Fiscales
Si nadie pone remedio, estamos a un solo paso de llevar al pat¨ªbulo a los fiscales que investigan las irregularidades detectadas en los ERE. La arremetida que est¨¢n sufriendo es de tal ¨ªndole que sorprende la escasa respuesta en defensa de este colectivo que se ha producido hasta ahora. Apenas constan unas declaraciones del fiscal superior de Andaluc¨ªa, Jes¨²s Garc¨ªa Calder¨®n, quej¨¢ndose del desconocimiento existente en torno al estatuto org¨¢nico que regula su funci¨®n, pero queda claro que estas resultan absolutamente insuficientes ante la gravedad de las acusaciones de las que son objeto a diario.
Han sido tachados de estar al servicio de la Junta y no de la investigaci¨®n y de la legalidad, ah¨ª es nada. Son los t¨¦rminos en los que se despach¨® d¨ªas atr¨¢s Javier Arenas, quien remat¨® la faena advirtiendo que no hacen un buen servicio a favor de la credibilidad de la justicia. Puesto que tan graves palabras tuvieron una tibia r¨¦plica, su n¨²mero dos, Antonio Sanz, insiste en la misma l¨ªnea aunque ha ido m¨¢s lejos a¨²n. No se trata ya de atribuirles en su tarea parcialidad, al considerar que se alinean con las tesis de la administraci¨®n auton¨®mica, sino que los se?ala, p¨²blicamente, acus¨¢ndoles de obstruir la acci¨®n de la justicia al oponerse a la entrega de las actas de los Consejos de Gobierno de los ¨²ltimos 10 a?os, tal y como demanda la juez Alaya.
Sanz, abogado de profesi¨®n, sabe a la perfecci¨®n que est¨¢ atribuyendo, directamente, una actitud deliberada de los fiscales poniendo obst¨¢culos a la investigaci¨®n o, lo que es lo mismo, les acusa de cometer un delito. Al menos as¨ª lo parece. A pesar de ello, no hay una acci¨®n corporativa que est¨¦ a la altura de la relevancia de la embestida a la que estamos asistiendo. Sorprende que Calder¨®n no se haya hecho m¨¢s visible todav¨ªa en este contencioso, simplemente para que se respete con m¨¢s contundencia el trabajo que est¨¢n haciendo los suyos. Tambi¨¦n llama la atenci¨®n la escasa intervenci¨®n de las propias organizaciones profesionales de fiscales para salir al paso del atropello al que est¨¢n siendo sometidos. S¨®lo se recuerda la aparici¨®n en una ocasi¨®n de la fiscal jefe de Sevilla, Mar¨ªa Jos¨¦ Segarra, haciendo valer el trabajo realizado por su departamento desde que estallara el esc¨¢ndalo. En todo caso, se la ha visto muy poco arropada, siempre bajo sospecha. Bien har¨ªa el propio Garc¨ªa Calder¨®n en dar un mayor protagonismo al cargo que representa defendiendo la labor que realizan sus compa?eros.
Claro que si ellos no son capaces de defenderse, ?qui¨¦n lo va hacer, si no? Menos mal que cuando la derecha recobre el poder pol¨ªtico pondr¨¢n al Jes¨²s Cardenal de turno para, por fin, tener a un ministerio fiscal verdaderamente independiente. Entonces, para cuando quiera reaccionar el Garc¨ªa Calder¨®n correspondiente, si es que lo hace, ya ser¨¢ demasiado tarde puesto que el prestigio de la instituci¨®n que representa estar¨¢ por los suelos.
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