativo Cultural, los vecinos del entorno integrados en la Plataforma Salvemos la Dehesa de la Villa grabaron con plantillas su denuncia: "CIEMAT, Cementerio Nuclear". Una pista de patinaje por la que jam¨¢s se desliz¨® rueda alguna y un aparcamiento recientemente asfaltado siguen ocultando los persistentes rastros del accidente de 1970. En conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S, el subdirector del CIEMAT reconoce que al equipo actual del Centro le toca encargarse de las ingratas labores de limpieza: "Es como si hubi¨¦ramos entrado en una vaquer¨ªa". Todos los residuos que siguen saliendo de las instalaciones de la Dehesa de la Villa hacia El Cabril son chequeados y supervisados por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), confirma Qui?ones que certifica la existencia de un Plan de Vigilancia Radiol¨®gica Ambiental cuyos resultados son enviados mensualmente al CSN que a su vez informa al Parlamento de manera regular. El Plan de Vigilancia Ambiental del PIMIC (plan de mejora de las instalaciones del CIEMAT) mide la radiaci¨®n ambiental en 23 puntos de muestreo, 22 colocados en el per¨ªmetro del recinto y uno, considerado como testigo, est¨¢ situado en el embalse de Santillana.

Para los asociados de la Coordinadora de Afectados por el PIMIC, faltan medidores de radiactividad en la Dehesa y en los barrios del entorno, entorno en el que habr¨ªa que incluir a la cercana Ciudad Universitaria. La Coordinadora ha pedido tambi¨¦n un estudio epidemiol¨®gico a la Direcci¨®n General de Salud de la Comunidad de Madrid y ha dado curso a una querella judicial para dirimir responsabilidades. Entre sus reivindicaciones figura tambi¨¦n el traslado de todos los residuos para ser enterrados en profundidad a m¨¢s de dos kil¨®metros de cualquier zona habitada como marca la ley. El proyecto para construir en las instalaciones del CIEMAT, una isla nuclear donde almacenar los residuos de alta y media contaminaci¨®n que no pueden ir al cementerio de El Cabril, fue desestimado en el 2001 por el Ayuntamiento de Madrid por tratarse de una actividad insalubre y peligrosa. "En alg¨²n sitio habr¨¢ que guardar los bidones", dijo entonces uno de los responsables del Centro. Una pregunta que hoy sigue en el aire como siguen bajo tierra los ¨²ltimos vestigios de aquella fuga de 1970, cuando las secuelas de la contaminaci¨®n llegaron a ser detectadas en aguas del Tajo en Portugal. "Nos dijeron que el agua bajaba con ¨¢tomos", recordaba 20 a?os despu¨¦s un agricultor de la vega del Manzanares.